Animales objeto de diagnóstico genético
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Diagnóstico genético del hato, una herramienta para mejorar la producción

Por - 09 de Febrero 2023

De un correcto diagnóstico genético del hato dependerá, en gran medida, un buen resultado de la producción y el direccionamiento del negocio.


De un correcto diagnóstico genético del hato dependerá, en gran medida, un buen resultado de la producción y el direccionamiento del negocio.

Así lo señaló Ricardo Arenas, médico veterinario especialista, en un nuevo capítulo del Manual Práctico Ganadero elaborado por la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), donde explicó que el diagnóstico es un concepto cambiante que hoy día recoge aspectos genéticos, de fenotipo, de genotipo y del entorno de los animales.

Consiste en valorar el tipo de animales del que está compuesto el hato, para lo cual se debe buscar ayuda de un profesional experto en la materia que permita definir la composición racial que se tiene en la finca.

En producciones comerciales de cría y doble propósito, por el manejo de cruzamientos que se tiene, es particularmente importante determinar el porcentaje que se tiene de sangre cebuína y de Bos Taurus.

La finalidad de este diagnóstico es direccionar la ganadería que se tiene por lo que se deben tener claras las respuestas a una serie de preguntas que permitan definir las condiciones de la empresa ganadera. (Lea: Diagnóstico externo e interno, primeros pasos para el mejoramiento genético en la finca)

Lo primero que debe preguntarse es cuál es el objetivo de esta ganadería: carne, leche o doble propósito; en qué ecosistema se encuentra el predio donde se realiza la explotación: trópico alto, medio o bajo. Cuál es la humedad relativa, cómo se encuentra la luminosidad, cuál es el régimen de lluvias así como la topografía del terreno donde se adelanta la explotación.

El tener un diagnóstico preciso de la composición racial permitirá programar la vacada de acuerdo con la clasificación racial, dando unas posibilidades de uso de toros por raza o si se quiere ser más asertivo hay que tener en cuenta las evaluaciones genéticas de los toros que se usarán para preñar las vacas.

Para este diagnóstico es indispensable tener un conocimiento suficiente de las características fenotípicas de las diferentes razas y familias, como la forma y tamaño de las orejas, prepucio y ombligo, cola, cabeza, dorsos, cuernos, las formas de las extremidades, el color de la piel y las mucosas, el pelo y su tamaño, los ojos, etcétera.

Por ejemplo, si se tiene una vaca de cría parea carne que tiene tres cuartos de Taurus, no criolla, en el trópico bajo ubicado a 200 metros sobre el nivel del mar, sería un animal de pelo largo, poco adaptada, con problemas de gasto energético adicional para termorregular y seguramente con días abiertos prolongados. En este caso la sugerencia sería usar un toro cebuino de carne que aporte más adaptabilidad y rusticidad al medio donde se encuentra la vaca.

Hoy en Colombia se tiene una gran variedad de opciones en cuanto a razas y toros seleccionados que bien direccionadas pueden dar excelentes resultados en la ganadería. (Lea: Mejoramiento genético debe tener en cuenta el cambio climático)

Para el caso de los hatos puros, los ganaderos cuentan con las asociaciones de cada raza y los animales tienen su pedigrí o genealogía, lo que permite a los profesionales expertos en genética direccionar los apareamientos con toros puros de la misma raza donde diga que se presenta consanguinidad y de acuerdo con las debilidades y fortalezas de la vaca se selecciona qué toro usar.

Igualmente esta información permite definir qué característica productiva se quiere mejorar en la vaca, bien sea para seguir aumentando la calidad genética o para ser proveedores de esta genética a otros hatos.

Por su parte, el diagnóstico externo debe comenzar con un análisis sobre el entorno de la explotación en lo referente al mercado de los productos ganaderos en la región, la situación de oferta y demanda, las industrias procesadoras, comportamiento de los precios y canales de comercialización, infraestructura vial y de servicios públicos existente, tendencias sobre la calidad exigida, disponibilidad y costo de la mano de obra calificada y de los insumos, sin olvidar los aspectos de seguridad en la región.

Con esta información se debe determinar si en el futuro el producto más prometedor es la carne, entendida como la producción de novillos gordos o terneros destetos, llamada también cría; o la leche, o los dos al mismo tiempo.

De existir la posibilidad de llegar al consumidor con el producto elaborado en la finca es importante tenerlo presente ya que ello también puede incidir en el trabajo de selección genética.

Entre tanto, el diagnóstico interno hace referencia a las características propias o directas de la producción como las condiciones agroecológicas de clima, disponibilidad de aguas en invierno y verano, tipo de terreno, aptitud de uso, cultivos existentes y topografía, entre otras. (Lea: Así está la genética hoy en Colombia)

Un aspecto importante es el tema de recursos humanos con que cuenta la explotación. Se debe analizar si están adecuadamente capacitados, el grado de pertenencia que tienen con la empresa y si se otorgan bonificaciones por rendimiento.

A partir de este conocimiento se debe establecer qué mejoras se van a realizar en la explotación, no necesariamente relacionadas con la construcción de establos sino mejoras como sembrar y dar manejo adecuado a las praderas, dividir potreros o sembrar para suplir las necesidades de los animales cada vez más seleccionados genéticamente.