Jilmar David Robledo Caicedo
Foto: Jay León Mac

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Con el sueño de transformar la realidad de la Colombia rural

Por - 03 de Febrero 2014


A sus 24 años, Jilmar Robledo ha recibido importantes reconocimientos que le han abierto las puertas de prestigiosas universidades en EE.UU. Pero más allá de eso, este joven chocoano espera regresar al país para ayudar a que el campo recupere su más preciado bien: las riquezas naturales.

Cierta vez, el periodista Jaime Garzón dijo: “Si ustedes los jóvenes no asumen la responsabilidad de su propio país, nadie va a venir a salvárselo”. Este mensaje caló muy fuerte en la memoria de Jilmar David Robledo Caicedo, un chocoano que nació hace 24 años de Quibdó, la capital de un departamento abandonado por la mano estatal, saqueado por los extranjeros, pero uno de los más ricos en recursos y biodiversidad.

Así creció Jilmar, quien gracias al tesón y empeño de sus padres logró estudiar y llegar a la Universidad Tecnológica de Chocó, para estudiar ingeniería agroforestal. “Siempre me gustó la naturaleza y el campo, en el Chocó vivimos rodeados de eso”, asegura Robledo, quien desde entonces empezó a forjar el liderazgo y creatividad que siempre lo han caracterizado, además de un estructurado sentido de pertenencia por las riquezas naturales que ofrece el departamento y que según él, lastimosamente jamás le han pertenecido a quien deberían, a su gente. (Lea: 'Ocadtón Chocó' logra recursos por $32.500 millones para el departamento)

Los días transcurrían entre la oficina del grupo de investigación de la Universidad analizando insectos, y los grupos de debate fomentado por organizaciones estudiantiles y grupos juveniles en torno a la idea de repensar al Chocó. Un momento clave en la formación de Jilmar Robledo, pues allí encontró personas con propuestas y pensamientos similares a los de él. “Descubrimos que la UTC se ha quedado corta en llegar a ser un motor de cambio para el departamento, no por falta de capacidades de los chocoanos sino porque ha sido secuestrada por sectores politiqueros. Por eso, nuestra labor empezó desde el mismo centro educativo para que toda la región cambie”, señala el chocoano.

Durante 2010, mientras  realizaba su proyecto de grado, recibió la oportunidad de estudiar inglés y formarse en liderazgo, a través de un programa de becas, en EE.UU., llamado Martin Luther King durante dos años. “El programa MLK fue una de las experiencias académicas más lindas que me pudieron pasar y le debo mucho a ese proceso.  Aprender una segunda lengua fue la clave para conseguir otros apoyos en el aspecto académico. Me abrió un horizonte académico con el programa Fulbright y me ayudó a proyectar metas académicas, profesionales y personales”, asegura Robledo.

(Foto: Cortesía Jilmar Robledo / Universidad de Nebraska)

Con el dominio de un segundo idioma, Jilmar Robledo, pudo postularse y ganar la beca Fullbright, para Líderes Afrodescendientes en 2013, la cual le ha permitido hacer una maestría en el área de agricultura, específicamente en temas de desarrollo agrícola y rural, llamada ‘Economía de la Agricultura’, en la Universidad de Nebraska, Estados Unidos.

El chocoano de 24 años pertenece además a la generación del programa MLK Quibdó 2009-2011, allí empezó su trabajo por lograr objetivos que antes parecían imposibles, pero con su empeño, se fueron abriendo diferentes posibilidades, esas que hoy le permiten marcar una pauta y retribuir su experiencia a la región que más quiere. “Estos programas me han transformado en lo personal y académico. Estudiar en Estados Unidos me ha ayudado muchísimo a mejorar en el aspecto académico e investigativo. Espero poder contribuir al avance del país a través de lo que pueda aprender principalmente en el agro”, relata. (Lea: Gobernación de Chocó reitera compromiso con víctimas de desplazamiento en la región

Chocó, una tierra rica y con potencial

Como dice Jilmar, para nadie es un secreto que el Chocó está cerca de ser el departamento más rico de Colombia en recursos naturales, hídricos y  mineros entre otros.  Sin embargo, la gente vive en condiciones lamentables.  “Tenemos las riquezas pero parece que fueran prestadas”, asegura este joven, quien además cita siempre dos ejemplos que le han rondado la cabeza por años y que lo impulsan a levantarse cada mañana y trabajar por su gente.

“El Chocó ha sido históricamente unos de los mayores productores de oro en Colombia y por momentos el mayor productor de platino en el mundo, pero paradójicamente el recurso no lo explotan empresas locales sino las extranjeras que se llevan lo extraído dejando solo unos cuantos jornales y un par de bolsillos llenos. Por otro lado, este departamento está cerca de tener la posición más estratégica de Suramérica, con salida al mar Caribe y al océano Pacífico, hermosísimas playas, recursos pesqueros, excelentes condiciones portuarias y opciones de canales interoceánicos. Somos ricos, pero no somos los primeros en aprovechar eso”. (Lea: Deserción escolar afecta al Chocó)

Esas playas de las que con tanto habla Jilmar Robledo, solo las conoce por fotografías de internet y su familia de origen humilde pero llena de emprendimiento y pasión, también ignora la fastuosa riqueza de un departamento y un país que cada vez está más entregado a los preceptos de las multinacionales y los gobiernos dominantes. Por eso, actualmente busca profundizar en políticas agrarias y de desarrollo agropecuario que le permitan aportar a un mejor país y la reducción de la desigualdad.

“Los jóvenes somos la fuerza transformadora más grande pero debemos asumir retos, superar nuestras expectativas y soñar siempre con un mejor país.  Gran parte de la sociedad piensa que los jóvenes somos los líderes del mañana, pero aquel mañana no existe si no lo construimos en el presente”, concluye.

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