Infórmese sobre la importancia del recorredor en ganaderías de cría

Este rol se debe asignar a uno de los trabajadores de la finca que estará encargado de recorrer los potreros no solo para detectar celos en vacas, sino también para observar su estado físico y demás signos que se puedan percibir a través de la vista, lo que incluye anomalías.

De acuerdo con los autores del artículo “Cría y recría de bovinos”, los ingenieros agrónomos Jorge Hugo Veneciano y Carlos Alberto Frasinelli, explicaron que cuando se realiza un servicio en campo, el rol del recorredor es relevante porque debe atender los siguientes aspectos:

“Verificar la pertenencia de cada toro a su rodeo, hacer trotar a los toros para detectar impedimentos físicos, observar lesiones en pene, prepucio y testículos, apreciar el comportamiento individual de cada reproductor, identificar y separar los ejemplares agresivos”.

Cuando el servicio se hace en el corral, el recorredor detecta las hembras en celo dos o tres veces al día, llevándolas al corral con el toro escogido, o las identifica en la sala de ordeño. (Lea: La detección del celo, clave en la reproducción y producción de leche)

Por su parte, el especialista y consultor ganadero de Argentina, Óscar Ferrari, añadió que “el recorredor deberá agudizar el poder de observación en el momento de recorrer los rodeos para detectar cualquier anomalía en los toros”, por lo cual se requiere aleccionar al personal.

Entre las funciones que cumple este funcionario, debe verificar que cada toro pertenezca a ese hato y no a otro, luego de haber realizado su distribución en cada uno; hacerlos trotar para ver si cojeando, fijándose en las patas y pezuñas, y observar lesiones en el aparato reproductor.

De igual manera, la idea es que esté pendiente cuando el macho efectúa la estocada o golpe de riñón (servicio) y en ese momento ver su pene exteriorizado, por si hubiera alguna lesión. (Lea: Importancia del diagnóstico de gestación temprana en la reproducción bovina)

También debe ver el comportamiento individual de cada toro, individualizando a aquellos que se apartan del rodeo (denominados como “rinconeros”) e identificar si hay algún agresor que no se haya detectado durante la prueba de capacidad de servicio, para sacarlo del rodeo.

En caso de identificar alguna alteración, hay que retirar el toro y reponerlo solo si el problema ocurre dentro de los primeros 20 días (se asume que todo el ganado está sano y bien alimentado). Si se retira luego de los 20 días de iniciado el servicio, no es necesario reponerlo.

En algún hato donde haya un toro solamente se deberán realizar dos recorridas diarias y, según Ferrari, a los 40 días de iniciado el servicio se debería notar menor actividad sexual. (Lea: Reconozca los factores que inciden en la capacidad de servicio de un toro)

El recorredor también debe fijarse en el ambiente, revisando cuidadosamente los alambrados y comprobar si tienen buena llegada de electricidad si se utilizan alambrados eléctricos. Debe estar pendiente de las fuentes de agua y que no falte pasto en el potrero.