'Maestros del agro': El Remanso, un ejemplo de ganadería lechera sostenible
PorCONtexto ganadero-11 de Octubre 2024
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Por - 30 de Septiembre 2014
Estar atento a la forma de las bostas de sus animales resulta fundamental de cara a balancear la dieta de sus animales.
Estar atento a la forma de las bostas de sus animales resulta fundamental de cara a balancear la dieta de sus animales.
El estiércol de las vacas es ignorado en la gran mayoría de las explotaciones ganaderas, muchos productores bovinos ven la boñiga de sus animales como un desecho más, pero jamás han pensado en los resultados positivos que obtendrían si se detuvieran a hacer un análisis de ella.
De acuerdo con Jorge Humberto García, director del programa Ganadería Productiva y Más Limpia, al analizar las bostas de las reses se podrían corregir los problemas relacionados con la alimentación que están adquiriendo los animales e incluso su estado sanitario. (Lea: Un producto ‘mágico’ que hace una ganadería sostenible)
“Cuando personas no muy involucradas con nuestro gremio caminan en los potreros, hacen piruetas y saltos para no pisar el estiércol. Pero bien nos decían nuestros padres: 'tranquilo, mijo, que eso es plata”, comentó García.
Y es verdad. Según el experto, cuando un productor observa la boñiga de sus animales, conoce el manejo correcto de los animales, si la cantidad de agua que están bebiendo es la necesaria, si la ingestión es buena y abundante, si el estado sanitario es bueno, si el nivel de biocenosis es adecuado y otros datos sobre la situación del suelo y el pasto. (Lea: Usar humo, truco ancestral pero no obsoleto para evitar insecticidas)
“Este aspecto generalmente lo pasamos por alto en nuestra ganadería, sin saber que nos puede dar indicios de problemas en sanidad y alimentación, con los cuales obtendremos mejores resultados productivos y económicos”, sostuvo Jorge Humberto García.
Por su parte, Guillermo Alejandro Bavera, médico veterinario de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires, en Argentina, explicó en su investigación ‘Lectura de la bosta del bovino y su relación con la alimentación’, la importancia que tiene el revisar los desechos de las reses.
“La bosta es un indicador cualitativo de la interacción animal-dieta. La consistencia de las heces nos puede orientar sobre el equilibrio nutricional del bovino, permitiendo interpretar y corregir estos problemas. Esto es muy importante, porque las pérdidas nutricionales por el bosteo son las más importantes que se producen en el bovino, pero también son las más fáciles de controlar mediante dietas equilibradas nutricionalmente”, aseguró Bavera.
Clasificación de las heces, según consistencia y forma
Consistencia firme
Esta boñiga es dura y se depone como una única unidad en forma piramidal, relativamente seca. En general no posee un olor intenso y al tacto es áspera. Cuando un animal deposita una bosta de este estilo, generalmente es por un consumo de abundante fibra.
En vacas de alta producción durante el 1er tercio de lactancia, refleja una condición de subnutrición y consecuentemente menores rendimientos de leche con elevadas concentraciones de grasa butirosa y bajos porcentajes de proteína. (Lea: Sanidad en el hato, herramienta para evitar males reproductivos)
Consistencia ideal
Esta deposición es menos firme que la anterior, suavemente redondeada en sus bordes, dejando en el centro una leve depresión. Al tacto es suave y levemente pastosa y homogénea. Además, no se visualizan fácilmente partículas de fibra larga ni granos enteros o parcialmente digeridos. Cuando la res defeca así, puede estar tranquilo, pues la dieta es balanceada, correcta en su cantidad y con buena calidad de fibra.
Consistencia blanda
Esta bosta es acuosa y de olor penetrante. Presenta una forma aplanada y expandida, y al deponerse “salpica” bastante. Es inconsistente y resbaladiza al tacto. Si su animal está presentando estas características en su boñiga, se debe a un déficit de fibra. En muchas circunstancias el animal puede encontrarse en acidosis subclínica. Esta condición es de “alerta” y se deben corregir rápidamente los niveles de fibra de la dieta. (Lea: Las 5 enfermedades reproductivas que más afectan al ganado en Colombia)
Consistencia chirle
Estas boñigas son totalmente planas y acuosas, y se visualiza entrecortada en secciones muy extendidas. Se va deponiendo en forma de “chorros”, salpicando en su alrededor. Contiene abundante “mucus” intestinal, muy resbaladiza al tacto. Los garrones y cola generalmente están muy sucios con materia fecal. Si esto se presenta en su predio, se debe a un desbalance nutricional y un déficit pronunciado de fibra. Además, la dieta de los animales tiene excesos de proteínas de alta degradabilidad ruminal. “Alerta roja”, se debe plantear nuevamente la ración incorporando fuentes de energía, fibra y minerales.
La boñiga del semoviente no debe tratarse como un desecho del animal. Con un correcto estudio de las bostas, la alimentación de las reses puede mejorar y con ella la productividad del predio y, por ende, la economía del ganadero.
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