Ganado en pastoreo
Foto: periodico.unal.edu.co

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Estrategias para mejorar la eficiencia en el periodo de transición

Por - 27 de Diciembre 2022

Independiente del sistema de producción, es común encontrar en los hatos lecheros el “Síndrome de la Baja Fertilidad” (SBF), por lo que se requiere identificar, comprender y corregir este problema.


Independiente del sistema de producción, es común encontrar en los hatos lecheros el “Síndrome de la Baja Fertilidad” (SBF), por lo que se requiere identificar, comprender y corregir este problema.

Según Ángel Gago, socio fundador de AGQ Nutrición y químico nutricionista, hay un “terror que los agricultores experimentan observando el incremento incesante de los días abiertos del hato/ campo” y como la situación se complica a medida que pasa el tiempo y las vacas siguen abiertas.

En esos momentos no existe una solución simple e inmediata que permita atajar la hemorragia económica que se produce. Desafortunadamente, incluso las intervenciones de reinicio de ciclo e inseminación artificial forzada no siempre consiguen que la vaca se quede finalmente preñada y su gestación prospere, señaló en una nota de infortamboandina.co

El SBF se puede observar con una alta proporción de vacas que ni ciclan ni expresan celos, aún mucho después del Período de Espera Voluntario (PEV).

Las vacas que expresan celos débiles y silentes, o que, quedándose preñadas tienen una alta tasa de reabsorciones embrionarias son víctimas de este síndrome. El resultado, en todos los casos, son vacas abiertas con DEL muy altos (>150- 200 e incluso >250 días). (Lea: ¿Sabe usted que con el calendario de celo evita pérdidas de días abiertos?)

Gago considera que, a nivel reproductivo, la media de los días abiertos es el parámetro reproductivo más importante para monitorizar. El óptimo según diferentes modelos matemáticos, está en 110 días. Pero a nivel de hato, indicó que “no se debe cometer el error de considerar exclusivamente la media sin conocer la dispersión como la desviación estándar” ya que “la desviación estándar indica cómo de dispersos están los días abiertos en el hato”, pudiéndose dar que “hatos con medias aceptables, resultan tener dispersiones muy grandes que indican que hay una alta proporción de vacas que preñan muy pronto y otras extremadamente tarde”.

Ambos casos son anti-económicos, siendo importante recalcar que cada día abierto pasado el óptimo no tiene un coste lineal, sino exponencial. En los diferentes modelos matemáticos, no sólo se tiene en cuenta el costo de oportunidad, la producción de leche actual y futura, los costos por sistemas de reproducción asistida, costos de manejo así cómo los asociados a la recría de terneras al aumentar la tasa de eliminación de vacas por fallar en su reproducción.

La reducción de los días abiertos permite aflorar utilidades entre un 100 y 198 %. Por ejemplo, un hato tipo de 200 vacas de 8000 litros de media, que reduzca sus días abiertos de 180 a 120 días, pasaría de obtener un margen bruto de 72,731 USD a 112,608 USD, o un 133 % más.

Gago apuntó la causalidad que se ha establecido entre el Balance Energético Negativo (BEN) que se gesta en el pre-parto y durante todo el proceso de transición, y el performance reproductivo. Efectivamente, el SBF es la consecuencia de presentar animales a periodo de inseminación en un estado nutricional bajo y con una salud metabólica dañada.

Afirmó que “el mejor plan de acción que un ganadero puede realizar para reducir el SBF y los días abiertos, es asegurarse de que sus vacas en pre-parto no sufran un BEN severo, no movilicen su grasa corporal de forma descontrolada, generando cuadros de hígado graso, cetosis clínicas y, sobre todo, subclínicas”. (Lea: La tasa de detección de celo (TDC))

Por eso concluyó señalando que toda intervención que se haga siempre debe ser en el preparto para que los lecheros reciban vacas sanas en inicio de lactancia y que ciclen y preñen a tiempo.

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