Estrés térmico en bovinos
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Indicadores y pérdida de calor en bovinos por estrés calórico

Por - 02 de Enero 2023

El estrés calórico es uno de los aspectos más importantes en la vida del ganado debido a las graves consecuencias que trae sobre su salud, productividad y calidad del producto. Conozca cómo se presenta y sus indicadores.


El estrés calórico es uno de los aspectos más importantes en la vida del ganado debido a las graves consecuencias que trae sobre su salud, productividad y calidad del producto. Conozca cómo se presenta y sus indicadores.

Aníbal Fernández Mayer, investigador del INTA, explica que la exposición al calor en el ganado disminuye la entrada de alimentos afectando la producción de carne y leche. En general, los animales comienzan a sentir estrés cuando se presentan varios parámetros adversos de forma simultánea. En la actualidad existen muchas formas de monitorear el estrés calórico. (Lea: ¿Conoce los 4 tipos de estrés que se producen en los bovinos?)

Existen algunas situaciones que generan pérdida de calor de los bovinos como la radiación, convección, conducción y evaporación.

Cuando se habla de radiación se refiere a la eliminación del calor en forma de radiación infrarroja desde la piel al ambiente. Para que esto ocurra, tiene que haber un gradiente de temperatura, mayor en la piel y menos en el entorno del animal aproximadamente 10-15 mm de espesor sobre la piel. 

Para entender de convección, solo hay que saber que es por el movimiento del aire, mientras que por conducción es cuando el calor pasa de un sistema más cálido a otro más frío, por contacto. “Así se difunde el calor desde el interior de la vaca hacia la piel”, dice Fernández Mayer.

En ese orden de ideas, por evaporación es cuando se evapora el agua de transpiración y la humedad de las mucosas externas. El pasaje de agua del estado líquido a vapor utiliza energía calórica del ambiente enfriando algunos milímetros a nivel de la piel del animal.

Es por esto que existen unos indicadores del estrés por calor en los bovinos, que interactúan todos entre sí en un ambiente con alta temperatura y humedad. Conozca algunos:

  1. Frecuencia respiratoria: La frecuencia normal varía entre 26 a 50 respiraciones o jadeos por minutos. Sin embargo, “bajo estrés térmico puede variar entre 65 a 120 respiraciones por minuto”, comenta Fernández Mayer.

  2. Temperatura rectal: La normal varía entre 36.5 y 37.5°C y en ambientes estresantes puede superar los 39°C.

  3. Consumo de materia seca (MS): Con alta temperatura y humedad, los consumos de MS se reducen más del “20%, pudiendo superar el 50% ante situaciones extremas de +35°C de temperatura y de +70% de humedad”, expone Fernández Mayer.

  4. Efectos sobre la producción: En ambientes estresantes la pérdida de producción supera el 10%, pudiendo llegar en casos extremos a caídas mayor del 50% en regiones tropicales y subtropicales. El efecto de alta temperatura y humedad relativa en estas regiones se suma a la menor calidad de los forrajes frescos.

  5. Efectos sobre indicadores reproductivos: Producto del estrés térmico se ha observado una reducción de los celos durante las horas de mayor temperatura, así como mayor frecuencia de celos durante la noche. (Lea: ¿Cuánto tarda el ganado lechero en recuperarse del estrés térmico?)

“En el estado de Florida (EEUU) se observó un 82% de celos “no detectados” en verano respecto al invierno. La aparición de un alto porcentaje de celos nocturnos y la ausencia de otra cantidad de los mismos por el efecto de altas temperaturas y humedad producen fallas en la detección de los celos, afectando la eficiencia reproductiva y productiva”, dice Fernández Mayer.

Además, se ha encontrado una menor tasa de concepción, mayor intervalo entre partos, incremento de los problemas de parto en un 8%, reducción de la tasa de concepción en más del 30% y menor contenido de grasa y proteína en la leche.