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Nutrición y buen uso de pastos mejora los indicadores en las fincas

Por - 28 de Septiembre 2021

Desde la nutrición y el buen uso de pastos se puede mejorar los indicadores en las fincas lecheras, según lo expuesto por expertos en una charla de Agroglobal y Monómeros.


Desde la nutrición y el buen uso de pastos se puede mejorar los indicadores en las fincas lecheras, según lo expuesto por expertos en una charla de Agroglobal y Monómeros.

Luis Ernesto Dueñas, MVZ de la primera de estas empresas, y Héctor Mauricio Durán, zootecnista de la segunda, expusieron las ventajas que genera la articulación de una buena calidad forrajera y la nutrición en la finca.

Dueñas compartió algunas de las preguntas más reiterativas que le hacen los ganaderos sobre los pastos como ¿qué momento es el mejor para empezar el pastoreo o la conservación de forrajes? Y ¿Cada cuánto es la rotación de este raigrás?, para ello es importante conocer que existe un momento óptimo de consumo, este paso se debe tener en cuenta inicialmente cuando se genera la primera cose­cha, luego de conocer esto se puede determinar cuál es la mejor fase para su consumo, además se considera esencial co­nocer los periodos de cada planta (la germinación, la primera hoja, la segunda hoja, la tercera hoja y el inicio de macollamiento).

A partir de la semana 8 a la 9 son los picos de crecimiento del raigrás, es decir; que en este perio­do se puede empezar a ofertar el consumo del forraje. Después de tener claros los pasos anteriores, entra en ejecución la segunda eta­pa, la cual consiste en mantener un buen rebrote de esa cosecha inicial, en este punto es impor­tante reconocer la anatomía de la planta, por ejemplo la altura de la pradera, el área de bocado y la pro­fundidad del mismo se debe medir en centímetros y la densidad del forraje debe hacerse en gramos por centímetro. (Lea: Eficiencia en los procesos contribuye al mejoramiento de la productividad)

Además, es impor­tante tener en cuenta que la altura del pastoreo óptimo para algunas especies de forrajes debe ser máxi­mo de 7 a 10 centímetros porque de esto depende la potencia y la agresivi­dad que vaya a tener el futuro re­brote. Para acompañar todo este proceso es importante el uso de la tecnología para identificar la calidad de los pastos, gracias al software que les permite sacar bro­matológicos donde se pone en evi­dencia los nutrientes del pasto dependiendo de la edad del raigrás o la edad de cosecha.

El momento óp­timo para cosechar la especie forra­jera depende de la adaptación de la semilla, las condiciones agronómi­cas y manejo que se le haya dado, para que esto funcione sería bueno tener un cronograma de siembras y la ayuda de un personal experto en estos temas, dijo.

Por su parte Du­rán presentó los beneficios de la nutrición mineral para mejorar la producción ganadera, resaltando la importancia del adecuado manejo alimenticio del animal, ya que es uno de los facto­res más críticos del sistema, debi­do a que representa cerca del 70 % del total de los costos de produc­ción.

Es por esta razón, que se debe garantizar una oferta que cubra los requisitos nutricionales del animal, “los aportes de minerales en la die­ta, constituyen un componente vital para que el bovino tenga un mejor desempeño reproductivo y produc­tivo. Además, la oferta de minera­les se realiza principalmente por el aporte del alimento balanceado, la oferta forrajera y la suplementación mineral”.

Para resumir las funciones vitales que dan los minerales en los organismos del animal, dentro de la charla se destacó que otorgan la conformación de la estructura ósea y dental, el equilibrio del áci­do-básico, la regulación de la presión osmótica y balance electrolí­tico (si no se tiene este balance se puede presentar enfermedades como la acidosis), sirve también para los tejidos blandos, sistemas inmunes y entre otros. (Lea: “Debemos tener animales sanos para producir alimentos sanos”: Jiménez)

También se resaltaron algunos factores que pueden afectar el consumo de los minerales: requerimientos indivi­duales, energía y proteína disponi­ble en los alimentos, estaciones del año, y por último, la fertilización del suelo y tipo de forraje. Sin embar­go, si el consumo de los minerales no es el óptimo puede denotar en: disminución del consumo del ali­mento, fracturas, diarrea y deformación de los huesos, y posterior­mente enfermedades metabólicas y la muerte de los animales.

De acuerdo con lo expuesto por Durán uno de los minerales más importantes es el fósforo, ya que este aporta un metabolismo energético y un me­jor desarrollador óseo, transfiere la energía ATP y además, consti­tuye las membranas celulares, los sistemas enzimáticos, a su vez aporta al desarrollo de proteínas y tejidos, haciéndolo así un compo­nente importante.

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