'Maestros del agro': El Remanso, un ejemplo de ganadería lechera sostenible
PorCONtexto ganadero-11 de Octubre 2024
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Por - 10 de Diciembre 2021
Conozca algunas recomendaciones para manejar los diferentes tipos de estrés que experimentan las terneras en el destete con base en un trabajo realizado en una granja en México que obtuvo becerras destetadas a los 6 meses de edad con estatura, peso y condición corporal adecuados.
Conozca algunas recomendaciones para manejar los diferentes tipos de estrés que experimentan las terneras en el destete con base en un trabajo realizado en una granja en México que obtuvo becerras destetadas a los 6 meses de edad con estatura, peso y condición corporal adecuados.
Joel H. Velasco Molina, asesor técnico de ABS México, explicó que la transición requiere del desarrollo físico y metabólico del rumen, que coincide con el desarrollo del aparato salival y varios ajustes fisiológicos a nivel hepático e intestinal.
Además, la transición de dieta líquida a la alimentación sólida típicamente ocurre antes de que se complete la colonización microbiana completa del rumen. (Lea: 10 claves para hacer del destete una transición cómoda y tranquila)
Las terneras en su desarrollo de monogástricos a rumiantes pueden ser afectadas por algún tipo de estrés o por la interacción de varios a la vez, entre los que se encuentran el nutricional, el social (animal y humano), patológico y medioambiental.
El autor aseguró que los efectos negativos de las diversas clases de estrés no pueden ser eliminados totalmente pero sí se pueden amortiguar los efectos negativos en la crianza de reemplazos lecheros. Para moderar el estrés, ofreció los siguientes tipos:
Comenzar a incluir en la ración alimenticia, en la medida que se disminuye la dieta líquida, además del concentrado iniciador, por lo menos un 5 % de heno de alfalfa. Con esto se busca:
Incentivar un mayor consumo diario de ración.
Promover que la ingesta de alimentos sólidos sea mayor posdestete.
Dejar las terneras en sus corrales por 1 o 2 semanas posdestete, pues más tiempo es contraproducente: el espacio físico es reducido por cuanto a que orinan y defecan más, lo cual propicia acumulación de amonio, criadero de larvas y moscas.
No hay que realizar prácticas estresantes para las terneras tales como la vacunación, el descornado, el descolado, entre otras que puedan ocasionar malestar, de 2 a 3 semanas previas al cambio de jaula a corral. (Lea: ¿Conoce los diferentes tipos de destete en bovinos?)
Reducir el estrés social que se produce en las crías cuando pasan del confinamiento individual a competir en un ambiente desconocido (corral) con compañeras más numerosas y de mayor peso y/o edad. Para ello se pueden juntar dos crías desde el nacimiento en un mismo corral.
El traslado de jaula a corral debe hacerse en horas de poco calor y de forma amigable, sin gritos, ni golpes ni jalones de orejas. Además, el corral de recibo de estas terneras en transición tiene que ubicarse lejos del de animales de más edad.
En el corral de transición deben juntarse entre 10 y 12 animales de edad similar (con 1 o 2 semanas de diferencia). Pasados los 3 meses de edad se puede aumentar la cantidad de animales. El corral debe ser de 3 m2 por becerra, con pisos secos y suficiente sombra.
Alimentar solamente concentrado iniciador (de por lo menos 20 % de proteína) o que este constituya el 90 o 95 % de la ración diaria total, y que el restante 5 o 10 %, sea de heno de alfalfa en trocitos de 2.5 centímetros.
Que el agua limpia (sin estiércol y/ o tierra u otros materiales) no contenga más de 2 mil ppm de sólidos totales disueltos, y para el caso del sodio y el cloro se recomienda 100 ppm/l y 250 ppm/l, respectivamente. Por cada kilo de concentrado se necesitan de 4 litros de agua.
Desde los 3 meses de edad es recomendable la alimentación de la ración integral balaceada conforme a los requerimientos de National Research Council (NRC) 2001 de los Estados Unidos con base en análisis bromatológicos de los forrajes usados (henos, ensilajes, pajas, etc.).
Según el NRC, los bovinos entre 3 y 6 meses de edad deben consumir alimentos que contengan entre 3-7 kg de materia seca, entre 17-18 % de proteína de MS, entre 35-40 % de proteína no degradable (PND) y entre 10.2-10.4 MJ/kg de energía metabolizable.
Las necesidades de minerales (macro y micro) y de vitaminas (A, D, E, etc.) también deben haber sido consideradas al balancear la ración. También hay que tener en cuenta que los consumos de MS fluctúan cercanos al 3 % según el peso del animal (dependerá del % de FND de la ración.)
Se espera que las ganancias diarias de peso corporal sean de alrededor de 800 g /día en becerras holstein y pardo suizas, y de 500 g /día en las jersey (se pretende no acumular grasa en la glándula mamaria), de acuerdo con lo señalado por el autor.
Incluir en las raciones alimenticias ionóforos como monensina sódica o lasalosida sódica. Tales ionóforos tienen acción coccidiostática (prevención de coccodiosis) y de promotores del crecimiento (elevan la eficiencia de conversión alimenticia).
Monitorear sistemáticamente la curva de crecimiento de las becerras y las vaquillas, pesando, tallando y calificando la condición corporal. El objeto es verificar la eficacia y eficiencia de los programas de alimentación y manejo general del hato de reposición.
Elaborar conjuntamente entre el ganadero, administrador, médico veterinario y los trabajadores encargados de la crianza un plan de manejo centrado en el bienestar animal, que englobe la bioseguridad y el confort de las becerras y las vaquillas.
Se debe elaborar un calendario vacunal y de desparasitación (interna y externa) sugerido por el veterinario. Con ello se busca evitar la entrada de enfermedades, adquiriendo ganados con historia clínica, y contemplando cuarentenas y el transporte seguro.
Hay que vigilar seguridad sanitaria en la entrada de personas ajenas a la empresa y/o al área de la crianza, procurando que el personal haga la desinfección de sus prendas y calzado y use guantes de nitrilo en sus quehaceres para evitar el contagio de animales o de personas.
Se debe aislar a las becerras enfermas y deshacerse de las muertas adecuada y prontamente, así como efectuar un estricto control de roedores (ratas, ratones, etc.), pájaros, perros y gatos. (Lea: Destete temprano, forma clave de incrementar la preñez)
Tomar en cuenta en el confort la temperatura y humedad ambiental: proteger del frío (humedad, chiflones, etc.) y del calor (índice de temperatura y humedad de 72 a 74: prende la alarma) usando sombras altas y bien orientadas, ventiladores, mojado, etc.
En la calidad y el movimiento del aire hay que fijarse en que no se de ventilación que mueva aire de zonas de animales enfermos a zonas de animales sanos; también hay que reducir olores, polvos y estiércol (al remover los pisos) y gases (amonio, óxido nitroso, bióxido de carbono, metano, etc.).
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