maíz, soya, Arroz, ICA, Fenalce, precios, Meta, altillanura, piedemonte, alimentación, nutrición, semilla, riesgos sanitarios, producción agrícola, plagas de control oficial, normas sanitarias, reactivación, Seguridad Alimentaria, Soberanía alimentaria, tasa de cambio, Bolsa de Chicago, mercados a futuro, nacionalización, consumo, fletes, fábrica, alimentos concentrados, transporte, pollo, huevo, cerdo, pescado, leche, carne, productividad, ventaja comparativa, Ganadería, ganadería colombia, noticias ganade
Foto: acosemillas.org

Cargando...

El ICA fijó las fechas para la venta y siembra de maíz y soya en el Meta

Por - 24 de Agosto 2021

Algunos de los cultivos que siembran los ganaderos para contribuir en la alimentación y nutrición de sus animales son el maíz y la soya, pero no se puede hacer en cualquier momento sino de acuerdo con las fechas dispuestas por Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).


Algunos de los cultivos que siembran los ganaderos para contribuir en la alimentación y nutrición de sus animales son el maíz y la soya, pero no se puede hacer en cualquier momento sino de acuerdo con las fechas dispuestas por Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).

Es así como en días pasados, la entidad dio a conocer las fechas en que se puede hacer la venta y siembra de semilla en el departamento del Meta para el segundo semestre del año.

Esto se hace con el objetivo de disminuir los riesgos sanitarios en la producción agrícola y evitar la propagación de plagas de control oficial. (Lea: Cuatro estrategias para fortalecer productividad en la cadena del maíz

Para el caso de la altillanura el plazo para la venta de semilla de maíz es el 25 de agosto y para la siembra hasta el 5 de septiembre, mientras que para el caso de la soya son el 2 y 5 de septiembre respectivamente.

Entre tanto para el maíz, tanto de grano como de silo, en el piedemonte se puede vender semilla hasta el 10 de septiembre y los productores pueden sembrarla hasta el 20 del mismo mes. Para la soya la venta de semilla también es hasta el 10 de septiembre pero la siembra es hasta el 15 del mes.

Los productores de semillas de maíz y soya deben enviar a las oficinas del ICA en su jurisdicción, 10 días hábiles después de la fecha límite para venta de semilla, la relación de la cantidad vendida.

Así mismo, las personas que vayan a sembrar y vender estos productos deben cumplir con todas las normas sanitarias que establece el Instituto y usar insumos agrícolas con registro ICA para evitar afectaciones en la producción. (Lea: Conozca de la mano de investigadores los requerimientos del cultivo de maíz para hacer ensilaje)

Precio del maíz seguirá alto

De otro lado el gerente de laFederación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas y Soya (Fenalce), Henry Vanegas, señaló que “la pandemia de la Covid-19 nos enseña que ante las crisis debemos tomar decisiones con racionalidad, datos, hechos económicos, conocimiento y sin subjetividad. Con esa preocupación aún latente a nivel global y la urgencia en reactivar las grandes economías, condujo a un escenario internacional de precios altos de los commodities agrícolas como el maíz y la soya, que puede durar 3 a 4 años o incluso más, lapso que es preciso aprovechar si es que queremos algún día tener seguridad y soberanía alimentaria, reactivando el agro, implementando encadenamientos productivos agro-ganaderos, un suministro más estable de comida, que genere empleo para ayudar a reconstruir el campo y a dinamizar nuestra maltrecha economía y la paz social.

La gran demanda de alimentos elevó los precios en la Bolsa de Chicago y en los mercados a futuro se mantiene la cotización del maíz por encima de 220 dólares la tonelada y la soya más del doble. Partiendo de esos precios, con la tasa de cambio actual, arranca a $880.000 la tonelada puesta en Chicago. Sin embargo, como se debe traer al país se deben mirar los costos de nacionalizarla y ponerla en la puerta de la fábrica, que esté disponible para el consumo y es allí donde se debe evaluar su competitividad.

La subida del precio del barril del petróleo encareció los fletes, tanto fluviales (del cinturón maicero al golfo de México), como marítimos (de FOB Golfo hasta Puerto Colombiano CIF) y el transporte terrestre del puerto hasta la fábrica de alimentos balanceados o al sitio de consumo. Cada trayecto cuesta alrededor de 30 dólares por lo cual esos gastos de logística y portuarios acumulados alcanzan los 90 a 100 dólares por tonelada, equivalente a 360.000 a 400.000 pesos adicionales, sin contabilizar mermas, coberturas, opciones o instrumentos de manejo del riesgo, sobrecostos por demoras ni contratiempo alguno. Así las cosas, la tonelada de maíz importado sale en términos generales en $1,3 millones, explicó el dirigente gremial. (Lea: ¿Qué papel juegan EE. UU., China y Brasil en la subida del precio del maíz?)

Añadió que “al ser Colombia un país tomador de precio, dependiente de esas materias primas agrícolas para su producción pecuaria, ésta debe asumir un alto costo desde el origen y no hay como influenciar ni depende de nosotros el que estos granos básicos bajen de precio. Por el contrario, cada vez vamos a estar demandando más maíz y más soya para atender la demanda interna de alimentos balanceados para la producción de pollo, huevo, cerdo, pescado, leche, carne y alimento para las mascotas, además del consumo humano y otros usos industriales”.

Frente a ello, dijo, se abre una oportunidad de mercado para el maíz colombiano y de crecer al 6% lo cual se ha venido consolidando poco a poco, demostrando que el duro cristalino Flint que produce el país es de una mejor calidad que el dentado que se importa; las productividades alcanzadas con maíz tecnificado en zonas con ventajas comparativas y buena oferta ambiental (8 a 10 toneladas por hectárea) y las características de textura, sanidad e inocuidad y frescura de un maíz nacional que es apetecido por el consumo humano, al punto que la industria pecuaria podría mejorar aún más sus altos índices de productividad si incorporara el maíz local en sus preparaciones tal como lo demuestra la experiencia de Fazenda produciendo carne de cerdo con alta calidad competitiva desde Llano adentro.

Sin embargo, se hace necesario que todos los actores de la cadena reconozcan que este mercado local sigue siendo funcional y que no se requiere imponer las condiciones de negociación de otras latitudes.

Además, al ser Colombia un país de regiones, las zonas productoras de maíz y de soya o de arroz que roten con estos cultivares entre más alejadas de los puertos van a tener una mayor ventaja comparativa frente al importado, lo cual torna más atractivo el precio a competir con el importado en la puerta de la fábrica y los centros de consumo regionales, señaló Vanegas. (Lea: Precio del maíz alcanza un máximo histórico que no se veía desde hace 8 años)

Todo indica que los factores que contribuyen a la formación del precio del maíz en el mercado interno están y van a seguir alineados con una tendencia sostenida al alza (precio internacional, fletes y precio del dólar) y al no depender de una sola variable es garantía de estabilidad en el mediano plazo y permite augurar precios altos para el maíz y la soya de producción local no sólo en esta sino en las cosechas venideras, concluyó el directivo de Fenalce.  

Las más vistas