Carta a los ganaderos a propósito de su Día Nacional

La situación actual del sector no es alentadora: los bajos precios de la leche, los brotes de fiebre aftosa y sus efectos colaterales, y la ausencia de programas son algunos de los inconvenientes que han tenido que enfrentar los productores durante este año.   José Raimundo Sojo Zambrano fue un hombre público, de espíritu emprendedor, entregado al servicio de la patria, estudioso de los problemas nacionales, jurista eminente, dirigente gremial y senador de la República; tenía un extenso conocimiento y una gran claridad conceptual en defensa del sector agropecuario, de la ganadería y de la construcción de una Colombia más grande.   Sojo Zambrano trazó en su vida profesional un camino digno de imitar. Fue presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, entre 1985 y 1991, y asesinado por las Farc el 30 de septiembre de 1995. En su memoria, la junta directiva del gremio bovino decidió celebrar el Día Nacional del Ganadero en esta fecha. (Lea: Los ganaderos de Colombia celebran su día)   Este sábado se conmemora un año más de la muerte de aquel dirigente, pero también es una oportunidad para que los productores celebren su día aunque la coyuntura no es la ideal.   El 2017 ha sido un año especialmente complicado para el sector. Vale la pena recordar que los productores tuvieron que enfrentar en el primer semestre los efectos de la presunta enlechada, hecho que obligó a quienes se dedican a la lechería a cuajar su materia prima, dársela a los terneros o simplemente botarla porque no había quien la comprara. Incluso los grandes empresarios ganaderos se vieron afectados por ese hecho, que aún sigue generando dificultades.   Una vez mejoraba el panorama y parecía que las cosas tomaban un rumbo favorable, apareció un brote de fiebre aftosa en Arauca que posteriormente se repilicó en Cundinamarca y Norte de Santander. Algunos mercados internacionales –que tanto esfuerzo han costado abrirse– cerraron la puerta como fue el caso de Rusia, mientras que otros confiaron en la ganadería nacional a pesar de la presencia de la enfermedad en el país.   La presencia del virus echó por la borda años de trabajo liderados por Fedegán de la mano del equipo técnico del Fondo Nacional del Ganado, entidades que se comprometieron a erradicar con vacunación una enfermedad que durante mucho tiempo fue el diario vivir de los productores. (Lea: Día del Ganadero se celebra este fin de semana en todo el país)   Luego de superar la enfermedad y dar por concluida su presencia, la autoridad sanitaria decretó una zona de contención en varios departamentos entre ellos Cundinamarca, Boyacá, Arauca y 2 municipios de Casanare, para devolverle a Colombia su estatus de país libre de fiebre aftosa con vacunación, por lo que las dificultades y las pérdidas no cesan para quienes tienen su actividad económica en esas zonas.   Mientras todo eso ocurre, los programas que lideraba el FNG antes de su liquidación están detenidos, es decir, las capacitaciones, jornadas de trabajo y demás conocimientos que recibían los productores otrora brillan por su ausencia, así como el apoyo que les brindaba en épocas de fuerte verano.   A la par, retrocedió el consumo percápita de carne de los colombianos, el contrabando de animales de fortaleció, acompañado de una terrible modalidad para la salud de los consumidores y la calidad del producto, como es el carneo; el abiegeato volvio a tomar auge y los costos de producción continuaron su marcha ascendente; el cambio climático hizo lo propio con la variabilidad del clima.   El entretanto, también brilló por su ausencia la construcción de política pública para el sector. Ni siquiera se pensó en el mediano plazo y menos se planteó algo para el largo plazo. En su reemplazo abundaron los anuncios de prensa. Sólo le alcanzo el tiempo al gobierno para pagar los incendios de la aftosa y otrass tareas que han debilitado la dinámica de la economía ganadera como la atención a los temas del Acuerdo con las Farc relacionados con la tenencia de la tierra. Todo esto sin olvidar que lo acordado en los TLC sigue avanzando y el país ve cómo cada día las importaciones de leche y derivados crecen.   A pesar de ese complejo panorama, el ganadero colombiano sigue creyendo en el sector, cree diariamente en su trabajo. No para de ordeñar sus vacas, buscar alternativas para ser más rentable y soluciones para obtener mejores márgenes de ganancia.   Ese amor al sector se evidencia en las ferias nacionales y municipales, en el interés por la maquinaria, las nuevas tecnologías y hasta en los drones para combatir la delincuencia que cada vez golpea más fuerte. (Lea: Así celebran los ganaderos de Colombia su Día Nacional)   Dijo Mauricio Moreno Roa, presidente de Asocebú que los ganaderos hacen patria diariamente. Y es evidente que esto es así, pues se centran sus esfuerzos en mejorar su actividad, aunque la situación no sea la más favorable.   Por esa razón y en medio de un panorama poco favorable, feliz día del ganadero.   Feliz día a quienes se levantan a diario a ordeñar para obtener una cantina de leche, el sustento de su familia y de miles de trabajadores.   Feliz día a aquel administrador que desde la madrugada está despierto vigilando el ganado.   Feliz día al propietario que está al tanto de las cifras, registros y cada de uno de los semovientes.   Felicitaciones ganaderos que le apuestan al cuidado del medio ambiente, los sistemas silvopastoriles y agroforestales, quienes quieren darle valor agregado a sus materias primas y sueñan con poner sus animales, carne o leche en el exterior.    ¡Feliz día ganaderos!