Kikuyo para lechería
Foto: pastoranchosanjose.com

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Por estas razones el pasto kikuyo es recomendado para producción de leche en trópico alto

Por - 29 de Marzo 2022

Dependiendo de la altura donde se encuentre ubicado el predio se debe escoger el pasto que sea más adecuado para alimentar al ganado, bien sea de leche, carne o doble propósito.


Dependiendo de la altura donde se encuentre ubicado el predio se debe escoger el pasto que sea más adecuado para alimentar al ganado, bien sea de leche, carne o doble propósito.

Es el caso del kikuyo, un pasto que es idóneo para manejar en zonas de trópico alto donde obtiene muy buenos resultados solamente con el pastoreo de animales, de acuerdo con lo expuesto por Antonio Del Dago, de Hacienda La Verónica.

Hay diferentes pisos térmicos y diferentes tipos de pastos y de animales para producir leche, carne o las dos. Para producir una leche de calidad en una zona que esté por encima de los 1.800 metros sobre el nivel del mar hasta los 2.700 se necesita un pasto que sea resistente, eficiente y que brinde unas buenas producciones de leche.

Es por ello que el kikuyo se utiliza mucho para producir leche en estas zonas de trópico alto donde los resultados son tangibles y buenos con el consumo por parte de las vacas. 

Un trabajo de la Universidad CES señala que los sistemas de producción de rumiantes en Colombia están soportados en el uso de forrajes, principalmente el kikuyo en el trópico alto. (Lea: De qué depende la productividad del pasto kikuyo)

Los trabajos sugieren que el kikuyo presenta gran resiliencia ante condiciones ambientales adversas, lo que lo perfilan como una especie de interés ante los nuevos escenarios de variabilidad climática. Además, la literatura reporta estrategias de manejo que promueven el aumento en la producción animal, el mejoramiento en la calidad final del producto y la disminución en el impacto sobre el ambiente.

La madurez del kikuyo ha sido asociada a cambios fisiológicos y composicionales que se relacionan con la calidad nutricional del forraje. En este sentido, al incrementar la edad del kikuyo aumenta la producción de materia seca y la concentración de carbohidratos estructurales, y disminuye la proteína cruda, la digestibilidad, los nutrientes digestibles totales y la energía neta de lactancia.

El manejo adecuado de los forrajes permite optimizar la expresión fenotípica de los rumiantes. En este sentido, algunos trabajos han evaluado el efecto de la oferta forrajera de pasto kikuyo sobre la respuesta animal. Se reporta un incremento en el consumo de materia seca al incrementar la oferta de kikuyo.

Según el informe del CES el incremento en la oferta permite una mayor selección de fracciones del forraje con mayor digestibilidad, lo que resulta en un aumento de la tasa de paso del alimento, el consumo de materia seca, la producción láctea y la concentración de proteína en la leche.

De acuerdo con Del Dago, el kikuyo es un pasto muy invasivo que en algunos lugares lo tienen señalado como maleza, también se usa como césped en algunas casas. Es un pasto que se propaga con facilidad cubriendo la superficie total donde se ha sembrado y lo hace por medio de estolones o rizomas que cubren tanto la superficie de la tierra como por dentro de ella lo que permite producir mayor cantidad de forraje por metro cuadrado.

Su crecimiento puede ser de forma erecta o semi erecta pudiendo alcanzar alturas de 50 a 60 centímetros mientras que sus hojas pueden lograr de 4,5 a 20 centímetros de largo. (Lea: Kikuyo, un forraje bondadoso para la ganadería en el país)

El metro cuadrado de este material puede producir entre 3 a 6 kilos de pasto lo que significa que una hectárea de pasto kikuyo produce en cada rotación entre 40 mil y 60 mil kilos y esa parcela podría volverse a utilizar sobre una media de 36 a 45 días con un buen manejo agronómico.

Los animales que consuman este pasto kikuyo pueden producir leche solo con forraje, sin suplementación y podrían alcanzar unas producciones media entre 8 y 12 litros por animal.

El contenido proteico de este forraje oscila entre 12 y 14 % y sus tasas de fotosíntesis más altas empiezan a partir de los 2.000 metros sobre el nivel del mar, tolera bien la sequía pero no es tan eficiente con terrenos encharcados, solo puede hacerlo por periodos cortos.

Se puede combinar su siembra con otras especies como los tréboles, el maní forrajero o pastos como el raigrás que cuando se mezclan en los potreros en su consumo se obtiene una mayor nutrición para los animales.

Además, soportan con facilidad altas cargas de animales y el pisoteo intensivo ya que es un pasto con unos estolones fuertes que lo hacen muy resistente a la pezuña del bovino.

Es un cultivo que se establece fácilmente si se siembra de forma adecuada y hay que esperar entre 4 y 6 meses para que empiece a producir aunque eso depende de las condiciones del terreno donde se cultive, la fertilización y el manejo. Responde bien a la fertilización, sea hecha de forma orgánica o de manera química, en ambos casos se obtienen buenos resultados. (Lea: Pasto Kikuyo contiene ácido linolénico)

No obstante es una gramínea muy susceptible al ataque de diferentes plagas que afectan su crecimiento, por ello el uso de insecticidas para su control se hace obligatorio. Una vez que la rotación haya sido pastoreada es muy importante el control de insectos y el abono del terreno para obtener un rápido crecimiento.

Aunque su uso es principalmente para la producción de leche también se puede emplear para carne.  

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