Policía capturó al jefe financiero del ELN en Catatumbo
PorJosé D. Pacheco Martínez-24 de Abril 2025
Cargando...
Por - 17 de Enero 2019
El éxito o el fracaso de cualquier estrategia de control de plagas residen en el nivel de conocimiento que se tenga del sistema cultivo-plaga-enemigo natural.
El éxito o el fracaso de cualquier estrategia de control de plagas residen en el nivel de conocimiento que se tenga del sistema cultivo-plaga-enemigo natural. Investigadores del INTA Oliveros, Santa Fe señalan el control biológico utiliza enemigos naturales de plagas y enfermedades en las plantas y suelos para reducir su impacto, y que esta técnica implica usar tres veces menos de sustancias químicas, con el mismo rendimiento y un costo menor (Ver: Control biológico, una estrategia tan sostenible como rentable). También indicaron que sr trata de un método de control que mediante el uso de los controladores naturales se logra disminuir y hasta anular el impacto de las plagas y enfermedades en las plantas y suelos. Queda, sin embargo, señalar qué método de implementación es mejor, o presenta más ventajas y menos riesgos. Explican que el control de plagas tiene, al menos, dos modos de implementarlo: por conservación o introducción. En otros términos, se puede optar por conservar los agentes de control biológico disponibles en la naturaleza para, así, obtener, un beneficio eco sistémico. Pero también se puede cría enemigos naturales en el laboratorio o en biofábricas para, luego, liberarlos a campo o a ambientes controlados –lo cual denominan método de introducción-. Jorge Frana no dudó en ponderar la conservación de los enemigos naturales para cultivos extensivos. Frana especialista en control biológico y manejo integrado de plagas del INTA Rafaela, Santa Fe. En cuanto a la introducción de enemigos naturales en los ecosistemas, conocido como Control Biológico Clásico, Frana reconoció que “implica riesgos”. En este sentido, advirtió: “Hay que tener mucho cuidado y responder con los test de especificidad” y recordó un caso en Hawái, Estados Unidos, en el que –por error– se introdujeron caracoles –en un ambiente apto y sin sus controladores naturales–, lo que generó las condiciones ideales para un crecimiento exponencial de estos moluscos. “Para controlarlos, y sin demasiadas investigaciones, liberaron caracoles de caparazón truncado que son depredadores de caracoles y, esos mismos, diezmaron la población de los caracoles nativos en el archipiélago”, señaló el técnico. Juan Carlos Gamundi –entomólogo del INTA Oliveros, Santa Fe–, al destacar las numerosas ventajas de esta estrategia de control, sostiene la eficacia de la introducción de enemigos naturales en el caso que se deban controlar plagas exóticas que fueron introducidas al país mediante el transporte de mercadería o la mera comercialización de productos. En esta línea, la consideró una estrategia “muy exitosa”. “Es que esa plaga en ese nuevo territorio no tiene controladores naturales, entonces sí resulta efectivo ir al país de origen, buscar los enemigos naturales e introducirlos, que es uno de los métodos para combatirlas”, explicó Gamundi. Cuando no se hacen los estudios adecuados para analizar la introducción y la competencia con los organismos nativos a fin de asegurar la eficacia de la estrategia de control, suceden los errores. Como cuando en el país se introdujeron enemigos naturales tales como abejorros y vaquitas para controlar los pulgones. “Al ser muy agresivos y con una alta tasa de reproducción, lograron desalojar a los depredadores naturales y generaron un desequilibrio circunstancial en el ecosistema”, reconoció preocupado el especialista de Oliveros quien volvió a destacar la necesidad de “realizar estudios de especificidad “. Una alternativa, más controlada y medida, es el uso de formulaciones de diversas cepas de microorgaanismos benéficos que sirven tanto para realizar un control biológico de enfermedades del suelo provocadas por hongos, como así también en plantas. Viviana Barrera –especialista en micología del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMyZA) del INTA Castelar–, también se refirió al riesgo que representa a proliferación en masa de esporas aplicadas al suelo y no dudó en manifestarse en contra. “Esto representa un riesgo –no estudiado ni medido– que sobrepasan los objetivos”, aseguró al tiempo que agregó: “Estamos frente a hongos ambientales capaces de dispersarse por todos lados”. En esta línea, Frana consideró “fundamental” estudiar la especificidad de la especie que se quiere controlar a fin de evitar efectos colaterales. “La clave está en la investigación y el estudio”, destacó. Silvia Lopez –investigadora del Insectario de Investigaciones para Lucha Biológica del IMYZA, INTA Castelar– remarcó que: “El éxito o el fracaso de cualquier estrategia de control de plagas reside en el nivel de conocimiento que se tenga del sistema cultivo-plaga-enemigo natural”. Para la investigadora, “todo programa de control biológico requiere de monitoreo para las principales plagas del cultivo, a fin de disponer de un método objetivo de diagnóstico del estado sanitario de las plantas”. En conclusión, para evitar errores, los científicos coincidieron en la importancia de estudiar muy bien el agroecosistema, conocer la bioecología de la planta o suelo –según el caso– y analizar el conjunto de enemigos naturales para entender cómo actuará el enemigo natural introducido. “Hay que tener cuidado para no cometer errores y lograr una introducción armoniosa con el ambiente”, subrayó Gamundi. Fuente: INTA. Control biológico, una estrategia tan sostenible como rentable
Noticias Relacionadas
PorJosé D. Pacheco Martínez-24 de Abril 2025
PorMelanny Orozco-22 de Abril 2025
PorMelanny Orozco-21 de Abril 2025
PorNeife Castro-20 de Abril 2025
PorMelanny Orozco-19 de Abril 2025
PorAngie Barbosa-18 de Abril 2025
PorNeife Castro-15 de Abril 2025
PorMelanny Orozco-24 de Marzo 2025
PorAngie Barbosa-23 de Marzo 2025
PorMelanny Orozco-21 de Marzo 2025
PorMelanny Orozco-20 de Marzo 2025
PorJosé D. Pacheco Martínez-20 de Marzo 2025