raíces de pastos
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Buen estado de las raíces mantiene nutridos los pastos

Por - 28 de Julio 2017

La sequía altera los componentes nutricionales de los forrajes que consumen los bovinos. Sin embargo, raíces de pastos que han sido cuidadas de forma adecuada pueden resistir más fácilmente épocas de verano como las que actualmente se viven en varias regiones del país.


La sequía altera los componentes nutricionales de los forrajes que consumen los bovinos. Sin embargo, raíces de pastos que han sido cuidadas de forma adecuada pueden resistir más fácilmente épocas de verano como las que actualmente se viven en varias regiones del país.   Sergio Mejía, ingeniero agrónomo, PhD en ciencias agrarias e investigador de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Corpoica, señaló que a las raíces, como no se les suele ver con facilidad, “no se les presta atención y son lo más importante de la planta”.   Su anotación la sustentó al decir que no todas las raíces son similares y se necesita conocer el comportamiento de ellas en compañía de los tallos, hojas y follaje de las pasturas. (Lea: Cría exitosa de vacas en fincas con piedras y laderas sí es posible)   “La planta y todo lo que esta en ella, refleja el desarrollo de las raíces”, apuntó.   José Carlos Marrugo, ingeniero agrónomo y líder de pasturas de Colinagro, dijo que la raíz es el principal “órgano por medio del cual el pasto explora el suelo en busca de agua y minerales”.   En la medida en que las raíces tengan un adecuado desarrollo tendrán la posibilidad de absorber e incorporar nutrientes que el pasto necesita para su crecimiento.   Las raíces, ahondó Marrugo, sirven de sitio de reserva de nutrientes energéticos para la recuperación de la pradera después de un pastoreo.   Ellas son las que brindan salud al forraje, por eso, “un pasto con buen volumen de raíces puede verse menos afectado en época de sequía”, expuso el líder de pastos de Colinagro. (Lea: 3 especies ideales para establecer SSPi en el trópico alto)   Ricardo Antonio Ramírez, ingeniero agrónomo, indicó que las raíces de un forraje que consume el ganado tienen un desempeño aceptable cuando se parte por evaluar el tipo de suelo donde se sembrará un forraje, mediante un estudio bromatológico y se prosigue a hacer una calicata.   “Se analiza el suelo con un estudio y con una calicata porque en el suelo se forman capas duras y si eso pasa el agua no penetrará hasta las raíces”, profundizó Ramírez.   La calicata es un hueco que se hace al suelo para conocer el estado de varias de sus capas y así evitar erosiones o daños durante el pastoreo. “Puede ser de un metro cúbico de profundidad para mirar el perfil del predio”, recomendó Ramírez.   Esa medida evitará la erosión y que cuando llueva el agua pase solo por la capa superficial del suelo y, por el contrario, penetre hasta las raíces que dirigirán sus nutrientes hasta las hojas.   El PhD de Corpoica añadió que se han encontrado raíces mucho más profundas que otras por el grosor que las caracteriza. Estudios han demostrado que una planta con una raíz delgada tolera con más tranquilidad las condiciones de estrés provocadas por la sequía.   “Entre más finas sean las raíces más capacidad tiene la planta de absorber nutrientes de agua. También hay una correlación con el uso del fósforo. Ese tipo de planta, con raíz fina, absorbe mejor este mineral” complementó Mejía.   Así se nutre la raíz   Tras la comprensión de la importancia de la raíz en el desarrollo de las pasturas que consumen los bovinos, el investigador de Corpoica manifestó que el suelo requiere de fertilización, labranza vertical y profunda y del cubrimiento de todo el potrero con una especie vegetal.   Si en el predio se encuentran áreas descubiertas de forraje y el ganado pisa esa zona, con el paso de los días aumenta la degradación de suelo por la presión que ejerce la pezuña de los semovientes en el suelo. (Lea: Ganadero, combata las heladas con los pastos adecuados)   “Siempre se debe ver el forraje en todo el potrero de la finca. Si se dejan áreas descubiertas se degrada el suelo por compactación y eso hará que haya pobre desarrollo radicular y vamos a tener menos disponibilidad de nutrientes al no encontrarse suficientes raíces que los absorban del suelo”, aclaró Mejía.    Concluyó que los cultivos de pasturas para el ganado se basan en un mejor desarrollo de sus raíces. “Hay que cuidarlas y trabajarlas”, toda vez que los bovinos transformarán los nutrientes recibidos de los forrajes en leche y carne para el consumo humano.