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Por CONtexto ganadero - 13 de Abril 2023
La detección del celo es el primer paso para lograr que un animal bovino se preñe. Llevar a cabo este proceso implica diferentes aspectos claves que serán explicados a continuación, basado en investigaciones de expertos.
La pérdida de celos es uno de los varios factores que contribuye intervalos entre partos prolongados, por lo que al aumentar el número de celos observados es posible disminuir el intervalo entre partos. El Sistema de Manejo de Registros Lecheros (DRMS por sus siglas en inglés) en Carolina del Norte, al aumentar la producción de leche los días abiertos decrecen mientras que los días al primer servicio y la tasa de descartarse se mantiene igual, señala una investigación de la University of Georgia. (Lea: La detección del celo, clave en la reproducción y producción de leche)
Una detección de celo efectiva motivará al productor a aprovechar la genética superior disponible por medio de la inseminación artificial (IA).
Más del 90 % de las vacas deben mostrar signos de celo para el día 50 postparto. Las vacas deben criar cada 21 días para este tiempo. El signo más confiable de una vaca en celo es el comportamiento de permitir la monta, que es el momento en que ésta se deja montar por otro animal de rebaño.
Cada episodio de comportamiento de monta puede durar de 4 a 6 segundos. Las vacas en promedio se montan 1.5 veces por hora y cada celo es visible por aproximadamente 6-8 horas. Aunque su duración completa es aproximadamente 12 horas.
De esta manera que las vacas están en celo un poco más de un tercio del día y solo pasan un total de 3 a 5 minutos montándose. Por lo que, tomando en cuenta esta información, es fácil entender por qué las vacas deben ser observadas por signos de celo varias veces al día. (Lea: Estrategias de detección de celo para ganado lechero)
Los productores también pueden monitorear algunos signos de celo secundarios como:
Montar a otras vacas.
Descargas mucosas claras.
Descanso de la barbilla y caricias con esta parte del cuerpo.
Vulva hinchada y roja, así como frecuencia al orinar.
Flancos fangosos y cola fruncida, lacerada o raspada en su base.
Mugidos frecuentes, gestos ansiosos, comportamiento de olfateo.
Baja en producción de leche y falta de apetito.
Un buen administrador conoce que la detección de celo debe hacerse a diario y de forma precisa. Alguien debe ser responsable por hacer el trabajo correctamente. Estudios han demostrado que el comportamiento inicial de monta se distribuye equivalentemente a través del día.
La fracción de los celos observados aumenta cuando se aumentan los minutos de observación de las vacas y los minutos que se observa cada animal por día. Observaciones realizadas por 20 minutos cada una, temprano en la mañana, al medio día y al atardece son necesarias para detectar más del 90% de los celos del hato.
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