Conozca por qué en las ‘vacas flacas’ no debe disminuir la inversión de suplementación

En momentos de crisis financiera dentro de las ganaderías, con frecuencia los productores suelen hacer recorte de algunos gastos que muchas veces deben ser analizados, según mencionan algunos expertos en el tema.

Luis Fernando Méndez, ingeniero agrónomo y gerente de Zootech Energytech SAS, indica en una charla para Fedegán que cuando un productor se siente afanado en la coyuntura de crisis económica, normalmente piensa en bajar el costo de suplementación, siendo una medida que se ha vuelto muy común en el sector. (Lea: 3 pasos para crear el plan de suplementación en su finca)

De acuerdo con Méndez, este podría ser “un error, pues los costos de suplementación en alimentación concentrada no se disminuyen, se optimizan y una de las formas de hacerlo es través de la mejora de las pasturas, pero no recorten los costos”.

El experto asegura que hay que mirar dentro de cada ganadería si se está haciendo la lactancia de las vacas de forma adecuada, pues es importante saber si estos animales se están suplementando gracias a su mérito productivo.

En palabras de Méndez, esto es un aspecto “que a muchos nos hace falta desarrollar bien y me incluyo. Por eso vuelvo y digo, que la inversión en suplementación es un tema de optimización porque sin suplementación se pierde capacidad de ingesta en forrajes y apropiación de nutrientes”. (Lea: Consejos prácticos para suplementar)

Hay que tener claro que la suplementación genera el uso óptimo de la pastura, teniendo en cuenta que se debe entender que la suplementación no es un dador de nutrientes, sino que es un optimizador de la extracción y síntesis de nutrientes de los pastos.

“Cuando uno entiende claramente este concepto que la suplementación lo que hace es facultar a la vaca para extraer y sintetizar más nutrientes, entonces nos daremos cuenta que esta es totalmente necesaria. Y cuando eso pasa crea una gran virtud y hace que la vaca coma más pasto”, asegura Méndez.

Esto quiere decir que si la vaca consume más pasto, entonces esta va a producir más sin llegar a pasar al otro nivel que está ligado a los excesos de proteínas, pues según el académico, “cuando en la suplementación se excede en proteína se puede generar sacrificios en el desempeño reproductivo con los consecuentes daños fisiológicos y económicos que se derivan de esto”, agrega Méndez.

Uno de los puntos claves que menciona el experto es que la suplementación no es el único factor que marca la utilidad, por lo tanto hay casos en los que cuando se invierte poco o en exceso en suplementación, las retribuciones económicas son bajas.

“Deben haber unos aspectos óptimos que se deben arreglar o analizar con los zootecnistas para saber cuál es la cantidad ideal de suplementación que debe consumir su hato y cada una de las vacas que lo conforman”, manifiesta Méndez. (Lea: ¿Por qué consultar a un profesional a la hora de suplementar?)

Esto quiere decir que a la hora de las ‘vacas flacas’, lo primero que debe hacer el productor es optimizar las pasturas que le está suministrando a su ganado, para así tener claro que la inversión que se hace en suplementación no se debe disminuir, sino que se debe analizar y mejorar para que los animales tengan los mejores nutrientes.