La Federación de Cafeteros aportará para la renovación de los cafetales

El Gobierno y la Federación Nacional de Cafeteros apoyarán la renovación de 35.000 hectáreas de café, según se acordó en la más reciente reunión del Comité Nacional de Cafeteros.

Es así como el Gobierno aportará $50.000 millones a través del Incentivo a la Capitalización Rural (ICR) y $27.000 millones que saldrán de los fondos departamentales de la Federación Nacional de Cafeteros.

Estas 35.000 hectáreas hacen parte de las 100.000 que se tienen como meta renovar durante este 2024, informó el Ministerio de Agricultura.

Por su parte, el ministro Ricardo Bonilla aclaró que el Gobierno tiene plena disposición de escuchar a todos los actores de la cadena productiva del café para el beneficio de pequeños, medianos y grandes productores.

“Lo que le estamos pidiendo a la Federación es que nos presente un programa de ampliación de nuevos cultivos. Hoy el país tiene 840.000 hectáreas de café, pero las fincas tienen 2.800.000 hectáreas; es decir que hay dos millones de hectáreas en esas mismas fincas. La pregunta es: ¿puede ampliarse allí las zonas de producción de café?”.

La renovación de hectáreas de café fortalece la tarea el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de lograr la Reforma Agraria, señaló dicha cartera. Más hectáreas renovadas y cultivadas implican una mayor cantidad de tierra con disposición agrícola, lo que significa a su vez extensión agropecuaria a través de las cooperativas, temas de desarrollo de investigación o transferencia tecnológica para los cafetales, entre otros aspectos que permitan la agroindustrialización para alcanzar mayor competitividad. (Lea en CONtexto ganadero: Acuerdo cafetero deja más dudas que certezas de lo que se quiere hacer)

FEP del Café

De otra parte, en la misma reunión se aprobó el manual operativo para la activación del Fondo de Estabilización de Precios del Café. Esta metodología se activará cuando los precios se encuentren en línea roja.

Entre tanto, la Federación se comprometió a actualizar la estructura de costos para que se vea reflejada en la realidad de los valores de producción de café, con corte al mes de abril, para que el Gobierno conozca su panorama.

Además, la Federación deberá presentarle al Gobierno Nacional un programa de ampliación de cultivos de café, que incluya nuevas áreas de producción, zonas PDET y de sustitución de cultivos de uso ilícitos para que, de esta manera, se atienda la realidad de la cultura y de las familias cafeteras.

“Con la bancada cafetera del Congreso acordamos la elaboración de manera conjunta de un proyecto de ley que reforme las fuentes de estabilización de precios del café, de manera que podamos diversificarla. Esto no significa una mayor parafiscalidad recargada sobre los productores, sino que corresponde a una evaluación distributiva de los recursos, y hemos venido discutiendo unas fórmulas progresivas para que, en los casos donde el precio esté alto, sea más dinámico y cuando baje sea más reducido", dijo la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica.

De otro lado, el fin de semana el exministro de agricultura, Andrés Valencia, se refirió al acuerdo cafetero que firmaron algunas organizaciones con el Gobierno la semana anterior y en particular lo hizo sobre el punto de promover semillas nativas del grano, frente a lo cual señaló que “el café no es nativo de Colombia”.

Promover semillas nativas de café es promover la utilización de variedades no resistentes a la roya, con los riesgos que ello conlleva con La Niña en camino. Es ir contra los avances de Cenicafé y de Fedecafé en la lucha contra la roya, aseguró. (Lea en CONtexto ganadero: Dinero del Fondo Nacional del Café es de los cafeteros, le recuerdan a Petro)

También y de acuerdo con información de La Silla Vacía, en el comité de cafeteros “el principal compromiso de los representantes del Gobierno fue el de no impulsar la creación de una organización paralela que reemplace a la Federación, uno de los temores que viene rondando a la institución por el enfrentamiento con Petro”. Sin embargo, ya se sabe que una cosa dicen los ministros, pero otra es la que decide el presidente.