El desengaño de los ganaderos del Guainía con el Gobierno

Luego de una serie de promesas hechas por el entonces ministro de Agricultura, los productores de la región creyeron que sus proyectos serían seleccionados en el marco del Pacto Agrario. Hoy lamentan la negativa del Gobierno.   Una ilusión grande había entre los ganaderos ubicados en Guainía, uno de los departamentos más apartados del país. Durante la época electoral, el ministro de Agricultura del momento, Rubén Darío Lizarralde, les recibió las propuestas para adelantar en el marco del Pacto Agrario y les aseguró que al ser una región aislada del centro, era un hecho que la población tendría su cupo asegurado entre los escogidas. (Lea: 103 proyectos ganaderos fueron viabilizados en el Pacto Agrario)   Con la promesa hecha y una sonrisa a flor de piel, los productores esperaron con ansias a conocer los resultados de los proyectos viabilizados, confiados en que Guainía e Inírida estarían en la lista de favorecidos. Pero una vez conocieron el veredicto final, las sonrisas se borraron y fueron reemplazadas por una cara larga llena de frustración.   Luis Carlos Sandoval, presidente de la Asociación de Ganaderos del Guainía, Asoguavi, aseguró que hacer parte del Pacto Agrario era gran oportunidad para que el sector creciera y que la ilusión era mayor por tratarse de la primera vez en la historia que el departamento iba acceder a una convocatoria del Ministerio de Agricultura, pero a su juicio todo resultó ser falso. (Lea: En diciembre inicia ejecución de proyectos del Pacto Agrario)   “La propuesta consistía en un proyecto de mejoramiento genético, donde cada beneficiario recibía 4 novillas de leche, 2 hectáreas de pasto de corte y una cerca eléctrica. La otra iniciativa era un banco de maquinaria agrícola para mejorar las tierras, pero todo resultó siendo una farsa del señor ministro y una patraña; otra vez nos engañaron”, manifestó a CONtexto ganadero el representante de los productores del departamento.   Para Sandoval, la propuesta era muy importante, ya que en Guainía y su capital Inírida, lugares con una extensión de 72 mil km² y en los que el 96 % de su población corresponde a resguardos indígenas, son las fincas ganaderas las encargadas de generar la carne y la leche que se consume. (Lea: Presupuesto, créditos y pacto agrario inquietan a las dignidades)   “Aquí tenemos ganado criollo, pero el propósito era que nuestros campesinos evolucionaran. La idea era modificar la ganadería de nuestra región, pasando de ser productores extensivos a intensivos, en donde con menos tierra y apoyados en bancos de forraje, los productores fueran mucho más eficientes”, lamentó el dirigente local.   Ese sinsabor de los ganaderos de Guainía, se suma al de los productores ubicados en Bolívar, a quienes de las 200 propuestas presentadas por el departamento, solo 2 les fueron viabilizadas y aprobadas. Los recursos no han sido girados y nadie les ofrece respuesta alguna sobre el tema. (Lea: “Nos sentimos burlados por el Gobierno”: ganaderos de Bolívar)