Revivir órganos de cerdos con sangre sintética
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Revivir órganos de cerdos con sangre sintética es una realidad

Por - 01 de Marzo 2023

Aunque parezca mentira, los avances tecnológicos están dejando con la ‘boca abierta’ a más de uno como en el caso de científicos que lograron revivir órganos de cerdos con sangre sintética después de la muerte de los animales. CONtexto ganadero le explica los detalles.


Aunque parezca mentira, los avances tecnológicos están dejando con la ‘boca abierta’ a más de uno como en el caso de científicos que lograron revivir órganos de cerdos con sangre sintética después de la muerte de los animales. CONtexto ganadero le explica los detalles.

James Gallagher, el corresponsal de salud y ciencia en BBC News, expone en un artículo que los órganos de cerdo han sido parcialmente revividos una hora después que los animales fueran sacrificados, un avance que tiene el potencial para transformar la medicina. (Lea: ¿Por qué es importante darle un buen trato a los cerdos?)

Los investigadores estadounidenses exponen que la técnica podría aumentar la cantidad de órganos disponibles para trasplantes y dar los médicos más tiempo para salvar una vida, si se aplica para el ser humano.

El estudio desafía las suposiciones sobre lo que sucede en los momentos entre la vida y la muerte. Cuando el corazón deja de latir, el cuerpo se queda sin oxígeno y los nutrientes que necesita para sobrevivir. Los órganos aumentan de tamaño, los vasos sanguíneos colapsan y las células, los componentes básicos de los órganos, comienzan a morir.

En teoría, se pensaba que la muerte celular era rápida y permanente, pero los investigadores de la Universidad de Yale han revertido parte de ese daño en animales que han estado muertos durante una hora.

De acuerdo a lo expresado por el profesor Nenad Sestan, “podemos restaurar algunas funciones de las células, a través de múltiples órganos vitales, que deberían haber estado muertos”. El investigador añade que “estas células están funcionando horas después de lo que deberían”.

El equipo de investigación logró una hazaña similar con cerebros en 2019, ahora ha adaptado su tecnología llamada OrganEx para que funcione en todo el cuerpo. En esta oportunidad, emplean varios recursos como:

  1. Sangre sintética para transportar oxígeno por todo el cuerpo que no se coagula, por lo que puede navegar por los vasos sanguíneos colapsados dentro del cerdo.
  2. Un cóctel de 13 compuestos para interrumpir los procesos químicos que culminan en la muerte de las células y que ayudan a calmar el sistema inmunológico.
  3. Un dispositivo para bombear rítmicamente el fluido alrededor del cuerpo para imitar el pulso de un corazón que late.

Los científicos anestesiaron profundamente a los animales y luego detuvieron sus corazones. Después de estar muertos durante una hora, los conectaron al sistema OrganEx y les dieron el cóctel restaurador durante seis horas. La anestesia se mantuvo durante todo el experimento. (Lea: El uso de la tecnología de manera responsable)

Pasadas las seis horas, los científicos diseccionaron los órganos de los cerdos, como el corazón, el hígado y los riñones y comprobaron que fueron parcialmente revividos con algunas funciones restauradas.

En ese orden, hubo restauración de la actividad eléctrica en el corazón y algunas células del músculo cardíaco pudieron contraerse. Sin embargo, los órganos no funcionaban al mismo nivel que antes de la muerte.

El doctor Znovimir Vrselja, investigador del estudio, dice que “las cosas no están tan muertas como suponíamos anteriormente. Hemos demostrado que en realidad podemos iniciar la reparación celular a nivel molecular. Podemos persuadir a las células para que no mueran”.

En un momento, las cabezas y los cuellos de los cerdos comenzaron a moverse espontáneamente. Podría ser una señal que estaban recuperando alguna función motora, pero eso necesitaría de más investigación.

El neurocientífico David Andrijevic indica que fue un “momento muy sorprendente”. Sin embargo, dijo que “no era indicativo de ninguna actividad mental por parte del cerdo”.

Finalmente, al igual que en el experimento de 2019, hubo evidencia de reparación en el cerebro, pero no había ondas cerebrales o actividad eléctrica que sugiriera que estaban conscientes.