Policía capturó al jefe financiero del ELN en Catatumbo
PorJosé D. Pacheco Martínez-24 de Abril 2025
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El crecimiento de las plantas, su altura y el nacimiento de nuevas hojas, forman parte del meristema apical, un tema poco explorado en la agricultura y ganadería. CONtexto ganadero habló con un experto que cuenta de qué se trata.
El crecimiento de las plantas, su altura y el nacimiento de nuevas hojas, forman parte del meristema apical, un tema poco explorado en la agricultura y ganadería. CONtexto ganadero habló con un experto que cuenta de qué se trata.
Las vegetaciones están conformadas por raíces y tallos que se conocen como cuerpo primario de la planta. El meristema apical está ubicado en la parte de expansión celular que contiene las hojas y las flores.
Raúl Rojas, director técnico de forrajes y gramas de la empresa Sáenz Fety S.A.S., afirma que “cuando los tallos empiezan a elongarse buscando la luz, la planta produce una cantidad de talluelos muy alta, y a la vez material muerto que se presenta cuando se pasa el punto óptimo del pastoreo”. (Lea: Cogancevalle ofrece conversatorios sobre manejo de pastoreo)
Esta elongación tiene un meristema apical que es el responsable del crecimiento vegetativo de la planta, es decir que cada vez que el animal consume el pasto, de ese meristema nacen nuevas hojas nuevas hojas que son el alimento del ganado.
La planta tiene dos mecanismos de reproducción: produciendo hijos o espigas y en la supervivencia de ese hijo entra en juego el meristema apical. La luz que recibe la planta, su altura ideal y otros factores, entran a forman parte de las características que influyen este meristema.
“Las plantas fueron diseñadas para producir hijos desde la base, cuando yo la dejo madurar, la planta usa otro de sus mecanismos de producción que es producir semillas. Cuando esto pasa, ella empieza a sacrificar la producción de hijos y al hacerlo, el tallo se empieza a elongar porque va a producir espiga”, indica Rojas.
Cuando los productores empiezan el corte en sus pasturas, muchas de esas vegetaciones ya han tenido hijos, para lo cual es importante que esta cortadura se presente con unos centímetros recomendados para no afectar la reproducción de la planta.
“En el momento en que se guadaña, habrá hijos que tiene el meristema apical a 2 cm y no pasa nada, pero cuando esta tenga 15 cm y se corte a una altura de 8 cm, se acabará con el punto de crecimiento, lo cual genera que muera por ser la única manera que tiene para seguir produciendo a lo largo de su vida”, señala Rojas.
“Este meristema lo puedo tener en la base, o sea a 3 cm de altura de la base de la planta, pero cuando el tallo se elonga, ese punto de crecimiento puede llegar a 15 o 30 cm”, asegura Rojas.
Con ese recorte, lo más seguro es que la pradera va a perder muchos hijos y la producción va a disminuir en los primeros cortes. Al eliminar el punto de crecimiento de los tallos, se afecta la aparición de nuevos hijos, generando así una baja en la productividad de la ganadería. (Lea: 5 principios de aprovechamiento de los forrajes)
“La recomendación es guadañar ese tallo, respetando los hijos o rebrotes que vienen en la parte de abajo, para que la planta vuelva a restablecer y volver a tomar su altura. Luego de que la planta tiene la altura ideal, ahí si se meten los animales y se empieza a hacer el manejo. ”, concluye Rojas. (Lea: Rebrotes regeneran bosque seco)
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