“Con queso a $700 es difícil competir”: ganadero de Nariño

El contrabando de leche y queso desde Ecuador viene dándole certeros golpes a los productores nariñenses, quienes claman a las autoridades controles ante el ingenio de los criminales para ingresar los productos de forma ilegal.

El pasado martes, en la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes se llevó a cabo un extenso debate sobre la problemática que aqueja a los lecheros del país. En su intervención, la parlamentaria por Nariño, Teresa Enríquez Rosero, hizo énfasis en la complicada situación que viven los productores de su departamento por cuenta del contrabando. (Lea: Lafaurie propone subcomisión de vigilancia a la problemática láctea)

De acuerdo con Enríquez, desde Ecuador están llegando grandes cantidades de leche y queso de forma ilegal, lo cual viene afectando seriamente la economía ganadera de la región.

“Pedimos a las autoridades y al Ministerio de Comercio acciones que contrarresten este delito”, pidió la parlamentaria.

Ante esta situación, CONtexto ganadero habló con un ganadero de la región quien prefirió no revelar su nombre por seguridad. El productor aseguró que la frontera que une a los dos países es muy extensa y el contrabando no pasa por el puente de Rumichaca, sino que lo hace por trochas que conectan a las dos naciones. (Lea: Una Colombia lechera que se ahoga en importaciones)

“Ahí es donde nosotros nos cuestionamos sobre los controles de la DIAN, la policía en frontera y hasta el ICA”, reclamó el ganadero.

La fuente reveló que el pasado 4 de agosto detuvieron 2 camiones cargados con mantequilla y 300 cajas de queso, supuestamente de marcas colombianas. Indicó que el producto ya venía etiquetado –al parecer estaban suplantando a las compañías colombianas–, pero no tenían registro Invima.

La denuncia no paró allí, la fuente consultada por este medio indicó que en la región del Carchi (Ecuador) hay personas colombianas que viven allá y se encargan de procesar una gran cantidad de litros de leche. Ellos compran a $500 el litro y transportan el queso por el sector de La Victoria y Tufiño. Su entramado criminal lo disfrazan aprovechando los garajes de las casas aledañas a la frontera para pasar el queso a tierras colombianas. (Lea: 15 empresas importaron cerca del 80 % de la leche en polvo y demás lácteos)

Sostuvo que la actividad ilegal la hacen a altas horas de la noche, por intermedio del río. “Lo extraño es que la policía colombiana y ecuatoriana están cerca, pero las órdenes que les han dado apuntan a que no pasen productos de Colombia hacia el Ecuador y no al contrario. Son unas decisiones rarísimas”, criticó.

El producto indicó que el entramado criminal desde Ecuador está muy bien organizado porque hay motobombas con manguera pasando leche de suelo ecuatoriano a territorio colombiano. Cuando el producto ya está en el país es empacado en bolsas transparentes, le agregan un sticker de cualquier marca local o nacional para camuflarlo y hay personas que se prestan para ese ilícito.

“Es una problemática que está afectando gravemente al productor nariñense porque los quesos ecuatorianos están entrando con un valor muy bajo, que no hay opciones para competir. Nosotros creemos que el precio de ese queso producido estaría alrededor de $12.000 más el transporte ilícito, el acarreo de personas, etc. Eso significa que el valor de la caja de quesos que llega a Nariño es de $30.000, por lo que cada queso valdría aproximadamente $700. Con esos valores es imposible competir”, lamentó. (Informe: 8 años del TLC con EE.UU.: 161 000 t de lácteos importadas, cero de carne exportadas)

La fuente concluyó diciendo que le han solicitado a la DIAN, Fenalco, la Cámara de Comercio de Pasto, Invima, la Gobernación de Nariño y al Ministerio de Agricultura que participen e investiguen la problemática que se viene presentando, porque mientras los ganaderos pagan con muchos esfuerzos sus impuestos, llega un momento en el que las cosas se ponen demasiado complicadas y si no se hace nada contra ese flagelo, son los productores los que quedan en posición aún más difícil.