Policía capturó al jefe financiero del ELN en Catatumbo
PorJosé D. Pacheco Martínez-24 de Abril 2025
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Por - 06 de Diciembre 2017
Martin Artigue, Ingeniero Agrónomo y Gerente del Departamento de Servicios de A&T, cuenta en la web de esta empresa, dos nuevas metodologías de trabajo que A&T está implementando en la campaña 16/17 en modo prueba a partir del uso de imágenes satelitales.
Martin Artigue, Ingeniero Agrónomo y Gerente del Departamento de Servicios de A&T, cuenta en la web de esta emprea, dos nuevas metodologías de trabajo que A&T está implementando en la campaña 16/17 en modo prueba a partir del uso de imágenes satelitales.
Dado que en los últimos años, existe una importante diferencia en la calidad del cultivo de trigo cosechado como en el monto obtenido por dicha mercadería (este año se pagó aproximadamente 160 dólares por tonelada un trigo de mala calidad versus 200 dólares un trigo de excelente calidad); en la campaña actual A&T ha optado por incursionar en un nuevo proceso de trabajo para intentar lograr mayor proporción de trigo calidad premium y así alcanzar un plus en la comercialización. ¿Cómo lograrlo? En aquellas zonas que existe variabilidad en el lote, se presentan lugares que logran muy buenos rendimientos y otros que rinden poco. Cuando el cultivo se encuentra en el período crítico (mediados de octubre), se baja una imagen satelital (NDVI) con el objeto de distinguir a través del verdor del cultivo la calidad del ambiente. Esto permite separar ambientes según la aptitud del cultivo (trigo). Luego, durante noviembre/diciembre, unos quince días previos a la cosecha, hay que dirigirse al lote para realizar una muestra de grano de cada una de las distintas zonas para enviar a analizar la calidad de la semilla. Si llegara a indicar que hay diferentes calidades, se sugiere al productor que zonifique para que cuando coseche lo haga de modo separado colocando el grano en distintos bolsones y así pueda comercializarlo de modo segregado.
Este año A&T ha optado por delimitar una franja del lote y fertilizarla con nitrógeno a la siembra. Luego, cuando el cultivo alcanza a tener entre 6 y 7 hojas, la compara a través de una imagen satelital con aquello que no estuvo fertilizado. Dicha franja pasa a funcionar como testigo y permite a través de la comparación del verdor realizar un ajuste en la dosis de nitrógeno. Esta metodología puede variar según si el productor hace agricultura por ambientes o no. Para aquellos no han realizado ambientación, al momento de la siembra se le propone fertilizar una franja del lote con mucho nitrógeno. Cuando el cultivo alcanza a tener entre 6 y 7 hojas, se baja una imagen satelital, se realiza la ambientación y se muestrean las distintas zonas para hacer la recomendación de fertilización. Con aquellos que sí han implementado la ambientación en su lote, se realiza una franja cruzando zonas y luego, se baja una imagen satelital y se muestrea por separado para corroborar que la recomendación efectuada haya sido la correcta. En caso de que no, se propone una recomendación más ajustada.
Fuente: A&T: ¿Qué utilidades encontramos en las imágenes satelitales?
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