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Foto: animalshealth.es

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¿Por qué no nos alimentamos de animales carnívoros?

Por CONtexto ganadero - 15 de Mayo 2024

Por mucho tiempo, los humanos hemos disfrutado devorando animales herbívoros como vacas, cerdos y pollos. Pero a excepción de algunos peces, rara vez incluimos depredadores carnívoros en nuestros platos. Esta peculiar preferencia alimenticia ha desconcertado a expertos, quienes ofrecen varias hipótesis para explicarla.


Una de las principales teorías es la preocupación por la seguridad. Los carnívoros, al consumir gran cantidad de presas, podrían acumular más parásitos, microbios y metales pesados, haciéndolos potencialmente dañinos para los humanos. Sin embargo, no hay evidencia concluyente de que este problema se aplique a todos los carnívoros.

Otra posibilidad es el sabor. Se cree que la carne de los depredadores podría ser más dura y menos jugosa debido a sus cuerpos delgados y musculosos.

Además, su dieta carnívora les daría un sabor desagradable. Por ejemplo, las personas que han consumido la carne de osos en otoño, que se alimentan de pescado, han reportado que tienen un sabor menos agradable que en primavera cuando comen bayas.

No obstante, esta hipótesis no explica por qué disfrutamos tanto del sabor de ciertos peces carnívoros, y de hecho la gran mayoría de peces que consumimos se alimentan de otros alimentos. (Lea en CONtexto ganadero: La carne, alimento vital en todas las etapas del ser humano)

La ineficiencia energética de criar carnívoros para consumo masivo también se ha sugerido como motivo. Dado que mucha energía se pierde al ascender en la cadena alimenticia, es más productivo consumir directamente a los herbívoros.

Las restricciones religiosas pueden haber influido en los hábitos alimenticios globales. El judaísmo prohíbe el consumo de depredadores, mientras que el Corán veta animales con colmillos o garras, excluyendo a muchos carnívoros.

De acuerdo con el video, no es inusual que los comportamientos que comenzaron debido a prácticas religiosas se extiendan a nivel social y se conviertan en costumbres relativamente comunes.

De hecho, estas teorías probablemente estén interconectadas y se refuercen entre sí. Nuestras preferencias gustativas podrían haberse moldeado por motivos de seguridad percibida y creencias religiosas arraigadas.

Si bien es un misterio por qué desdeñamos la carne de tigres y águilas, los carnívoros en general parecen no ser apetitosos para la humanidad. Al menos, no tanto como una jugosa y confiable hamburguesa. (Lea en CONtexto ganadero: India, el país de los carnívoros silenciosos)

Fuente: Video ¿Por qué no comemos carnívoros? (en inglés) por el canal MinuteEarth