¿Qué falta para que Colombia sea realmente una gran potencia mundial agroalimentaria?

La semana pasada hablábamos del posible comportamiento del precio de la carne al consumidor final, y del precio al productor del novillo gordo, en los próximos meses. Ahora centrémonos en el entorno del sector lechero con el ánimo de ver qué podría ocurrir también con sus cotizaciones en el corto plazo.

Luego de la coyuntura de los últimos años, luego de la pandemia, en donde los precios tanto al productor como al consumidor se incrementaron de manera excesiva en la mayor crisis inflacionaria desde fines de los años setenta; el mundo parece haber superado del todo la crisis logística o de los contenedores y haberse adaptado a los desajustes de oferta de materias primas ocasionados por el conflicto Rusia y Ucrania.

Lo habíamos anotado ya hace algunos meses, luego del derrumbe que taponó la vía Panamericana, las mismas autoridades habían determinado hacer su reapertura en el mes de julio, fecha que no se cumplió y se postergó para el mes de octubre. Ya estamos en octubre, y ahora se estima que se entregue en noviembre ¿lo lograrán?

En el mes de agosto la faena de bovinos sufrió una baja importante, 7,2%, de hecho, muy atípica para cualquier mes normal del año, con excepción de los meses en donde se presenta Semana Santa y el consumo de carne de res se resiente considerablemente, o por situaciones coyunturales como abril de 2020 con temas de pandemia, o, mayo de 2021 por cuenta de las acciones de vandalismo en lo que se llamó el paro nacional.

Una de las preguntas más reiteradas que he recibido en los últimos días respecto a la apertura del mercado chino para la carne colombiana, es la de si tendremos suficiente oferta para aprovecharlo. La respuesta es sí, pero evidentemente tendrá que ser mejor.

Más de una década de esfuerzos para ingresar al mercado chino dio frutos la semana anterior con el aval de su gobierno al darle admisibilidad sanitaria a la carne bovina colombiana. Si bien se abre una inmensa y nunca vista oportunidad comercial para el sector ganadero y la cadena de valor, el trabajo y la estrategia implicará mejorar indicadores de eficiencia en todos los eslabones.

La única forma real de plantear y cerrar negocios es viajando, y esta efectiva estrategia es más requerida cuando los propósitos son nacionales y pone sobre la mesa beneficios para uno o más sectores de la economía del país.

Antes de emitir un juicio, vale la pena revisar cómo están los indicadores macro para hacer una aproximación de la condición de la economía colombiana. Lo primero que se debe tener a la mano son las cifras del Producto Interno Bruto – PIB – que en el primer trimestre del año crecía 3% pero en el segundo solo lo hizo en 0,3%.

Entre los novelones de “me voy, me quedo, vuelvo” que ha generado Minerva con sus anuncios, la única realidad para los diferentes agentes del mercado es la de los precios. Es lo único tangible y cierto.