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Foto: sesc.cat - alertatolima.comEl ciclo adicional se llevará a cabo del 19 de febrero al 19 de marzo de 2024, contra fiebre aftosa y brucelosis bovina, que Fedegán-FNG y el ICA llevarán a cabo, y del primer ciclo de vacunación de 2024 a mediados de año.

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Desafíos y beneficios que representa mantener el estatus de país libre con vacunación

Por Pedro Fonseca - 21 de Febrero 2024

El ciclo adicional se llevará a cabo del 19 de febrero al 19 de marzo de 2024, contra fiebre aftosa y brucelosis bovina, que Fedegán-FNG y el ICA llevarán a cabo, y del primer ciclo de vacunación de 2024 a mediados de año.

CONtexto ganadero presenta un panorama sobre desafíos y beneficios que representa mantener el estatus de país libre con vacunación, a propósito del ciclo de vacunación adicional contra la fiebre aftosa en zonas limítrofes con Venezuela.


La fiebre aftosa es una enfermedad que se da en los bovinos, cerdos, ovejas y cabras. Aunque esta no representa una amenaza directa para la salud humana, puede tener importantes consecuencias económicas y sociales, especialmente en la industria ganadera. A continuación, conocerá un informe detallado de esta enfermedad.


¿Qué peligro representa para los bovinos?


Pérdidas económicas: La fiebre aftosa puede causar graves pérdidas económicas en la industria ganadera debido a la alta morbilidad y mortalidad de los animales afectados. Además, las restricciones impuestas a la movilización y comercialización de animales y productos ganaderos pueden afectar gravemente a los productores y exportadores. (Lea en CONtexto ganadero: La fiebre aftosa: una enfermedad letal y muy costosa)


Impacto en la producción de carne y leche: Los animales infectados con fiebre aftosa experimentan fiebre, ampollas dolorosas en las pezuñas, boca y ubres, lo que lleva a una disminución en la producción de carne y leche. Esto puede afectar negativamente a la disponibilidad de alimentos y productos lácteos para consumo humano.

Deterioro del bienestar animal: La fiebre aftosa causa dolor intenso y malestar en los animales afectados, lo que afecta negativamente su bienestar. Además, para controlar la propagación de la enfermedad, a menudo se deben tomar medidas drásticas, como el sacrificio de animales sanos en áreas afectadas, lo que genera un sufrimiento adicional.


¿Qué peligro representa para la salud humana?


La fiebre aftosa es una enfermedad específica de los animales y rara vez afecta a los seres humanos, es decir tiene una baja probabilidad de contagio. Aunque teóricamente es posible que las personas se infecten a través del contacto directo con animales infectados o productos de origen animal contaminados, la transmisión a humanos es extremadamente rara.

En el caso que una persona se infecte con el virus de fiebre aftosa, los síntomas suelen ser leves como fiebre, malestar general y lesiones en la boca y manos. Estos síntomas generalmente desaparecen en pocos días sin complicaciones graves.

Esta es la razón por la que esta enfermedad no representa una amenaza directa para la salud humana, es importante controlar y erradicar la enfermedad en los animales para prevenir la posibilidad de que los seres humanos se conviertan en portadores del virus y lo transmitan a otros animales.

Es importante destacar que los mayores riesgos asociados con la fiebre aftosa se relacionan con su impacto en la industria ganadera y en la economía en general, más que con la salud humana directamente.

Por esta razón, los gobiernos y las organizaciones internacionales, como la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), trabajan en estrecha colaboración para prevenir y controlar la enfermedad a través de medidas de vigilancia, vacunación y restricciones comerciales.


Síntomas de la fiebre aftosa


Los síntomas de la fiebre aftosa en bovinos pueden variar, pero generalmente incluyen los siguientes:

  • Lesiones bucales: Se forman ampollas y úlceras en la boca, lengua, encías y labios del ganado afectado. Estas lesiones pueden dificultar la alimentación y la ingesta de agua, lo que puede llevar a la desnutrición y la deshidratación.

  • Lesiones en las pezuñas: Se forman ampollas y úlceras en las pezuñas, lo que provoca cojera y color al caminar. Esto afecta la movilidad del ganado y puede llevar a una disminución en su productividad y bienestar.

  • Disminución de la producción de leche y carne: Debido al dolor y malestar causado por la enfermedad, las vacas afectadas pueden reducir su producción de leche. Además, por fiebre aftosa puede causar pérdida de peso y debilidad en el ganado, lo que afecta negativamente la calidad de la carne.

  • Síntomas sistémicos: Además de las lesiones específicas, los animales pueden presentar fiebre alta, letargo, falta de apetito y disminución de la actividad. Estos síntomas sistémicos contribuyen a una disminución general en el bienestar y el rendimiento del ganado.


Riesgo para la industria ganadera


Esta representa un peligro para la industria debido a sus impactos económicos significativos, especialmente las que se explicarán a continuación:

Pérdidas económicas directas: Los brotes de fiebre aftosa resultan en la pérdida de animales infectados y sacrificios preventivos en áreas afectadas. Según estimaciones de la OIE, los costos asociados con la erradicación de la enfermedad y las medidas de control pueden oscilar entre cientos de millones de miles de dólares, dependiendo del alcance del brote.

Restricciones comerciales: La presencia de esta enfermedad en un país o región puede llevar a la imposición de restricciones comerciales por parte de otros países que buscan proteger sus propias industrias ganaderas. Estas restricciones pueden incluir la suspensión de importaciones de animales vivos, carne y productos lácteos, lo que afecta drásticamente la capacidad de exportación y los ingresos de los productores ganaderos.

Impacto en la producción y el comercio internacional: La fiebre aftosa puede interrumpir gravemente la producción y el comercio internacional de carne y lácteos. Los países afectados pueden perder acceso a mercados importantes y experimentar una disminución de la demanda y los precios de sus productos ganaderos. Estudios han estimado que el impacto económico total de los brotes de fiebre aftosa puede alcanzar el 1% del PIB agrícola de un país. (Lea: Fiebre aftosa en Colombia: Una lucha de más de medio siglo)

Costos indirectos: Además de las pérdidas económicas directas, existen costos indirectos asociados con los brotes de fiebre aftosa que incluyen gastos adicionales en programas de vigilancia, monitoreo y vacunación, así como la necesidad de implementar medidas de bioseguridad más estrictas en las explotaciones ganaderas para prevenir la propagación de la enfermedad. Estos costos adicionales pueden afectar aún más allá la rentabilidad de los productores.

Reputación y confianza del consumidor: Los brotes de fiebre aftosa pueden socavar la confianza del consumidor en la seguridad de los productos ganaderos de un país o región. La imagen negativa resultante puede llevar a una disminución en el consumo y la demanda de carne y productos lácteos, tanto a nivel nacional como internacional, lo que afecta los ingresos de los productores y la cadena de suministro en su conjunto.


Vacunación en Colombia


En ese orden de ideas, es fundamental evitar que los ganados bovinos se contagien con la fiebre aftosa razón por la que los productores de cada país, deben seguir las normas de los organismos de sanidad, que en el caso de Colombia es el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), quien junto con la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), trabajan en los distintos ciclos de vacunación contra fiebre aftosa y brucelosis bovina.

Finalmente vale la pena reseñar el debate que se ha abierto sobre la distinción jerárquica entre los países que están libres de fiebre aftosa con vacunación y aquellos sin vacunación. A este respecto, Patrik Buholzer - Director Ejecutivo de International TAFS Forum; Ulrich Kihm - Presidente de International TAFS Forum; y Pedro Moura – Consultor de Safoso, plantean que la duda a la hora de aceptar los dos estatus como equivalentes se debe a conceptos erróneos que se relacionan con el riesgo de introducción y circulación del virus de la fiebre aftosa entre los rebaños vacunados. Dicen que eso era en el pasado, pero ahora si se aplican las medidas de control adecuadas, ambos estatus deberían reconocerse como equivalentes. (Lea en CONtexto ganadero: Un cambio de paradigma ante la fiebre aftosa)


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