Mejoramiento geéntico en cultivos
Foto: Cortesía - INTA

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Mejoras genéticas y biotecnología aumentan 50% el rendimiento de cultivos

Por - 26 de Noviembre 2013

Según un reciente estudio del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, INTA, en Argentina, la genética aplicada a los cultivos permite incrementar la productividad con una agricultura sustentable y modificar los alimentos para que sean más saludables.


Según un reciente estudio del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, INTA, en Argentina, la genética aplicada a los cultivos permite incrementar la productividad con una agricultura sustentable y modificar los alimentos para que sean más saludables.

El mejoramiento genético es el conjunto de mecanismos y técnicas que buscan aumentar la productividad mediante la selección de caracteres deseados e involucrando a todos los agentes que pueden afectar la obtención de un producto, como ser resistente o tolerante a enfermedades, plagas, sequía, salinidad o calidad nutricional.

Partiendo de esto, Juan Carlos Salerno, del Centro de Investigaciones en Ciencias Veterinarias y Agronómicas del INTA lideró una investigación que obtuvo como gran conclusión que “la ganancia genética explica alrededor del 50% de los aumentos de eficiencia en la productividad de los principales cultivos, encontrando los mayores logros en maíz, soja, girasol y trigo”.

¿Cómo lograrlo? A través de estrategias como el mejoramiento tradicional y la biotecnología moderna –donde la modificación puede ser asistida por una vía molecular, tal como la transgénesis– se buscan variedades de mayor rendimiento. (Lea: Las biotecnologías también son para los pequeños productores)

Según Silvia Lewis, investigadora del Instituto de Recursos Biológicos, IRB, del INTA, se trata de “procesos continuos, en los cuales se pretende sumar atributos favorables para los cultivos sobre los ya logrados”.

A su vez, Salerno, “en un programa de mejora clásico se debe considerar, en primer lugar, la variabilidad genética para poder hacer la selección, siendo relevante el manejo del germoplasma local y exótico, para luego aplicar los métodos de selección más convenientes de acuerdo a la especie”. En cuanto a las nuevas herramientas biotecnológicas, sostuvo que “permiten acelerar la incorporación de caracteres específicos, que luego indefectiblemente deben pasar por el proceso obligado de selección y adaptación en el campo”.

Por otra parte, según el estudio, uno de los rasgos más buscados por el mejoramiento es la tolerancia a enfermedades y plagas. En el caso de América Latina, la roya de la hoja es una de las principales enfermedades que afectan al trigo. Por eso, la incorporación de resistencia genética a esos patógenos es de vital importancia en los programas de mejoramiento, ya que minimiza la aplicación de fungicidas y, simultáneamente, reduce el riesgo de contaminación ambiental y los costos de producción.

El INTA, a través del documento, también hizo énfasis en los programas de mejoramiento genético forestal, ya que aumentan la productividad y nivel de adaptación de los cultivos. Asimismo, desde hace casi dos décadas esta Entidad argentina viene trabajando junto al sector privado en un programa de mejoramiento genético para aumentar la capacidad volumétrica y de densidad de los cultivos. (Lea: La biotecnología abre el debate entre productividad y salud humana)

De este desarrollo, se desprende la posibilidad de evaluar, durante años consecutivos, variables tales como la procedencia de las semillas que crecen con más vigor, cuáles producen madera más densa, sobrevivencia, corteza, forma del tronco, bifurcación y, complementariamente parámetros genéticos y heredabilidades para aspectos de comercialización.