Ganaderías ya no podrán usar el agua contaminada con petróleo en Toledo

Las explotaciones bovinas se han visto seriamente afectadas con la contaminación de petróleo en más de 100 kilómetros de quebradas y ríos. El agua era el insumo vital diario para los animales y familias que viven de este negocio en el Norte de Santander.   En toda la ribera de los ríos que fueron contaminados con la fractura del Oleoducto Caño Limón-Coveñas, se encuentran producciones de ganado bovino que se han visto seriamente afectadas por esta tragedia ambiental.   Así lo manifestó Eduardo Rico Villamizar, gerente la Cooperativa de ganaderos del sur oriente del Norte de Santander, Cogansonorte, quien agregó que, “los animales bebían el agua diariamente de estos afluentes y debido a la contaminación enfrentan serios problemas en sus esquemas productivos”. (Lea: Cogansonorte es considerado modelo de asociatividad exitoso)   “La realidad de la tragedia que no han comentado los diversos medios de comunicación a nivel nacional es que el desastre se produjo en la vereda El Naranjo por donde pasa la quebrada La Alegría, en el municipio de Toledo. La mancha siguió todo su cauce, pasó por las orillas de la quebrada La Lejía, luego contaminó el río Culagá y siguió por los de Chitagá y Margua hasta desembocar en el río Arauca”, detalló.   Ricó Villamizar aseveró que en la zona no se percibe la presencia de las autoridades que dicen se encuentran en la zona solucionando el problema. Solamente hubo un comunicado de parte de la Alcaldía de Toledo que habla de la catástrofe.    Según dicho comunicado, “la empresa Ecopetrol se presentó una hora después del rompimiento del Oleoducto e instaló una barrera de contención, la cual, resultó obsoleta debido a la magnitud de hidrocarburos vertidos”.   El dirigente indicó que son varias las quebradas por donde corrió el petróleo y afectó a 4 ríos, es una situación que ha perjudicado a muchas familias ganaderas. Parece un río de petróleo y no de agua.   “Llevamos cerca de seis meses de constantes lluvias, hay barrancos y damnificados por todos lados, y ahora por último se registró este desastre natural ocasionado por el derrame petrolero", sostuvo.   Solo problemas   El gerente de Cogansonorte dijo que la ganadería de esta región del país tiene muchos problemas. “Esta es una zona de protección sanitaria por parte de las autoridades que no permite movilizar ganado hacia el interior del departamento y existe una sobre oferta de animales, por consiguiente el precio ha bajado de manera sustancial”. (Lea: Kilo de ganado en pie se consigue a $850 en la frontera con Venezuela)   El ganado en finca en marzo de 2017 se encontraba en $4.100 y ahora ese precio es de $3.400, es decir, $700 menos por kilo. Esto se debe a que el ICA mantiene a los productores aislados del resto del país. En el caso de las vacas ofrecen hasta $2.400 el kilo.   Del municipio de Toledo salen 560 animales mensuales. En un viaje de 10 novillos se están perdiendo $5 millones debido a la diferencia de precio. En total son 29 municipios del Norte de Santander los que se encuentran en ese problema.   "Antes de la emergencia por fiebre aftosa podíamos llevar ganado hacia Bucaramanga, que era nuestro mercado principal, pero ahora solo podemos sacarlo a Cúcuta y Pamplona. No podemos salir de esa área", lamentó. (Lea: Nte. de Santander pide mismo tratamiento que le dieron a Arauca)   Además en la región se presentó una enlechada entre junio y julio, por lo que la única pasteurizadora decidió no comprar la leche de los domingos, es decir, 35 mil litros semanales.   “Norte de Santander produce 50 mil litros diarios y solo Cogansonorte contribuye con 7.000 litros. Los precios de la pasteurizadora no son los justos. Pagan a $1.050 por litro hace dos años, mientras que los insumos aumentan de precio todos los días”, replicó el directivo.