En qué consiste la Carta del Paisaje Ganadero de Sabana Inundable

Paz de Ariporo, en Casanare, se convirtió en el primer municipio de Colombia en contar con una carta de paisaje ganadero, en este caso de sabana inundable, acorde con los principios de sostenibilidad y conservación del medio ambiente.

El documento integra y sintetiza los resultados de la formulación de la Carta del Paisaje Ganadero de Sabana Inundable del Paz de Ariporo, que se realizó en el marco del Proyecto Piloto de “Carta del paisaje agropecuario, en dos municipios de la Orinoquía”, entre octubre de 2020 y diciembre de 2021, en alianza entre la Administración municipal de Paz de Ariporo, la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Upra) y el Proyecto Biocarbono Orinoquia – Paisajes Sostenibles Bajos en Carbono.

La formulación se hizo en cuatro etapas: reconocimiento, alistamiento, caracterización y formulación de acuerdos y estrategias, a través de los cuales se desarrollan planteamientos sobre cómo gestionar el cambio climático y el desarrollo bajo en carbono. Cada etapa tuvo un componente participativo.

A nivel general, la Carta del paisaje agropecuario se concibe como un instrumento voluntario de acuerdos entre actores locales que busca facilitar actuaciones, al interior del territorio rural, para gestionar paisajes agropecuarios, en el ámbito municipal o distrital, con una proyección de largo plazo (más de diez años).

A partir de las condiciones del paisaje agropecuario, permitirá genera una hoja de ruta para protegerlo, promover su uso sostenible y, de esa manera, impulsar el desarrollo local. Su diseño se articula con los instrumentos y escenarios de gestión territorial existentes. (Lea: Así es como el ganado bovino conserva los paisajes)

El Paisaje Ganadero de Sabana Inundable de Paz de Ariporo se encuentra contenido en 16 veredas del municipio, ocupando un área de 512.309 hectáreas que fueron identificadas por sus habitantes como poseedoras de valores paisajísticos que denotan un carácter particular de paisaje agropecuario.

La ganadería sigue siendo el medio de la economía para los llaneros, es el sustento para sobrevivir, pero también es la forma como se vive con la flora y la fauna; es lo que se necesita tanto para respirar aire puro como para mantener un equilibrio perfecto.

Se diferencia de los demás paisajes ganaderos a nivel nacional porque se cría el ganado suelto, gracias a las extensas sabanas, se puede mantener a los animales en un ambiente de conservación, donde aún se ve biodiversidad.

Con el fin de aproximarse al uso del suelo del Paisaje Ganadero, se utilizó la metodología establecida por la UPRA y el IGAC en 2015 para consolidar la Leyenda de Usos Agropecuarios del Suelo a Nivel Nacional a escalas mayores que la escala 1:25.000, se realizó el análisis para el Paisaje Ganadero donde se encontró que son principalmente pecuarios, agrícola agroforestal y de pesca, y áreas excluidas de frontera agropecuaria.

El Paisaje Ganadero de Sabana Inundable de Paz de Ariporo se caracteriza productivamente porque la riqueza de su agrobiodiversidad supera significativamente la ganadería. Estas actividades se desarrollan en un complejo sistema productivo de catorce productos diversos: ocho de tipo pecuario, cinco agrícolas y el turismo, que aprovecha la multifuncionalidad del paisaje. Este sistema productivo depende y se interrelaciona con la base natural del paisaje, con la diversidad de fauna y flora silvestre que aportan una identidad específica al paisaje ganadero. (Lea: Gobierno promueve el paisaje ganadero de la Orinoquía colombiana)

Según el director del Proyecto Biocarbono, Iván Darío Gómez, estas cartas permiten que todo el tema cultural y la tradición ganadera del municipio trasciendan a través de la historia. “En la Orinoquía se trabaja con las autoridades locales y la ciudadanía en la producción agropecuaria sostenible y ojalá baja en carbono para insertarlos en el mercado de carbono en un futuro cercano”, indicó.

El Proyecto Biocarbono busca identificar y desarrollar alternativas que permitan contribuir a mejorar las condiciones de la planificación y producción agropecuaria sostenible, con el fin de garantizar la disminución en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Esta es una iniciativa liderada por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, a través del convenio entre el Gobierno Nacional y el Banco Mundial, y es financiado por las embajadas de Reino Unido, Estados Unidos, Reino de Noruega y Alemania.

Con este documento se busca contribuir al trabajo que viene realizando el país para lograr una agricultura climáticamente inteligente en términos de adaptación y mitigación del cambio climático. Se aporta así a la meta que se fijó Colombia de reducir en un 51 % sus emisiones de GEI, compromiso adquirido ante la Convención Marco de Cambio Climático de las Naciones Unidas para lograrse en el año 2030.