El enemigo silencioso: Cómo las importaciones de queso han agravado la crisis lechera
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Por - 23 de Junio 2017
Ingenieros de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (UN) Sede Medellín, crearon la primera herramienta virtual que le indica al usuario cómo hacer compensaciones.
Ingenieros de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (UN) Sede Medellín crearon la primera herramienta virtual que le indica al usuario cómo hacer compensaciones. UN Periódico No 209, trae una interesante reseña de una práctica calculadora on line que permiteestimar qué tanto está contaminando el planeta y además saber cómo remediarlo. Todo proceso o actividad, dice al artículo, genera contaminación, y la sumatoria de estos deja un rastro difícil de ocultar, conocido como huella de carbono. Con su cálculo es posible conocer la marca que deja cada persona sobre el planeta en su vida cotidiana. Es un indicador que mide la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos directa o indirectamente a la atmósfera. Las severas variaciones climáticas, como consecuencia de la acción del hombre, han hecho que el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático determine que la temperatura media global pasará de 0,3 °C a 0,7 °C entre 2016 y 2035, o que en Colombia el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) proyecte que la temperatura promedio entre 2011 y 2040 aumentará 1,4 °C. Tal situación ha motivado la creación de mecanismos que permitan conocer el rastro contaminante tanto de las personas como de las empresas y los productos. Cacao y guadua Como parte de la investigación se adelantó una encuesta entre 82 estudiantes entre 18 y 25 años de edad. Como resultado se tuvo que una persona emite en promedio 1,2 toneladas de CO2 al año, y que entre los mayores factores de contaminación se encuentran los residuos sólidos producidos en los hogares (81 %), el consumo de energía (13 %), el transporte (6 %) y la alimentación (0,13 %). Para calcular las toneladas de emisiones por habitante al año generadas por el transporte, se multiplicó el número de viajes por semana, las 48 semanas al año y los kilómetros del recorrido de cada viaje. Después se dividió la eficiencia del combustible (16,66 km por litro) entre el factor de emisión de gasolina (2,77 kg de CO2 por litro) y la carga promedio de un transporte colectivo (14,4 personas). En cuanto al consumo de energía y gas la alimentación basada en productos de origen animal, y la generación de residuos sólidos, la operación matemática consistió en multiplicar la cantidad de kilogramos por cada día de los 365 del año, el contenido de materia orgánica por kilogramo de residuo sólido (0,55) y su factor de emisión (0,101 kg), la densidad del gas natural (1,77 kg) y el potencial del calentamiento global del metano (211), un gas efecto invernadero. Para concederle más nivel de detalle, los ingenieros se apoyaron en una base de datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Argentina, a la que adaptaron los valores de CO2 obtenidos en las encuestas. De esta manera, estimaron que para mitigar la huella de carbono, un habitante de Medellín necesitaría cultivar 28 plantas de guadua o 469 árboles de cacao. La primera especie transforma o fija 0,044 kg de CO2 por año, y la segunda 0,002 kg en el mismo periodo. ¿Por qué el cacao? El profesor Ramiro Ramírez Pisco, director del Laboratorio de Física y Conservación de Suelos de la Facultad de Ciencias, explica que la elección del cultivo del cacao para este proyecto se dio no solo porque es una especie que puede fijar CO2 por largos periodos, sino también por su importancia dentro de los programas del posconflicto y la sustitución de cultivos ilícitos, por tener potencial para aportar a la economía del país. Según el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Sostenible, durante el cuarto trimestre de 2015 la producción de cacao aumentó 32,6 %, mientras que en marzo de 2016 el incremento fue del 21 %. Con respecto a la guadua, esta cumple un rol importante en la construcción de muebles y viviendas, y además crece rápido y retiene agua. Para identificar el carbono acumulado en guadua y cacao, el porcentaje de humedad (la cantidad de agua que contienen y necesitan para mantenerse frescas) se multiplicó por el peso fresco y se determinó la biomasa. Las evaluaciones se realizaron en la Estación Agraria Cotové, en la vereda El Espinal del municipio de Santa Fe de Antioquia. Juan David Granada, estudiante de Ingeniería Agronómica y uno de los investigadores del proyecto, indica que el mayor depósito se presentó entre la base y las vainas tubulares, con 35,77 kg para guadua y 1,352 kg para cacao; en las hojas hubo 0,862 kg y 0,414 kg; en la raíz 7,797 kg y 0,612, respectivamente. Pagar por descontaminar Según los investigadores, con el calentamiento global surge la necesidad de proyectar cultivos de especies vegetales que generen valor agregado mientras capturan CO2. En su opinión, el hecho de que la mayoría de las acciones contaminantes se genere en las urbes es un impedimento para plantar árboles –como los propuestos en esta investigación– en otras zonas del país, sobre todo en áreas rurales. El profesor Ramírez considera que se trata de trabajo con beneficio mutuo, “así, las personas que habitan las zonas rurales estarían motivadas a continuar en ellas, mientras que en las ciudades se debe trabajar por la reducción de la contaminación”. En ese sentido, la iniciativa de compensar la huella de carbono a través de la siembra de cacao o guadua podría formar parte de las estrategias de pagos por servicios ambientales. En el mundo países como Reino Unido, Italia, Japón y Portugal son líderes en la compra de bonos de carbono, un mecanismo que moviliza recursos por cerca de 126.000 millones de euros. Un ejemplo de esta experiencia en Colombia es la del BanCO2, iniciativa que se ejecuta en ocho departamentos colombianos, entre ellos Antioquia, Boyacá y La Guajira. Mediante este programa, empresas y personas compensan su huella de carbono por medio de recursos económicos que les permiten a 960 familias de áreas rurales conservar el medioambiente. En ese sentido, la calculadora diseñada en la UN Sede Medellín se puede convertir en una herramienta funcional para certificar áreas de interés ambiental y ofrecer alternativas a los campesinos; así, por medio del pago por mitigar la huella de carbono de otras personas, se estaría contribuyendo a la conservación del medioambiente y a la prosperidad del campo colombiano. Por: Killy Alejandra Gutiérrez Guzmán, Unimedios Medellín. Consulte el artículo en el siguiente link: Calculadora.
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