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En época de pandemia se deben extremar cuidados por la mastitis

Por - 05 de Junio 2020

Aunque la emergencia sanitaria no cambia el impacto económico de la mastitis, sí hay que estar más pendientes de las vacas y de los trabajadores, aseguró el médico veterinario y zootecnista de la Universidad de Caldas, Alejandro Ceballos Márquez.


Aunque la emergencia sanitaria no cambia el impacto económico de la mastitis, sí hay que estar más pendientes de las vacas y de los trabajadores, aseguró el médico veterinario y zootecnista de la Universidad de Caldas, Alejandro Ceballos Márquez.

“Si bien los efectos económicos de la mastitis no se reducen en época de pandemia si pueden ser más severos de lo normal”, aseguró.

De acuerdo con el experto en estos momentos de la pandemia es fundamental mantener la bioseguridad en la lechería para evitar posibles contagios con todo lo que ello implica. También es clave mantener un monitoreo permanente para la detección temprana de la mastitis, (Lea: Plantean un manejo económico para tratar la mastitis en lecherías)

Sostuvo que tanto la mastitis clínica como la subclínica siguen teniendo un alto impacto en la rentabilidad del negocio y de ahí que se deban tomar las medidas de precaución necesarias.

En los primeros 30 días de lactancia hay unos costos directos y otros indirectos. Entre los primeros están el diagnóstico, el tratamiento, la leche no apta para venta, el servicio veterinario, el trabajo extra y el descarte de la vaca, que en promedio puede ser de 128 dólares.

En los costos indirectos está la pérdida futura en la producción, el descarte prematuro y la pérdida reproductiva futura, que suman 316 dólares en promedio. De esta manera en total son 444 dólares, según un trabajo realizado en Canadá y que es aplicable a casos como el de Colombia.

Una vaca que sufre mastitis nunca vuelve a recuperar su producción potencial. En el estudio de Canadá se encontró que las vacas que sufrieron mastitis clínica dejaron de producir 707 kilos de leche por lactancia que al traerlo a Colombia, a un precio promedio de mil pesos por litro, esta vaca estaría dejando de entregar 707 mil pesos al productor, sin considerar los demás factores, sostuvo Ceballos. (Lea: ¿Cómo ha evolucionado el tratamiento contra mastitis en los últimos 50 años?)

El trabajo realizado en Canadá llegó a la conclusión que el costo de una mastitis clínica es de 15.341 dólares por cada 100 vacas al año y se divide en 49 % por descarte (costo de remplazar una vaca), 37 % menor producción, 8 % descarte de leche, 4 % mano de obra y 2% fármacos.

Esto muestra que si se ahorra en la utilización del antibiótico  para tratar una mastitis no se va a salvar el negocio porque su peso es muy bajo. Por eso se debe emplear un antibiótico que brinde confianza, que tenga investigación y que va a tener un buen resultado.

El caso de la mastitis subclínica es  más complejo. Según el mismo estudio de Canadá, el costo total de la salud de la ubre es de 51.043 dólares por cada 100 vacas al año, lo cual significa que a lo largo de una lactancia una vaca con mastitis subclínica tiene un impacto de 510 dólares en el negocio lechero. (Lea: Mastitis bovina: la enfermedad más costosa para la ganadería)

Esto se debe a que la mastitis subclínica va a tener una reducción significativa de la producción de leche y va a representar un 53 % de los costos que tiene el ganadero en la salud de la ubre, mientras que la mastitis clínica representa 31 % y la prevención es el otro 16 %.

Para detectar la mastitis subclínica se debe hacer un recuento de células somáticas (RCS) en el tanque de manera constante a lo largo del año para ver qué está pasando.

Con el fin de hacer un RCS en el tanque hay que realizar un análisis seriado en el tiempo, al menos cada 15 días y durante cinco quincenas para ver cómo es la dinámica de las células en el tanque.

Un alto RCS puede deberse a vacas que tienen infecciones nuevas o a las que tienen crónicas o por infecciones en vacas recién paridas. Se debe hacer una evaluación de cómo contribuyen las vacas a las células del tanque para tomar determinaciones sobre dónde ejercer la función preventiva o correctiva, indicó.

La pérdida puede ser de 1,20 dólares cuando la vaca tiene 100 mil células somáticas en el inicio de la lactancia y alcanza a 2,10 dólares cuando está en el último control lechero, es decir, terminando la lactancia. (Lea: Mastitis bovina por microorganismos emergentes y multirresistentes a antibióticos)

En otro trabajo para una tesis doctoral se comprobó que las vacas con más de 200 mil células somáticas en los primeros 30 días de lactancia se van a demorar más tiempo en quedar preñadas y cada día puede tener un costo promedio de 10 dólares. Hay una relación directa entre mastitis y reproducción.

Toda la leche tiene células somáticas, por eso el punto para determinar si una vaca está enferma es mínimo de 200 mil células, concluyó el profesional.