El periodo de espera voluntario depende incluso de cada vaca

La determinación de este lapso no solo varía entre una ganadería y otra, sino que puede ser diferente entre las hembras de un mismo hato. Aun cuando se puede aplicar una fórmula estandarizada, hay profesionales que tienen en cuenta parámetros particulares de cada ejemplar.

Así lo manifestó César Augusto Gómez Velásquez, médico veterinario y magíster en Ciencias Veterinarias, quien argumentó que el primer aspecto que evalúa es la producción promedio de leche en comparación con el del hato en general.

“A las vacas que tienen su pico de lactancia por encima del promedio de la finca, se les mantiene la producción por más tiempo, porque si se preñan más temprano, habría que secarles cuando aún están dando alta cantidad de leche”, precisó.

El experto ofreció un ejemplo con un caso hipotético de una vaca que da cría el 1 de enero y tiene 10 meses de lactancia, será productiva hasta el 1 de octubre. (Lea: ¿Qué dicen algunos estudios sobre extender el periodo de espera voluntario?)

“Si yo calculo que esa vaca tendrá 60 días de espera voluntaria, quiere decir que la preñé el 1 de marzo y hasta octubre, tendrá 7 meses de gestación. Ahí debo secarla, aunque es probable que la vaca siga dando buena producción de leche”, dijo.

Y agregó: “Pero si son vacas de alta producción, yo les daría un periodo de espera más amplio, sobre los 80 o 90 días, o sea, tratar de preñarla a partir del día 90 posparto. En cambio, si están en el promedio, podrían preñarse al día 60”.

En cuanto a las de más bajo rendimiento, Gómez señaló que, si no van al grupo de descarte, optaría por inseminarlas entre el día 45 o 50 posparto. (Lea: Algunos consejos para mejorar preñez al primer servicio de vacas paridas)

El segundo factor es el intervalo de días abiertos. De acuerdo con el médico veterinario, si el promedio es muy alto, el ganadero no puede esperar hasta el día 90 sea cual sea su producción, por lo cual todas empezarían a ser preñadas hacia el día 45.

El tercer aspecto es analizar su desarrollo ovárico y determinar si está apta para el servicio al finalizar el puerperio (un mes antes y otro después del parto). (Lea: Conozca esta fórmula para calcular el periodo de espera voluntario ideal)

“También hay que tener la tasa de servicio y la tasa de concepción en el hato. La fórmula que se plantea para calcular el periodo de espera incluye estos dos factores, que es igual a 40 + (tasa de servicios/tasa de concepción por 100)”, precisó

En ese caso, si la tasa de servicio es alta y se refleja en una buena concepción, la fórmula permitirá el periodo de recuperación uterina, que sumado a los 40 días, dará un resultado de 55 o 60 días, que es el lapso que se puede implementar en la ganadería.

“Yo puedo aplicar la fórmula, pero si la vaca lo amerita, por su producción de leche y su permanencia en lactancia, le puedo dar un poco más de espera voluntaria, por ejemplo si parió hace un mes y si hay buenas lluvias y buena producción de forraje, lo que hace que se mantenga más tiempo en su pico de lactancia”, indicó.

Finalmente, aclaró que las hembras aptas para servicio deben cumplir tres condiciones: que entren en celo, que sea evidente y cuyo útero esté completamente sano, sin lesiones de infecciones o catarros genitales.