Algunas claves que usted debe tener en cuenta sobre el enfardado del heno

El “Manual de cómo elaborar un buen heno de calidad” de Fedegán-FNG y SENA, escrito por el PhD Gilberto Alonso Murcia Contreras, detalla cómo se lleva a cabo el proceso para enfardar el heno, que consiste en recoger el forraje y compactarlo en pacas para facilitar su transporte.

En la producción mecanizada de heno, el enfardado más común es hecho por máquinas accionadas por el tractor que recogen el forraje ya cortado y seco. Así se pueden realizar 2 tipos de fardos o pacas dependiendo de las necesidades y disponibilidad de maquinaria.

El primer tipo es el estándar en forma de un prisma rectangular que puede pesar entre 15 y 25 kg o más, según la compactación o la densidad ajustada del fardo y el contenido de humedad, de dimensiones pequeñas con la facilidad de manipularlo manualmente.

Estos fardos son prácticos para manejar y proporcionan comida suficiente para cuatro a diez vacas lecheras, además de ser útiles cuando es necesario suministrar pequeñas raciones a alguna distancia del depósito en instalaciones no adaptadas al manejo mecanizado.

De acuerdo con Murcia, el segundo tipo de fardos corresponde a los grandes, de forma cilíndrica que pueden llegar a pesar 500 kilos y su manejo es mecanizado, usando un cargador frontal en el tractor. (Lea: Conozca los tipos de enfardadoras que se comercializan en el país)

Volviendo al primer tipo, reveló que hay dos tipos estándar; la mayoría corresponde al tipo de “cabeza de carnero cortadora”, en la cual el elemento de vaivén que comprime el forraje recibe ese nombre y tiene una cuchilla para cortar el forraje al final de cada golpe.

Según el experto, si la cuchilla está bien colocada y su mantenimiento ha sido adecuado, se formarán núcleos de forraje que después pueden ser fácilmente separados. La densidad del fardo puede ser ajustada por medio de la regulación de las láminas elásticas.

En la mayoría de las enfardadoras, el largo del fardo puede ser ajustado a una medida entre 1,5 y 2 veces el ancho del fardo, aunque existe oferta de máquinas que los hacen de diferentes tamaños y pesos. (Lea: Estas son las ventajas y las desventajas de la henificación)

El levantador o alimentador de la enfardadora debe ser lo suficientemente ancho como para trabajar en un cultivo denso y tomar un corte de al menos 1,5 m de ancho. El flujo del forraje debe estar libre de obstáculos y las máquinas deben ser de fácil ajuste.

Si la alimentación no es uniforme, el fardo se curvará desde el lado más denso y las ataduras o amarres se pueden soltar. Además, precisó el investigador, la enfardadora y la atadora necesitan un buen mantenimiento en la temporada de descanso.

La máquina debe ser ajustada de acuerdo al tipo de heno y a su contenido de humedad, que varía según la hora del día y su posición en el campo, por lo que es importante la atención continua del operador del tractor que verifique que el proceso se haga con normalidad.

El heno húmedo produce fardos pesados que pueden romper las ataduras si son demasiado densos o grandes, en tanto que un heno liviano con muchos tallos produce fardos livianos con ataduras flojas. (Lea: Henolaje: alternativa potencial que se debe promover en la ganadería)

Los fardos deben ser examinados respecto a su contenido de humedad ya su forma a medida que dejan la cámara de compresión. Los que tengan alto contenido de humedad deberán ser más livianos que los fardos más secos. Sin embargo, el contenido de humedad a la hora de enfardar debe ser la adecuada para evitar daño en el heno, especialmente en regiones de trópico alto como la sabana de Bogotá.