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Foto: Fedegán FNGLa finalización es la etapa última de la ceba en donde se preparan los animales para que lleguen en las mejores condiciones al faenado.

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(VIDEO) Finalización, un nuevo concepto que empiezan a aplicar ganaderos colombianos

Por CONtexto ganadero - 27 de Septiembre 2023

La finalización es la etapa última de la ceba en donde se preparan los animales para que lleguen en las mejores condiciones al faenado.

La finalización es la última etapa de la ceba y es clave para tener animales que cumplan con las exigencias del mercado, obteniendo la rentabilidad deseada.


La finalización como una etapa final de la fase de ceba es un concepto que aunque en otros países ya se aplica, entre los ganaderos colombianos es algo relativamente novedoso.

Se trata de una etapa corta en que se terminan de cebar y se aprietan los animales con una dieta y un manejo rigurosos en los últimos meses para tener un mejor precio y una mejor aceptación en los mercados, según explicó Ricardo Arenas, médico veterinario especialista, en un nuevo capítulo del Manual Práctico Ganadero, elaborado por Fedegán.

Este proceso incluye una dieta balanceada, una reducción de la movilidad y unas sales mineralizadas suficientes y el uso racional, incluso inexistente, de antiparasitarios y drogas.

Explicó Arenas que el objetivo principal de esta fase es llevar a los bovinos al peso que pide el mercado con la mayor eficiencia posible y mejorar la calidad de la carne aumentando la cobertura de grasa lo que influye en el marmoleo y la terneza.

Sostuvo que existe la creencia o la mala costumbre de suponer que la etapa de ceba es una fase en la que, básicamente, se deben tener los animales comiendo y sin mayor manejo de estos, lo cual no es así. Es indispensable cuidar de los requerimientos nutricionales dependiendo del peso, para lo cual se deben pesar los animales periódicamente. (Lea en CONtexto ganadero: Alimento creado por ganadero engorda más rápido sus animales)

Igualmente, es preciso realizar un control sanitario, según las necesidades, lo cual permitirá llevar registros y usarlos para ajustar dietas y manejo de las praderas e ir controlando las tasas de conversión y eficiencia de los animales.


Preparación para el faenado

Este periodo comienza luego de la etapa de levante que tradicionalmente termina hacia el año y medio o 20 meses de edad cuando el animal llega muy cerca de su tamaño óseo adulto y quedaría por cumplirse su desarrollo muscular y de engorde para su beneficio posterior de forma eficiente. Esto significa que al momento de su faenado se encuentre un porcentaje de carne utilizable suficientemente rentable.

El peso vivo de los animales para carne que se tiene en Colombia es de alrededor de 470 kilogramos el cual se alcanza, idealmente, entre los 30 y 36 meses de edad. Existen cebadores que les gusta enviar sus animales al frigorífico sobre los 500 kilogramos que es un muy buen peso, siempre y cuando no vaya en contravía de la edad del animal y se alargue tanto el tiempo a más allá de 45 o más meses.




El suministro de sal al 4 % de fósforo y agua a voluntad y de calidad es fundamental en el éxito de la ceba. No hay que olvidar que el consumo de agua está limitado por la calidad de la misma y es lo que estimula y promueve el del alimento lo que a su vez permite mejorar la absorción del mismo. (Lea en CONtexto ganadero: Así funciona el ciclo completo de la ganadería)

En proyectos de confinamiento de bovinos, donde es más evidente el concepto de finalización de manera controlada, es importante además del suministro adecuado y suficiente de la alimentación, que los animales cuenten con instalaciones confortables que favorezcan las condiciones de salubridad, temperatura y humedad.

Es aconsejable el uso de camas profundas con materiales absorbentes como viruta de madera o paja. Este concepto cobra mucha más importancia cuando se logra el destete con animales muy pesados, para así reducir la etapa de levante y pasar directamente a la ceba y a la finalización.


Razas carniceras

La ceba en Colombia se ha localizado fundamentalmente en el trópico bajo, al menos la ceba especializada, y se basa en razas y cruces exclusivamente de carne, como el brahman, el nelore y razas europeas como la wagyu, la hereford o la charolais, entre otras, aun cuando estas últimas tengan dificultades de adaptación.

Con los avances en cruces y en técnicas de manejo y ganadería sostenible y, quizás, con el crecimiento del doble propósito, también se han dado ejercicios exitosos de ganadería de ceba en el trópico alto, principalmente con razas angus, normando, simmental y cruces con ganado cebú.

Es muy importante recordar que cada vez más los consumidores están demandando carnes tiernas, de mejor calidad y que su producción incluya criterios de bienestar animal y sostenibilidad ambiental y social. Esto exige tener muy buenas pasturas, sistemas silvopastoriles e, idealmente, suplementación estratégica que permita producir canales de animales jóvenes, siendo así más eficientes y productivos.