Andrés Moncada, presidente ejecutivo de Fenavi
Foto: Prensa - Fenavi

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“Es momento de que el Gobierno escuche al sector agropecuario”, Andrés Moncada

Por - 05 de Septiembre 2013


El presidente de Fenavi, Andrés Moncada, hace un análisis en diálogo para CONtexto Ganadero sobre la situación por la cual atraviesa el sector avícola, la gestión del Gobierno frente al agro colombiano, las oportunidades de crecer que tienen los avicultores y las proyecciones de consumo que se ha planteado el gremio para los próximos años.

CONtexto Ganadero (CG): ¿Qué tan real es una eventual desaparición del sector avícola por cuenta de las consecuencias del paro agrario?

Andrés Moncada (AM): Tanto como una desaparición del sector, realmente no es tan probable. Sin embargo, si no logramos llevar de manera pronta alimento a las granjas tendremos una gran afectación y esto si podría tener un gran impacto en la estabilidad del sector así como en su crecimiento en el largo plazo. Por eso, estamos demandando del Gobierno que garantice la movilidad y la oferta de transporte.

Porque una vez levantados los bloqueos, el problema que tenemos ahora es que no hay oferta de camiones y equipos para poder movilizar la carga que está en los puertos hacia las plantas de alimentos y luego a las granjas avícolas. Estamos transportando mucho menos de lo que consumen las aves, de manera que los inventarios, de forma lenta, se siguen agotando y desde luego, estamos contra el tiempo. (Lea: Gremio avícola y arrocero, en estado crítico por cuenta del paro)

CG: Usted manifestó unos días antes de iniciar el paro que el Gobierno debía responder por las pérdidas generadas, ¿ha mostrado el Ejecutivo algún interés real en el tema?

AM: El Gobierno tiene la obligación constitucional de preservar la vida, honra y bienes de los ciudadanos; pero también de garantizar los derechos fundamentales a la libre movilidad y al desarrollo de la libre empresa y el trabajo. Es un deber constitucional del Gobierno. Y si bien, también es un derecho de los ciudadanos poder manifestarse y protestar; ese derecho a la protesta y la manifestación llega hasta donde se vulneran los derechos de los demás. Y los derechos de esas empresas y ciudadanos que no están en el paro, también son legítimos y el Gobierno debe garantizarlos.

Pero en la medida en que el Gobierno no garantiza esos derechos y se pierden ingentes cantidades de dinero y se afecta el normal desarrollo de los negocios, es el Gobierno quien debe salir a responder por esto. Sin embargo, hasta el momento no se han manifestado ni para bien ni para mal. Asimismo, hay comunicaciones de Fenavi en el despacho del ministro de Agricultura sobre las que estamos esperando una respuesta pronta y positiva. (Lea: Pérdidas generadas por el paro serán responsabilidad del Gobierno)

CG: ¿Cómo vislumbra el panorama del sector agropecuario en lo que resta de este Gobierno?

AM: El Gobierno actual ha sido bastante lejano al sector avícola. Somos un sector que siempre se ha mostrado abierto al diálogo, que siempre se ha mostrado abierto a soluciones constructivas y propositivas. Sin embargo, no ha sido posible obtener la atención del presidente Santos y en muy poca medida de su equipo. Esperemos que con la crisis que se está atravesando en este momento en el sector agropecuario, el presidente empiece a escuchar a los sectores.

Si bien, la avicultura no va a paros, no bloquea las vías, ni lleva a cabo actos de vandalismo, no destruye los equipos de transporte, ni acude a las vías de hecho; si tuvimos, por ejemplo, el pasado 2 de septiembre un foro avícola en el Congreso de la República con el apoyo de varios parlamentarios, en el cual delineamos cual es la avicultura que queremos, cual es la situación que tenemos actualmente y cuales son las falencias de política que existen para poder llegar a ese futuro deseado. (Lea: 12 de septiembre, día clave para el agro colombiano)

Sin embargo, el Gobierno realmente no ha respondido a nuestro llamado y en ese sentido urgimos una reunión con el señor presidente y su equipo, porque las políticas de la avicultura al igual que las de todo el agro no solamente se concentran en el Ministerio de Agricultura, sino que trascienden a otras carteras. Temas como el tributario, el ambiental, el sanitario que no están solo en cabeza del ICA. Allí existe una seria fisura en las competencias, de control y vigilancia de las cadenas. Entonces ahí se ven temáticas que trascienden a otras carteras; el ambiental se volvió de extrema gravedad y es por esto que necesitamos hablar directamente con el Ejecutivo para que pueda coordinar una política consistente dentro de todo el gabinete que tiene competencias para el sector agropecuario y, en especial, para el avícola.

CG: ¿Cómo van los TLC y la admisibilidad sanitaria de su sector?

AM: Tengo que reconocer que se ha avanzado, sin embargo, ese avance ha sido a paso de tortuga. Realmente los progresos que hemos tenido es porque hemos logrado llegar a mercado que tienen unas exigencias relativamente bajas. Pero en el fortalecimiento institucional que quedó delineado en el Conpes de 2005, hoy todavía no se cumplen a cabalidad los objetivos.

El Gobierno no ha sido capaz de implementar de manera seria el Decreto 1500. Las instituciones sanitarias no tienen la capacidad operativa para controlar la ilegalidad, le aplican la ley únicamente a los formales y a los que hacen de manera juiciosa su trabajo y cumplen, pero los demás tienen una informalidad rampante allí, con cero cumplimiento, en una desigualdad diametral en el mercado, porque finalmente salen a competir en el mismo mercado con productos que son iguales, pero que en materia de inocuidad si tienen grandes diferencias. 

CG: ¿Cuáles considera son los problemas estructurales que tiene el sector agropecuario del país?

AM: Lo más grave es que no hay consistencia en las políticas. La actual administración y en especial el Ministerio de Agricultura se dedicó a 3 proyectos básicamente: restitución de tierras, reparación de víctimas y por último, cuando anunciaron el plan de impulso para la productividad y el empleo, a construir 100 mil viviendas en áreas rurales.

La restitución de tierras y la reparación de víctimas son temas que no están a cargo del Ministerio de Agricultura, para eso están instituciones dedicadas a eso: el Ministerio de Justicia, el de Interior, obviamente hay una Fiscalía y todo un andamiaje de la rama judicial que está para resolver esos temas. A su vez, para construir vivienda hay un Ministerio, nadie ha dicho que el Ministerio de Vivienda tiene que construir únicamente vivienda urbana. La responsabilidad de la vivienda rural también es de Minvivienda, no de Agricultura.

Así que en estos 3 pilares basaron la gestión, olvidándose por completo de generar una política agropecuaria consistente. De manera que hoy el crédito agropecuario está mal diseñado y mal dirigido, de manera que hoy la cobertura no es la deseada. Los temas sanitarios están manga por hombro, los temas ambientales se están volviendo un actor perverso que se vuelve una talanquera para el desarrollo del sector agropecuario. Por otro lado, tenemos un tema de Estado que es el ordenamiento territorial, donde cada alcalde cambia dicho ordenamiento a su antojo, desplazando cada vez más a las actividades agropecuarias.

Además tenemos claramente una política fiscal que no va en concordancia con las necesidades del sector y ni qué decir de la política comercial; no nos pueden decir aquí que abramos los mercados cuando no nos prestan la infraestructura ni los recursos ni el fomento necesario para poder avanzar y competir en un mercado globalizado. Por último, existe una gran preocupación pues vienen cuestionando de manera inadecuada la parafiscalidad agropecuaria y el manejo de la misma cuando los gremios hemos tenido una vigilancia permanente de la Contraloría General de la Nación, cuando además de tener esa vigilancia permanente han fenecido las cuentas y han dado una opinión limpia sobre los estados financieros.

En ese sentido, no hay razón para hacer las aseveraciones que se hacen sobre algunas administraciones. La de Fenavi ha sido realmente impecable, sin embargo, hay un intento permanente por desvirtuar la parafiscalidad agropecuaria  siendo que los indicadores de desarrollo de los sectores y, en especial, el avícola tiene una directa correlación con los programas de inversión que se han realizado. Más del 50% de los recursos parafiscales de inversión del sector avícola se han destinado a la promoción del consumo.

El Fondo Nacional de la Avicultura está recaudando desde 1996 y el resultado es que desde ese año a la fecha, el consumo per cápita se ha duplicado. Eso no es una simple coincidencia y de esa manera le puedo mostrar o se pueden consultar las cifras relativas a los temas sanitarios, de bioseguridad y otros tantos que están dentro de los objetivos misionales del Fondo, incluidos en la Ley 117, donde hay una estrecha correlación entre el recaudo de la parafiscalidad, un manejo transparente y eficiente de la misma  y los resultados de los objetivos misionales.

CG: ¿Qué tan afectados se ven los miembros del sector avícola por el tema de costos en insumos y materias primas?

AM: El tema de los insumos es de absoluta trascendencia para el sector avicultor. Hablemos de insumos agropecuarios, pero no solamente lo que tiene que ver con fertilizantes y agroquímicos que, de hecho, son muy importantes para nosotros. Hablemos también de los insumos veterinarios que son pan de cada día para los avicultores, donde claramente existe una diferencia con los precios que manejan los competidores internacionales y los que existen en el interior del país. (Lea: Avicultores de Colombia revisan su modelo de gestión)

Además, las materias primas de la avicultura, principalmente el alimento balanceado, se elabora a partir de materias primas: maíz, soya y torta de soya que son importadas. Si bien, se compra a precios internacionales, el gran sobrecosto está precisamente en la logística de importación de esos productos: una vez tocan puerto colombiano, el extra costo por las deficiencias logísticas que hay en este país, se convierten en un 20% sobre la materia prima básica que pesa el 70% de la estructura de costos. Eso quiere decir que, en ultimas, el 20% sobre el 70% tiene un 14% de extra costo de toda nuestra producción por la ineficiente logística que hay y es simplemente derivada por la deficiente infraestructura que tiene el país y que claramente es una obligación del Estado.      

CG: El presidente Santos se comprometió a trabajar en las devoluciones del IVA, ¿en qué va ese tema?

AM: El gran problema que tiene la DIAN es una falta de capacidad operativa. La DIAN hoy está metida en un callejón sin salida donde tiene que rendirle a los contribuyentes pero no tiene los recursos ni tiene la capacidad ni el número suficiente de funcionarios para poder evacuar las solicitudes, no solamente de IVA, fíjese no más lo que pasó hace poco cuando empezó el proceso de declaración de renta para personas naturales: la DIAN colapsó porque no tiene la infraestructura tecnológica, operativa, ni la gente y hay claramente allí un problema gravísimo de gobernabilidad donde los sindicatos de la DIAN, pero además los corruptos que se robaron cantidades de dinero enormes, a través de devoluciones de IVA ficticias, tuvieron que ser reintegrados a la entidad, los tuvieron que indemnizar y pagarles salarios caídos.

Esto claramente deja una muestra de que la justicia no se aplica en esos casos, por más que haya buena voluntad de parte del director y sus colaboradores y esto los pone en el peor de los mundos, porque deja el mensaje de que cualquier funcionario puede hacer lo que se le dé la gana, sin que esto tenga consecuencias legales y claramente hay unos casos de corrupción en la DIAN que no han podido controlar porque hay un sindicato que se opone y un serio conflicto con los departamentos administrativos del servicio civil donde no les asignan los funcionarios necesarios para gestionar de manera adecuada las solicitudes y los servicios al contribuyente. (Lea: DIAN garantiza a avicultores devolución del IVA del año pasado)

Esto ha hecho que, si bien, hay un gran esfuerzo por agilizar los trámites, su capacidad operativa interna es bastante débil y eso ha hecho que el problema vaya solucionándose, pero de manera muy lenta.

CG: Usted ha trabajado fuertemente buscando fomentar el consumo de pollo en Colombia, ¿cómo van las metas que tiene Fenavi al respecto?

AM: La avicultura tiene un crecimiento destacado en los últimos 10 o 12 años. Se ha duplicado el consumo, los empresarios han hecho su labor de manera juiciosa, han incorporado tecnología, tienen excelentes rendimientos, es el sector más empresarizado del campo colombiano.

En el año 1995, el consumo de pollo era de 12 kilos por habitante, hoy es de 24 kilos por habitante. Sin embargo, tenemos que llegar a 30 kilos hacia el final de esta década y es por eso que también le estamos pidiendo al Gobierno que en un mercado que hoy crece de manera vegetativa, donde además nos entra competencia internacional, la única forma de salir es exportando y si no tenemos la institucionalidad sanitaria, ni los factores de esa mesoeconomía que están a cargo del Gobierno y que nos den un piso firme para poder exportar tales como la logística y una institucionalidad sanitaria firme para que podamos tener procesos de equivalencia en mercados de interés, pues será muy complicado. (Lea: Fenavi proyecta aumentar a 30 kilos el consumo per cápita de pollo)

Sin embargo, Fenavi a través de  la administración de los recursos del Fondo seguirá desarrollando actividades como el Festival del Pollo Colombiano, para que todos los colombianos comamos pollo colombiano fresco y natural. Las recetas fáciles con huevos donde hoy tenemos un consumo de 234 huevos per cápita al año y en 1995 era de algo así como 160, pero tenemos que llegar ojalá a indicadores como los de México, que registran 365 huevo por habitante al año. De manera que todo colombiano se coma por lo menos un huevo al día y esto obviamente es la meta a la cual queremos llegar y seguiremos en nuestro empeño por alcanzarla.

CG: ¿Cómo ve el futuro del sector avícola de acuerdo al rumbo de las negociaciones en La Habana?

AM: El tema del proceso de paz realmente tiene muchísimos cuestionamientos a nivel interno incluso desde el Marco Jurídico para la Paz que acaba de aprobar la Corte constitucional, hasta la forma de hacerlo operativo y cuál va a ser la participación en política de las Farc. Ese tema de fondo está tan enredado, porque no puede haber impunidad por más que hayan aprobado un tema crucial que incluso alimenta la impunidad de los mandos operativos de la guerrilla.

De cualquier manera, la impunidad en los grandes responsables no va a poder pasar. Ellos van a tener que ser condenados y siendo condenados de acuerdo con nuestra Constitución, no habría una forma en que puedan ocupar cargos públicos ni de elección popular.

De esa manera, el Gobierno tiene una situación muy complicada en este momento, sobre todo porque las Farc han sido enfáticas en decir que sus comandantes no quieren pagar ni un día de cárcel y creo que el pueblo colombiano no estaría dispuesto a eso. Ninguno de los colombianos que hemos padecido y que hemos sido víctimas de la guerrilla y que hemos sufrido su violencia en algún sentido, estamos dispuestos a eso. Por esta razón, yo creo que el Gobierno tiene una situación muy complicada en este momento y tendrá que ser bastante hábil para que esto llegue a un feliz término.

El sector avícola, al igual que todos los sectores agropecuarios, lo único que desea es que haya un campo en paz, con estabilidad y donde podamos desarrollar nuestra actividad productiva sin inconvenientes, teniendo seguridad de las inversiones, para poder producir de la mejor manera. 

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