Sector ganadero del Chocó también ha sentido ausencia del Estado

Desde el pasado 20 de agosto, los habitantes del departamento han salido a protestar para reclamar más inversión en una región abandonada por el Gobierno. El olvido lo sienten también quienes se dedican a las actividades pecuarias.   Los ganaderos de Chocó han trabajado de forma incansable a pesar de la indiferencia estatal. Así lo aseguró Joel Enrique Berrío, profesional en Chigorodó de Gestión Productiva y Salud Animal del Fondo Nacional del Ganado, FNG, quien atiende 4 municipios en el departamento.   “Yo manejo El Carmen del Darién y Riosucio en la margen derecha del río Atrato. Y en la margen izquierda, en la zona libre de aftosa sin vacunación, manejo Unguía y Acandí, donde solo se aplica el biológico contra brucella”, contó. (Lea: Grave emergencia vive Chocó por cuenta del invierno)   Berrío destacó el trabajo realizado por los ganaderos de estos municipios, que se han esforzado por sacar adelante sus predios a pesar de no contar con ayuda del Estado. Allí trabaja con casi todo el inventario bovino del Chocó, que aunque parece pequeño con solo 152 mil 228 bovinos, resulta fundamental sobre todo para el departamento de Antioquia.   De acuerdo con Berrío, los productores comercializan animales hacia el golfo de Urabá y se distribuyen en los municipios como Necoclí y Turbo. La mayoría de predios de Chocó se dedican a sistemas doble propósito con ganados Cebú y cruces con Simmental o Pardo Suizo, y hay también fincas de cría y levante que envían bovinos al interior del país.   Yesid Verbel Mendoza, vacunador del municipio de Unguía, manifestó que la ganadería es el renglón más importante de la economía de esta población, ubicada en el norte de Chocó. (Lea: Amenazas de grupos armados afectan actividad comercial en Chocó)   “En Unguía hay cerca de 43 mil bovinos dedicados a la producción de carne. La mayoría de predios son de pequeños y medianos ganaderos, de 15 a 20 animales, aunque también hay algunos que tienen hasta 400”, contó Verbel Mendoza.   Coincidió con Berrío en que los productores han surgido por su propio esfuerzo, sin que haya habido un apoyo estatal en términos de asistencia técnica, entrega de alimentos, proyectos de mejoramiento genético o apoyo a la asociatividad.   Ellos solos han tenido que lidiar con la falta de pastos y el ataque del gusano, ayudados por profesionales y técnicos que prestan sus servicios a quienes pueden costearlos. Ante la falta de ayudas, los productores de más recursos han emprendido por su propia cuenta programas de inseminación artificial o siembras para alimentar las reses.   La odisea de transportar animales   Sin embargo, el mayor problema que tienen los productores pecuarios del bajo Atrato se da a la hora de movilizar sus ganados a otras regiones. (Lea: En Chocó buscan controlar el sacrificio ilegal de porcinos)   Así como los habitantes del departamento que quieren que se termine la vía al mar que comunicaría al Pacífico, Baudó, San Juan y Atrato; los ganaderos reclaman mejores vías para poder sacar los semovientes de sus predios.   El vacunador describió el estado de las vías en el municipio de Unguía

“En tiempo de verano, los carros y las motos pueden entrar a las fincas, pero en este momento, como está el invierno, todo toca transportarlo en bestia”, precisó el vacunador.   El otro inconveniente tiene que ver con el traslado de una orilla a otra del río Atrato. En este caso, fueron los dueños de las fincas los que tuvieron que idearse las embarcaciones con las que se desplazan de un lado a otro. (Lea: Grave crisis sanitaria en Chocó por falta de agua)   Y aun cuando existe la Federación Departamental de Ganaderos del Chocó, Verbel Mendoza sostuvo que no hay una asociación en el Urabá chocoano que jalone los proyectos que los productores tanto necesitan.   Los habitantes de esta región decidieron organizar un paro cívico para tratar de llamar la atención de un Gobierno que consideran los tiene abandonados y de una sociedad que solo parece tenerlos en cuenta cuando hay procesos electorales.