5 alimentos para aumentar su productividad en el trabajo

Expertos indican que una buena alimentación previene enfermedades y también contribuye a tener altos niveles de energía durante la jornada laboral.   Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, “los buenos hábitos alimenticios favorecen el rendimiento durante la jornada de trabajo”. Por ello, en el mundo hay alimentos cuyos nutrientes ayudan a aumentar la concentración y a potenciar o favorecer la productividad laboral.   Un informe hecho por el departamento de nutrición del Hospital Ramón y Cajal de Madrid recomienda comenzar con un desayuno que contenga cereales, lácteos y frutas. En los almuerzos se deben consumir alimentos que tengan fibra, hidratos de carbono y proteínas. La cena debe ser ligera, una ensalada o aromáticas con galletas integrales deben ser suficientes. Además, a media mañana y tarde se debe comer frutas. (Lea: 5 alimentos con los que se podría sobrevivir en una isla desierta)   Al respecto, Edna Liliana Peralta, directora del Programa de Ingeniería de Alimentos de la Universidad de La Salle, dijo en diálogo con CONtexto ganadero que los consumidores deben tener en cuenta en horas de la mañana consumir un alto nivel de carbohidratos, ya que desde el inicio de la jornada el cerebro necesita estar activo.   “El cerebro necesita glucosa proveniente de carbohidratos para su funcionamiento, por eso se recomienda comer arepa o pan al desayuno, eso ayuda al consumidor a tener las energías necesarias para ejercer sus actividades diarias. Para el almuerzo se necesita una mezcla de proteínas y grasas, con el fin de contribuir al metabolismo del cuerpo. En la noche, menos proteínas y optar por consumir muchas verduras, porque el cuerpo no tiene tanta actividad en la noche, entonces no requiere los mismos nutrientes que en la mañana”, explicó la nutricionista de la Universidad de La Salle.   El informe de la entidad española también explicó que existen 5 grupos de alimentos que siempre deben estar presentes en la alimentación durante la semana, con el objetivo de proporcionarle al cuerpo la energía y vitalidad necesaria para el desarrollo de las tareas cotidianas, y sobre todo para aquellas personas que se enfrentan a largas jornadas de trabajo.   Entre ellos están las verduras, que contienen vitaminas, minerales, fibra, 80 % de agua, calcio, potasio y bajos niveles de proteínas, potasio y grasa. Una opción para consumirlas es en ensaladas, cocidas, en sopas, asadas a la parrilla o al horno, y licuadas para consumir en jugo.   En el siguiente grupo se encuentran los pescados:salmón, sardinas o atún, debido a su alto nivel de proteínas y minerales, como yodo, zinc, fósforo y selenio, y la presencia de ácidos grasos insaturados como omega 3, contribuyen con el fortalecimiento del sistema circulatorio e inmunológico. Una de las formas ideales de consumirlo es al horno, porque conservan mejor sus nutrientes. (Lea: El secreto para alimentarse muy bien está en sus manos)   Otro grupo de alimentos son los cereales como avena, cebada, maíz, trigo centeno, entre otros, ya que son libres de grasa y colesterol, además son ricos en vitaminas, minerales y fibra dietética, por esta razón son ideales para obtener un plus de energía e incrementar la productividad laboral. Una opción del consumo es con jugo, en aras de mantener la alcalinidad del organismo; es decir, libera la acidez.   Las frutas también hacen parte del grupo de alimentos que deben tener en cuenta los consumidores, para mantener su nivel energético en horarios laborales. Estas cuentan con azúcares naturales, agua, fibra y vitaminas. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Vanderbilt en Nashville, encontró que las personas que comían o bebían jugos de frutas al menos 3 veces a la semana reducían su riesgo de padecer Alzheimer y fatiga cerebral en un 76 %.   Por último, se debe consumir leche y sus derivados. Peralta aseguró que gracias a sus niveles de proteína se recomienda consumirlos en horas de la mañana y así el cuerpo no tiene desgaste en los músculos. “Lo primero que uno mira es el índice glicémico del alimento, el cual implica la cantidad de glucosa que se va a ingerir, de esta forma se genera energía, la cual no se acumula, sino que se utiliza”. (Lea: Los 6 beneficios de consumir lácteos a cualquier edad)