crisis lechera en Santander
Foto: CONtexto Ganadero.

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Panorama oscuro para el sector lechero en Santander

Por - 31 de Julio 2013

El precio del litro de leche en Santander va en caída en los últimos meses, al igual que en otras zonas del país.


El precio del litro de leche en Santander va en caída en los últimos meses, al igual que en otras zonas del país.

La crisis del sector lechero también se agudiza en el departamento, ubicado en el oriente colombiano, por el alto costo de los insumos, el deterioro de la malla vial, los cambios climáticos y las pocas garantías del Gobierno de ayudar con recursos, subsidios y tecnología.

En las provincias Guanentá y Comunera de Santander el litro de leche está en $750 cuando hace 10 años el producto valía $700. Más grave aún, en el sur de Bolívar el precio descendió a $500. (Lea: Santander proyecta exportar cacao a Suiza en 2 años)

Mientras el sur del país ha estado marcado por el invierno en el segundo semestre de 2013, en Santander, el verano se quedó a dormir desde noviembre de 2012. Básicamente no cae una gota de lluvia en municipios de la zona Guanentina y Comunera. Los productores entonces han optado por bajar el cupo de ganado hasta un 80%, comprar pasto o trasladar los bovinos a lugares donde encuentren agua.

Carlos Andrés Pinilla Galvis, presidente del Comité Ganadero de la Hoya del río Suárez, señaló que los productores no han regalado la leche como en Antioquia o Córdoba, la venden igual que antes, pero no negó que la producción ha disminuido, porque el ganado “se muere de hambre”.

Crisis por TLC

La importación de lactosueros y leche ha sido la piedra en el zapato para los ganaderos que no pueden competir con los bajos precios de los lácteos que llegan de otros países.

El año pasado (2012) se importó mucha leche y se está venciendo. Por eso lo que hacen las empresas es bajar el precio para salir de esa mercancía y no se puede competir con esos valores”, afirmó Pinilla Galvis. (Lea: Crisis ganadera en Santander por el inclemente verano)

Entre tanto, el presidente del Comité Ganadero de la Hoya del Río Suárez señaló que un problema más se percibe con los insumos, aun cuando bajaron un 10% desde el primer semestre de 2013, “el valor igual sigue siendo costoso comparado con la venta de la leche”.

Un peligro más se asoma con la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea desde el próximo primero de agosto, puesto que allí se tiene un ordeño de 24 millones de ejemplares, que es todo el hato ganadero de Colombia.

Reducción de la producción de leche

Pero la crisis del sector lechero no es actual, se ha desencadenado desde años atrás con la caída de la producción, como lo ha sufrido la empresa Coaprisa, en Sabana de Torres, que pasó de acopiar 17 mil litros de leche a tan solo 7 mil.

Marina Suárez, ganadera del municipio de Socorro, Santander, aseguró que los pequeños y medianos productores son los más olvidados y deberían estar en la lista de prioridades del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. “Lo que más necesitamos son subsidios para responder al bajo costo de la leche y para que sigamos produciendo porque así como vamos, tendremos que dedicarnos a otra cosa”, anotó la afectada.

Sin vías en Santander

Los 87 municipios que conforman el departamento tienen vías secundarias y terciarias en completo abandono. Son caminos de herradura por los que transitan, por obligación, camiones con productos alimenticios.

Ante eso, el flete por viaje se paga a $100, cuando en zonas con vías pavimentadas se asume un costo de solo $40. (Lea: Invertirán $45 mil 440 millones en vías terciarias de Santander)

Clara Mercedes Torres, coordinadora de la Unidad regional de Desarrollo Ganadero, de la Federación Colombiana de Ganaderos, en Santander, consideró que la situación del sector lechero en el departamento es “crítica” por la falta de políticas claras para ayudar a los ganaderos.

“No sabemos si los ganaderos van a seguir produciendo leche; no saben si es rentable, por eso en el departamento el panorama es oscuro”, aseveró Torres. 

Es así como el futuro es incierto para las 50 mil familias de Santander que viven de la explotación lechera.