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Foto: archivo MADR

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Ganadero así puede protegerse del impacto de las heladas

Por - 08 de Enero 2020

El Ministerio de Agricultura ha venido promoviendo, en el marco de su estrategia ‘Atentos con el Clima’, una serie de recomendaciones a los productores para enfrentar este fenómeno climático, en el altiplano cundiboyacense.


El Ministerio de Agricultura ha venido promoviendo, en el marco de su estrategia ‘Atentos con el Clima’, una serie de recomendaciones a los productores para enfrentar este fenómeno climático, en el altiplano Cundiboyacense.

Con estas recomendaciones se buscan paliar la caida en la producción de leche, carne y en la natalidad, generada por disminución en el consumo de forrajes y el stress calórico e hídrico.

Climatológicamente la mayor probabilidad de ocurrencia de heladas meteorológicas en el altiplano Cundiboyacense se presenta entre mediados de enero y febrero. Desde la primera década del mes de diciembre y hasta la segunda década del mes de marzo es característico de la climatología nacional el descenso de las temperaturas del aire en horas de la madrugada en zonas que se encuentren altitudes por encima de 2400 metros sobre el nivel del mar, principalmente para la región Andina, máxime cuando nos encontramos ante la probabilidad de un evento cálido “El Niño”.

Las recomendaciones sugeridas por minagricultura son las siguientes:

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  • Construcción de pequeños diques en depresiones y hondonadas para recoger las pocas lluvias
  • Construcción de cambuches o cobertizos para el sombrío del ganado en sabanas o praderas muy descubiertas, que eviten la deshidratación y daño en la piel de los bovinos
  • Utilización de bloques multinutricionales.
  • Disminuir la carga animal por hectárea, haciendo una mejor redistribución de los animales por potrero o secando anticipadamente las vacas de baja producción.
  • Establecer planes de suplementación nutricional con subproductos como: licor o afrecho de cervecería, vinaza, contenido ruminal (mataderos), tallo o vástagos de plátano, melaza, residuos de cosecha (zanahoria, remolacha, papa, plátano, banano, yuca, etc.), pulpas y cáscaras de frutas, henos, tamos tratados con amoníaco o urea, torta de palmiste y subproductos de la industria de la yuca.
  • Utilización de follajes de plantas arbóreas: por ejemplo, acacia forrajera, botón de oro, sauco, “quiebra barrigo” o “nacedero” asociada a gramíneas, p.ej. kikuyo, suplementando con una ración que expresada en forraje verde debe ser el equivalente al 12% del peso vivo del animal.