Qué depara el futuro para las razas criollas

Los bovinos criollos se originaron a partir de ejemplares Bos Taurus provenientes de la Península Ibérica y las Islas Canarias que fueron desembarcados en el Nuevo Mundo durante la Conquista; a América llegaron hasta finales del siglo XIX. Conozca cuál es su situación actual y futura.

Con la introducción de las razas modernas en búsqueda de la intensificación ganadera durante el siglo XX, las ganaderías criollas han disminuido drásticamente, por lo que se corre el riesgo de extinción de 49 razas. Sin embargo, desde mediados del siglo XX se han emprendido acciones de investigación y fomento de la utilización de las razas criollas en los distintos países de América Latina como lo explica un artículo desarrollado por Archivos Latinoamericanos de Producción Animal (ALPA). (Lea: ¿Por qué los ganaderos están usando las razas criollas nuevamente? Responde Ricardo Camacho)  

Actualidad

En 2007 la comunidad internacional adoptó el Plan de Acción Mundial sobre los recursos zoogenéticos, por lo que se trabaja, hasta el momento, con ayuda de herramientas genómicas y de biotecnología reproductiva para disminuir el riesgo de extinción de los bovinos criollos.

Hay que enfatizar los esfuerzos en promover programas de cruzamiento de las razas criollas con otras de mayor inventario, considerando las ventajas de adaptación al trópico, así como por su rusticidad, fertilidad, longevidad, docilidad y tolerancia a plagas y enfermedades.

La población de bovinos criollos en América Latina se ha reducido drásticamente y en el presente, se desconocen sus inventarios. Además, se dispone de escasa información sobre su aporte tanto a la economía como a los medios de vida de las comunidades rurales.

Hoy día existe evidencia destacada acerca de la fertilidad de las razas criollas, su longevidad, mansedumbre, resistencia a parásitos y tolerancia al estrés calórico, así como, la sobresaliente calidad organoléptica y nutricional de su carne y leche. (Lea: ¿Por qué es importante tener razas criollas en el hato colombiano?)

Recientes estudios de AND señalan la presencia de genes de origen africano en los bovinos criollos. Por lo que se ha comprobado que estos y las razas autóctonas españolas tienen ancestros comunes. Esto quiere decir que estas razas se separaron hace 527 años y que evolucionaron en condiciones ambientales y de selección del hombre diferenciales. Estas condiciones les otorgaron bondades únicas para subsistir y reproducirse en diferentes nichos ecológicos.

En América Latina existen 45 razas criollas bovinas, sobre las cuales no existe un conocimiento exacto y consensuado por parte de la comunidad científica. Existen iniciativas con resultados destacados que tienen la posibilidad de ser replicadas de manera generalizada en América Latina como las ‘Mesas técnicas de razas criollas’ establecidas en Colombia por la Asociación de criadores (Asocriollos), las cuales agrupan de manera formal a las razas afiliadas a dicha organización y tienen como misión apoyar la toma de decisiones para mejorar genética, difusión y comercialización de estas razas.

El futuro

Los restos que enfrenta la ganadería bovina a nivel mundial implican la búsqueda de alternativas para su mejora, entre estas la utilización de toros criollos en cruzamiento con razas de mayor inventario tiene la posibilidad de contribuir a la sostenibilidad técnica, económica, social y ambiental de los sistemas de producción bovina en América Latina. (Lea: Las razas criollas, alternativa eficiente ante el cambio climático)

El artículo propone que se requiere la intervención de las políticas publicas, así como un mayor apoyo financiero de origen gubernamental y el fortalecimiento de las asociaciones de criadores de bovinos criollos.

En este sentido, la generación de mayor información técnica y económica de los hatos permitirá a las asociaciones y entidades gremiales relacionadas, promover la conservación de las razas criollas a través de la introducción de toros en hatos de razas comerciales, para superar la fase de preservación y consolidar la multiplicación de los núcleos genéticos criollos.

Desde el enfoque empresarial a corto plazo, se sugiere la mejora de los programas de nutrición de los ganados criollos, así como el manejo eficiente de la información y división por lotes de edad o estado fisiológico de los animales.  

A largo plazo, se espera contar con una población de bovinos criollos sobresalientes con la consolidación de las asociaciones de criadores en cada país de América latina. El conocimiento sobre el genoma de los bovinos criollos a futuro deberá ser mayor y los genes de interés económico y adaptabilidad propios de los criollos los posicionarán en el mercado genético internacional.