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Tributaria afecta a pequeños negocios del país y aumenta inflación

Por - 29 de Agosto 2022

Aunque el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, ha dado señales de flexibilizar algunos aspectos del proyecto de reforma tributaria, todavía hay gran inquietud en algunos aspectos que afectarán a las clases menos favorecidas que son las que quiere ayudar el gobierno.


Aunque el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, ha dado señales de flexibilizar algunos aspectos del proyecto de reforma tributaria, todavía hay gran inquietud en algunos aspectos que afectarán a las clases menos favorecidas que son las que quiere ayudar el gobierno.

Un informe de Fenalco y otro de la firma Raddar, dan cuenta del impacto que tendría, por ejemplo, el gravamen a los alimentos ultraprocesados y a las bebidas azucaradas, que tiene un alto consumo entre las personas de bajos ingresos.

Según el análisis de Raddar, la propuesta de poner un 10 % de impuesto al consumo a los productos ultra procesados y una tasa a las bebidas gaseosas, podría generar un aumento en la inflación anual en Colombia de 1,89 %, que es lo mismo que si se pusiera medio punto de IVA adicional a todos los productos que tienen IVA, reduciendo el ingreso disponible de los hogares en cerca de un 8 %, con un mayor impacto en los hogares de ingresos bajos y vulnerables.

Estas medidas esperan generar un recaudo de más o menos $1,5 billones, de los cuales sólo el 7 % se generaría en ingresos altos.

Así mismo indica que el propósito del impuesto que es reducir la ingesta de estos productos no se ve muy posible dado que la inflación de estos mismos en 2022 ya supera el 10 % y la demanda no ha caído. (Lea: La reforma tributaria de Petro se centra en los impuestos a personas naturales)

Entre tanto, el más reciente estudio económico de los tenderos realizado en agosto de 2022 por Fenaltiendas, evidencia que este segmento del comercio no ha logrado la dinámica de crecimiento que tenía antes de la pandemia. A los ya superados obstáculos registrados en el 2021, como consecuencia de los paros, este año la inflación los ha hecho enfrentar el alza de diferentes productos representativos de la canasta familiar.

Según los resultados del estudio, más de la mitad de los tenderos contactados reportaron tener un nivel de ventas inferior al que tenían antes de la pandemia, lo que afecta especialmente a las mujeres, quienes son el 52 % de las propietarias de estos negocios.

Adicionalmente, el impuesto a bebidas, pasabocas (papas, galletas, ponqués dulces) y carnes frías que propone la reforma tributaria, incrementaría sustancialmente los precios de los productos que más alta rotación tienen en las tiendas y que más rentabilidad generan.

“Si bien el comercio formal logró con mucho esfuerzo sortear los obstáculos, no solo de la pandemia, sino de los acontecimientos posteriores; las tiendas de barrio, que en su mayoría (95 %) están ubicadas en estratos 1, 2 y 3, se quedaron rezagadas, especialmente porque este año se ha sentido fuertemente el encarecimiento de alimentos y bebidas (entre 15-30 %).

“La llegada de nuevos impuestos que golpean directamente los ingresos y las utilidades de las tiendas amenazaría la sostenibilidad de los tenderos y sus familias, lo cual podría generar que, en caso de darse esta realidad, un 52 % cerrara definitivamente sus negocios. Eso equivale a 250.000 tiendas”, afirmó Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco. (Lea: Más impuestos para financiar programas sociales de Petro)

Esta situación se hace más complicada si se tiene en cuenta que para más del 90 % de los tenderos de Colombia, su negocio es la principal o única fuente de ingresos, de la cual vive su núcleo familiar, compuesto en promedio por cuatro personas.

El proyecto de reforma contempla que en el caso de los alimentos ultraprocesados, la base gravable será el precio final de venta, la cual tendría una tarifa de 10 %, mientras que para las bebidas se aplicará de acuerdo al contenido de azúcar en gramos por cada 100 mililitros.

Siendo así, las que tengan entre cuatro y ocho gramos tendrían una tarifa de $18 por cada 100 mililitros y más de ocho gramos $35, mientras que las bebidas con menos de cuatro gramos no tendrían que pagar impuesto adicional

Por el lado de alimentos, estarán las papas fritas; los patacones; barquillos, obleas y wafles; harina y polvo comestibles; la carne y despojos comestibles el manjar blanco o dulce de leche; los ponqués y tortas; las galletas dulces (con adición de edulcolorante); los snacks o pasabocas empacados; los embutidos y productos similares de carne o despojos; los helados y postres a base de leche, el arequipe y los chicharrones.

En el caso de las bebidas: zumos, néctares de fruta; mezclas en polvo; concentrados; jarabes que después de su mezcla o dilución permiten la obtención de bebidas azucaradas; las bebidas a base de fruta en cualquier concentración, energizantes o saborizadas; bebidas azucaradas, energizantes y saborizadas; bebidas gaseosas o carbonatadas; bebidas deportivas; aguas endulzadas o saborizadas; bebidas a base de malta y en general, cualquier bebida que contenga azucares añadidos o edulcolorantes.

Tras presentar la reforma tributaria a las comisiones económicas del Congreso de la República, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, señaló que junto con el Ministerio de Salud ya se está evaluando la posibilidad de “racionalizar” la lista de alimentos ultra procesados que pagarán impuesto.

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