Potreros abandonados, ¿qué hacer con ellos?

Muchas son las veces en las cuales se encuentran tierras que han sido abandonadas por muchos años y se han llenado de bosques y espacios llenos de vegetación sin cuidado. Estas tienen una gran connotación para la actividad pecuaria y pueden convertirse en fuente de nutrientes.

En ocasiones se encuentran fincas o lotes que han sido abandonados por un periodo de varios años lo cual termina convirtiéndose en rastrojos que pueden llegar a ser una oportunidad perfecta para los productores, quienes tienen un suelo lleno de nutrientes que pueden suministrarle a sus animales.

En estos casos es frecuente que existan potreros o lugares que en algún momento lo fueron, con una gran cantidad de árboles en los cuales la cobertura de pasto ha disminuido o desaparecido; esta acumulación de vegetación se presenta gracias a la regeneración natural. (Lea: Así se pueden establecerse silvopastoriles a partir de regeneración natural)

Una de las ventajas de estas situaciones es que en estos espacios, el establecimiento de un sistema silvopastoril es una tarea relativamente sencilla, pues los árboles ya se han logrado desarrollar, entonces se evita la parte difícil del proceso que es la demora en el establecimiento del sistema.

En estos casos, las labores que se deben realizar son:

1. Capacitar, concientizar y supervisar al personal que va a realizar la labor, pues si las tareas no están claras es muy posible que en pocos días se eche a tierra un trabajo que le costó a la naturaleza varios años.

2. Podar la mayor parte de los árboles.

3. Si después de hacer las podas se considera que aún existe exceso de sombra, se debe realizar una labor que se denomina entresaca y consiste en eliminar algunos árboles, es decir, se cosechan, se eliminan los de menor calidad, deformes o los más apiñados. De esta forma se obtendrá leña, estacones, material para cercas vivas y otros elementos que son de gran utilidad para el predio. (Lea: Efectos de los sistemas silvopastoriles en el comportamiento del ganado)

4. Proceder a la siembra de pastos.

Luego de seguir cuidadosamente estas recomendaciones, el productor podrá obtener de manera económica y muy rápida un buen sistema silvopastoril de árboles dispersos en los potreros de la finca.

A partir de esto, el trabajo consistirá en evitar el sobrepastoreo y en la realización de podas periódicas que requerirán de mucho menos trabajo que la poda inicial, todo esto por medio de la ayuda de las precipitaciones naturales en la tierra. (Lea: 5 árboles comúnmente utilizados en sistemas silvopastoriles)

Fuente: Guía Sistemas silvopastoriles. Aspectos teóricos y prácticos del CIPAV