Quemas ecosistemas nativos
Foto: Jairo Medina / FNG.

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Preocupación en Casanare por la quema indiscriminada de pastos

Por - 09 de Junio 2015

El hecho se viene presentando en el municipio de Trinidad, en donde al menos 8.000 hectáreas fueron arrasadas por las llamas con el propósito de aumentar la frontera agrícola y los cultivos destinados para arroz, yuca y maíz. Flora y fauna son las más afectadas con esa situación.


El hecho se viene presentando en el municipio de Trinidad, en donde al menos 8.000 hectáreas fueron arrasadas por las llamas con el propósito de aumentar la frontera agrícola y los cultivos destinados para arroz, yuca y maíz. Flora y fauna son las más afectadas con esa situación.   Una tradición popular, pero muy nociva para el medio ambiente y los ecosistemas se viene adelantando en Casanare, especialmente en Trinidad. Allí, al menos 8.000 hectáreas fueron incineradas por agricultores de la zona con el fin de aumentar la frontera agrícola, además de sembrar cultivos de maíz, arroz y yuca, sin importarles los graves daños que eso genera en la flora y fauna nativa. (Lea: ¿Cómo recuperar 45 mil hectáreas perdidas por sequía en Casanare?)   Esa situación, no solo afecta los ecosistemas típicos de las sabanas del Casanare, sino que vienen limitando el espacio en el que se adelanta con éxito la producción ganadera en ese departamento, rubro que viene reportando un crecimiento importante, especialmente en materia de cabezas de ganado.   Según explicó Jairo Medina, profesional en Gestión Productiva y Salud Animal del Fondo Nacional del Ganado, en el departamento, los agricultores en su afán de sembrar más están arrasando con la naturaleza, sin tener en cuenta las condiciones climáticas actuales de la región, por lo que muchos perdieron lo invertido. (Lea: Incendios forestales amenazan varios municipios colombianos)   “Muchos de los que dañaron los ecosistemas, se apresuraron al ver que el invierno llegaba a la región, por lo que quemaron centenas de hectáreas para poder sembrar, pero las precipitaciones desaparecieron. Hasta ahora, que se reactivaron las lluvias y más gente incineró el suelo es que han podido cultivar con éxito, sin importarles el atentado que cometieron contra el medio ambiente”, aseguró Medina.   Ante esos hechos este diario consultó con la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquía, Corporinoquia. Lina Ramos, jefe de prensa de la entidad afirmó que son muchas las quejas que se presentan en el departamento por cuenta de las quemas indiscriminadas, las cuales en ocasiones no son hechas por los dueños de los predios, sino por tercerosa los que no les importa perjudicar el entorno. (Lea: Se incrementan los incendios forestales en Meta)   “Ese es un tema muy complicado porque no se soluciona con sanciones, sino que es necesario que haya un cambio de conciencia entre quienes ejecutan esas quemas. En nuestro caso, cuando ocurre eso, la persona afectada trae la queja, se radica y se programa una visita por parte de los técnicos de la corporación. Una vez cumplido ese proceso, ellos (los técnicos) emiten un concepto técnico y dependiendo de la gravedad del asunto, la Secretaría General, adelanta un proceso sancionatorio contra quienes causaron los daños”, explicó.   Para salvar ese terreno quemado, Michael Rua Franco, presidente de la Asociación Colombiana de Ganaderos Ecológicos, Bioganaderos, aseguró que lo primero que se debe hacer es una revisión de lo que se perdió, y a partir de ahí establecer una dinámica de recuperación de los ecosistemas, la cual no se puede hacer a través de monocultivos debido a los altos costos que esto representa. (Lea: Incendios forestales dejan en total 129 hectáreas arrasadas en Huila)    El dirigente enfatizó en que se requiere mecanización, enmiendas con minerales, irrigación, siembra y aportes externos de materia orgánica, para recuperar la tierra, ya que el perjuicio más grave que tiene el suelo tras un incendio es la pérdida de sus componentes.   “Habría que hacer grandes aportes en materia orgánica y tras eso realizar el proceso de sembrado de especies nativas, las cuales pueden ayudar a que los ecosistemas también se recuperen y regresen a su hábitat natural. No obstante, para llegar a este paso, será prioritario darle un reposo total de uno o dos años al suelo, en donde no se va a poder hacer ninguna actividad agrícola o ganadera, para que el terreno se reconstituya en cuanto a vegetación natural rastrera. Mientras que los árboles y arbustos hay que irlos incorporando”, remató Rua Franco. (Lea: Incendios forestales tienen en alerta a varias regiones del país)