Cómo propagar el vetiver, la planta milagrosa

El vetiver es una planta que ha demostrado ser ideal para la conservación del suelo y agua. Su proceso de propagación es una etapa clave para el buen establecimiento. CONtexto ganadero le explica con más detalles.

El Manual sobre el uso y manejo del pasto vetiver explica que la mejor forma de propagar la planta es por esquejes que aseguran tener una planta con las mismas características genéticas. Hay que tener claro que el esqueje es un material de propagación asexual compuesta de pedazos de tallos y hojas (2 cm de alto) con una pequeña cantidad de raíces (aproximadamente de 5 cm). (Lea: El vetiver, la planta milagrosa de la agricultura)

Cuando no se dispone de esquejes y se van a propagar por primera vez es necesario adquirir este material del campo de los agricultores que ya tiene experiencia en su manejo. Normalmente la propagación es con dos propósitos:  

• Tener plantas proveedoras de esquejes en tierras planas y uniformes.

• Para la conservación del suelo y agua y contrarrestar la contaminación y otros usos múltiples.

La propagación por medio de esquejes debe realizarse de la siguiente manera:

1. Se cortan las hojas y tallos hasta la altura de 20 cm.

2. Se separan las plantas de la mata en 3 o 4 partes y se limpian las hojas secas y las podridas de los tallos.

3. Se cortan las raíces hasta unos 5 cm de la base y se lavan con chorros continuos de agua de manera de no tener residuos de suelo.

4. Estos esquejes ya separados en forma individual con un mínimo de 3 brotes u hojas se juntan en paquetes bien amarrados de 20 a 50 y se remojan en una bandeja con agua sumergiéndolas unos 5 cm durante unos 2-5 días. Si fuera necesario esta agua de las bandejas puede contener un poco de fertilizantes fosfórico o hormonas de crecimiento para acelerar el enraizamiento, pero esta práctica se limitará solo en caso extremo y no se acostumbra porque sale muy costoso. Hay que tener claro que si es para trasplantarla a campo definitivo puede ser necesaria esta práctica.

5. Cuando las raíces tienen un tamaño de 0.5 – 1 cm ya se pueden trasplantar.

6. Si se tienen esquejes ya extraídos y todavía no se ha preparado el campo o tomara todavía unos días para trasplantarlo se pueden colocar en camas con sustrato húmedo.

En cuanto a la plantación en el campo como semillero, hay que tener en cuenta ciertos aspectos:

1. Preparación del suelo mediante nivelación y mullido aplicando unos 10 tn/ha de compost o fuentes orgánicas sintéticas si el suelo es demasiado arenoso, y así se asegura una buena retención de la humedad del suelo. Si se planta a 0.50 x 0.50 cm de espaciamiento se usarán 20.000 esquejes por hectárea y a 1 x1 se usarán 10.000.

2. Una vez preparado el campo se traza el área en donde se establecerá el semillero a un distanciamiento de 0.50 cm x 0.50 cm o a 1 x 1 m, según la facilidad para su manejo y la disponibilidad de esquejes. Con una cinta métrica se trazan las líneas separadas a 50 cm entre planta y con un cordel marcado con nudos cada 50 cm se harán los agujeros respectivos en donde se colocarán los fertilizantes y después los esquejes. (Lea: 5 pastos y árboles que son tendencia entre los ganaderos)

3. En el hoyo donde se mezclan los fertilizantes orgánicos e inorgánicos se hace un peque agujero de tal forma que pueda entrar la raíz del esqueje hasta unos 5 cm de profundidad. Después se cubre con tierra y se apisona con los dedos de manera que haya un buen contacto del suelo con las raíces y que cuando se riega por gravedad o caiga la lluvia, no pueda ser socavado y quedar las raíces expuestas al aire.

4. El riego después del trasplante tiene que ser frecuente en forma moderada durante 15 días y después ya se puede aplicar el agua en mayores intervalos.

Después de 2-3 meses se puede aplicar una pequeña cantidad de fertilizante en forma localizada en las líneas de las plantas y se deben incorporar al suelo, este debe mantenerse húmedo, pero no inundado.

1. El vetiver empieza macollar y en unos 4 meses aparecerán las inflorescencias y antes que esto suceda será necesario cortarlas en forma uniforme hasta una altura de 30 cm desde el cuello de la planta, haciendo que esta se revitalice y salgan nuevos macollos y así con estos cortes se asegurara que las nuevas plantas no sean muy diferentes a las originales.