En qué casos no es buen negocio hacer un levante de terneras

El levante de terneras no es recomendable para todos los ganaderos ya que hay momentos en que resulta mejor comprar los animales de remplazo en lugar de hacer todo el proceso de cría.

Según Antonio del Dago, de Hacienda La Verónica, si se tiene una finca pequeña y allí se tiene un proyecto lechero desarrollado y se necesita que todos los ingresos que produzca la finca sean por la venta de la leche no es recomendable hacer el levante porque si se hace va a tener que destinar parte de la comida y de la leche a la cría de esos terneros, reduciendo los ingresos.

Un levante de terneros en un espacio pequeño, si no se tiene la comida suficiente ni el capital para sostener estos animales durante todo el tiempo que requiere dicha actividad, no será rentable.

Un levante de terneros lo que hará, en un futuro cercano, es restar capacidad de alimento para los animales que producen y sostienen el negocio, así que no es conveniente que dicha producciones e ingresos se vean mermadas. (Lea: Aspectos a tener en cuenta para un exitoso levante del ganado))

A su vez, Kevin González en una nota del portal zoovetesmipasion.com señala que la cría de terneras para reemplazo, es una actividad que determina la renovación del hato y permite hacer un mejoramiento genético. Actualmente la mayoría de las explotaciones lecheras tienen problemas en la cría de becerras, debido fundamentalmente a la cantidad y costo de alimentación de la ternera, control sanitario y manejo en general, pues cualquier alteración que ocurra en el estado de salud de los animales produce disminución del desempeño y rentabilidad del hato.

La recría es un componente vital en los hatos lecheros más modernos, pues el momento más crítico en la vida de un reemplazo es durante sus primeros días de vida. La becerra nace con un potencial genético predeterminado, el cual puede ser afectado permanentemente por las decisiones de manejo implementadas a lo largo del período de crianza y por los factores ambientales.

Por su parte, del Dago indica que otra de las razones para no dedicarse a esta labor es porque no se tiene la experiencia ni se tiene en la finca una persona que se encargue de esta labor lo cual va a generar complicaciones porque es muy posible que los animales se atrasen en su crecimiento lo cual repercute en mayores costos e incluso  puede haber enfermedades y hasta ocasionar muerte de algunos de ellos.

Otra de las razones para no hacerlo es porque no se cuenta con un buen reproductor en la finca o no se maneja la inseminación artificial y por lo tanto las crías que se van a tener no serán lo productivas que se necesitan. Si no se tiene descendencia que valga la pena hacer una reposición es mejor no hacer ese levante. Es mejor que una vez descalostrados esos animales se vendan.

La reproducción bien manejada genera óptimos resultados pero aún así solo se logra tener una cría por año pero si no se tiene un buen toro orientado a las necesidades productivas del hato tener crías no será adecuado y hacer un levante de las mismas es un error ya que a la hora de ser ordeñadas no darán buenas producciones pero generarán gastos en administración y manejo. (Lea: ¿Sabe usted de qué depende la calidad del levante?)

Si por necesidad se deben levantar las crías que producen las vacas se debe procurar que sean animales de calidad y que se garantice una buena reposición.

Todas las fincas necesitan hacer reposición pero si no se puede tener las crías a tiempo para hacer la reposición es mejor no realizar el levante y buscar una buena ganadería para comprar las novillas preñadas en el momento indicado.

Cualquier finca tiene una capacidad de carga y si no se puede aumentar se debe hacer un remplazo que puede ser del 20 al 30 % al año pero si no hay la forma de realizar el levante para dicho fin es mejor no hacerlo.

El levante de una cría es costoso y si no se realiza bien para acortar los tiempos no es conveniente hacerlo. Hay que tener en cuenta que una ternera que empieza su levante va a necesitar varios años para que sea productiva por lo que si se necesita hacer una reposición debe ser pequeña.

De acuerdo con lo dicho por González, las novillas no retornan el capital invertido hasta 30-36 meses después de nacer o aún más, cuando ofrezca su primera cría al sistema y genere ingresos por producción de leche. Cuando el primer parto es tardío, se atrasa también la producción de leche, haciendo a las fincas cada día más improductivas; a ello se suma el incremento en los costos de insumos, estancamiento en precios de venta, modificación del sistema y pobre aprovechamiento de la producción. Del manejo cuidadoso de los reemplazos del hato dependerá el éxito y las ganancias económicas. (Lea: Qué debe analizar en el levante de terneros)

Igualmente hay que tener en cuenta, según del Dago que si se maneja la biotecnología y se pueden producir unas crías de calidad que sean apetecidas y bien pagas es una oportunidad de negocio y es más rentable vender las terneras y terneros una vez hayan sido descalostrados en lugar de levantarlos ya que además de los ingresos por la producción de leche se tendrá uno adicional por la venta de estos animales.

La ganadería debe verse siempre como un negocio que debe generar ingresos permanentemente para mantenerse a flote y suplir las necesidades del productor, concluyó.