Conozca la oferta tecnológica de Agrosavia en sistemas silvopastoriles para la altillanura

Por medio de la integración de tres componentes importantes como son los pastos, los cultivos y los árboles, se desarrollan los sistemas silvopastoriles en la Finca Experimental Taluma, de Agrosavia, cerca de Puerto Gaitán (Meta).

Álvaro Rincón Castillo, investigador de Agrosavia La Libertad, señala que el propósito de establecer diferentes materiales vegetales es mejorar la oferta forrajera del ganado y que esta sea de calidad y permita aumentar la capacidad de carga a dos o tres animales por hectárea con más forraje por área, pues en estos momentos en esta zona se tiene un animal por hectárea.

Taluma es una zona representativa de la altillanura plana colombiana que va desde Puerto López hasta Vichada y abarca cerca de 4 millones de hectáreas. (Lea: Sistema silvopastoril intensivo, alternativa de ganadería sostenible)

En este centro se cuenta con pasto Toledo, Mulato, Mombasa, entre otros, con el fin de mejorar la oferta forrajera y se siembra con un cultivo, en este caso en las áreas bajo pastoreo se establecieron con maíz para que con el grano que se obtiene en la cosecha que está en 5,5 toneladas/hectárea se paga el establecimiento o recuperación de praderas.

Después de cosechado el maíz queda la pastura establecida en muy buenas condiciones y lista para ser pastoreada, además está el componente arbóreo para el bienestar animal.

En estos momentos se tienen establecidas cerca de 200 hectáreas en el centro de investigación y ya se ha ido haciendo lo propio en fincas de productores.

En la altillanura la ganadería tradicional se ha desarrollado en sabana nativa y en algunos casos con pastos introducidos que han mejorado la productividad pero por la calidad de suelos que es baja en nutrientes se refleja en los pastos y por eso son de baja oferta forrajera.

Tradicionalmente se producen 800 kilos por hectárea de materia seca cada 35-40 días con una proteína del 6 al 7 %, con estos sistemas están produciendo entre 1.500 y 2.000 kilos de materia seca cada 30 días y con una proteína entre el 8 y 10 % lo cual permite aumentar capacidad de carga y la ganancia de peso por animal. (Lea: 3 condiciones fundamentales para sistemas silvopastoriles)

Se busca que el ganadero tenga árboles en los potreros por el beneficio que tiene para los animales debido a que allí las temperaturas son muy altas lo cual afecta la productividad animal.

En Taluma los establecieron en franjas porque se facilita ya que va por la orilla de la cerca.

Precisamente, las cercas vivas son el sistema silvopastoril más difundido y consiste en la siembra de árboles y arbustos establecidos en remplazo de postes de madera, cemento u otros materiales.

Se establecen en grandes densidades y con diversidad de especies que en algunos casos pueden ser forrajeras, lo cual facilita el desplazamiento de la fauna entre fragmentos del bosque y por lo tanto son elementos muy importantes en la conectividad de los pasajes ganaderos y contribuyen a la conservación de la biodiversidad.

En estas franjas están estableciendo materiales de leguminosas de crecimiento rastrero y otras arbustivas que son un banco de proteína para los animales cuando entran a tomar la sombra. También se triplica la captura de carbono por parte del forraje y se reducen las emisiones de metano. (Lea: No olvide estos aspectos en el manejo de Sistemas silvopastoriles intensivos)

Se ha tratado de introducir árboles de rápido crecimiento porque se necesita que sean aprovechados pronto por los animales. Cualquier árbol que se siembre allí se debe abonar porque de lo contrario su crecimiento es muy lento debido al tipo de suelo, señaló el investigador.

Agrosavia ha desarrollado la oferta tecnológica de qué es lo que se debe aplicar y en qué cantidad a cada árbol para que a los tres años ya tenga una altura de cuatro metros.

En este centro también tienen ensayos donde se siembran especies herbáceas, arbóreas y leguminosas de alto valor nutricional con el fin de obtener forrajes de excelente calidad y que ofrezcan una gran diversidad de alimentos a los animales.

En el proceso de investigación se han desarrollado nuevos materiales de leguminosas forrajeras que se han venido seleccionando bajo las condiciones de suelos y de clima de la región.

La idea es llegar a tener animales de 480 kilos para sacrificio con dos años, lo cual se logra con buena cantidad de forraje y de mejor calidad nutritiva, concluyó.