Policía capturó al jefe financiero del ELN en Catatumbo
PorJosé D. Pacheco Martínez-24 de Abril 2025
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Se trata de una estrategia para recuperar zonas verdes, promover el trabajo entre vecinos y crear espacios de inclusión social, reduciendo al mismo tiempo las peleas callejeras, la sensación de inseguridad y la violencia en general, en la comuna de Cazucá en el sur de la capital colombiana.
Se trata de una estrategia para recuperar zonas verdes, promover el trabajo entre vecinos y crear espacios de inclusión social, reduciendo al mismo tiempo las peleas callejeras, la sensación de inseguridad y la violencia en general, en la comuna de Cazucá en el sur de la capital colombiana.
Este proyecto es el resultado de 4 años de trabajo de Investigadores, estudiantes y asesores del Grupo de Investigación de Hábitat, Diseño e Infraestructura y el Semillero de investigación Arquitectura del Paisaje de la Universidad Piloto de Colombia.
María Ximena Manrique, docente investigadora de la universidad, explicó que la investigación participativa en arquitectura es fundamental para “darle nueva vida y estructura integral a barrios informales”. (Lea: ¿Son seguros los alimentos de los huertos urbanos?)
En ese sentido, investigadores y estudiantes llegaron hasta estas zonas marginales para proponer diseños de parques de arquitectura barrial, nombre técnico para designar parques donde se puede cultivar lechuga, tomate, cilantro, romero o menta.
De esta manera, los habitantes del barrio pueden emplear los cultivos como una forma de generar recursos con la venta o en mínima cantidad para el auto sustento del hogar, lo que representará un alivio para sus bolsillos.
Además, generan espacios de identidad, facilitan el compartir, sirven para valorar los hitos e imaginarios del barrio e incluyen el diseño paisajístico del lugar, sembrando árboles, plantas ornamentales. (Lea: Conozca algunas experiencias de compostaje colectivo en áreas urbanas)
Para lograrlo, le mostraron a la comunidad todo lo que pasaría si trabajaban en revitalización ecológica, que se resume en darle nueva vida y sentido social a parques y zonas verdes que con el tiempo llegan al desarrollo progresivo hacia la autoconstrucción de ecobarrios.
Los ecobarrios son zonas ecológicas y sostenibles donde se reduce el impacto medioambiental por cuenta de generar conciencia y cambiar los hábitos de los ciudadanos para que sean responsables de sus actos. (Lea: Huertas resilientes, una apuesta por la mitigación al cambio climático)
Mauricio Hernández Tascón, director de Investigaciones de la Piloto, aseguró que “los proyectos de arquitectura social emergente para nosotros se convierten en la posibilidad de aplicar y usar la investigación y la innovación como herramientas de transformación de realidades”.
Agregó que esto permitirá abrir espacios para el diálogo de saberes y la planeación participativa, y generar aportes para la construcción de comunidades de paz, el bienestar de los niños y la seguridad habitacional de las comunidades emergentes de Cazucá.
Esta tarea se plasmó en un proyecto de investigación participativa titulado ‘Cazucá. De lo informal al mejoramiento integral’, que usted puede consultar en el siguiente enlace.
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