Dar leche y calostro pasteurizado ayuda a la salud de los cabritos
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Cabritos alimentados con leche pasteurizada reducen enfermedades

Por - 22 de Marzo 2022

La alimentación de los cabritos en los primeros días de su vida con calostro y leche pasteurizada ayuda a reducir las enfermedades y a la condición corporal.


Alimentar a los cabritos recién nacidos con calostro pasteurizado y leche pasteurizada ayuda a evitar la transmisión de enfermedades y tener una mayor vida productiva y reproductiva.

Las producciones pecuarias que alimentan los animales bebés con leche pasteurizada suelen hacerlo pensando en mejorar las ganancias de peso y características como la composición corporal.

Según Rafael Antonio Herrera, caprinocultor de Anolaima (Cundinamarca), en una nota de La Finca de Hoy, esta explotación caprina donde se manejan cabritos de alta genética las alimentan con leche pasteurizada pensando en la salubridad de los animales a largo plazo.

Allí se hace una selección, una vez que da cría el animal se retira el bebé, se pasteuriza la leche y el calostro y no vuelve a mamar nunca de su mamá. (Lea: Sector caprino podría resistir mejor El Niño, según expertos)

Esto se hace con el fin de evitar la transmisión de enfermedades como la brucelosis y la tuberculosis y por eso se le da la leche con tetero.

La leche pasteurizada en los biberones se les da a una temperatura de 38 grados centígrados, tal como saldría de las ubres de las cabras.

Los primeros días de vida los cabritos consumen alrededor de 125 gramos, posteriormente 250 y después de los 15 días de edad solo se les suministra dos teteros al día de dos porciones iguales, uno en la mañana de 500 gramos y el otro en la tarde para completar un litro.

El día que nacen le dan el calostro previamente pasteurizado a 53 grados para no desnaturalizar las proteínas y sus defensas. Se le da por tres días este alimento luego la leche pasteurizada hasta los tres meses.

Una cabrita de ocho días ya se toma un litro de leche y con esa misma cantidad continúa hasta los tres meses dos veces al día, una en la mañana y otra en la tarde. (Lea: ¿Cómo es el ciclo productivo de la cría de cabras?)

Previo a suministrar la leche se seleccionan las cabras que fueron sangradas para analizar si padecen enfermedades como artritis encefalitis. En caso de detectarse alguna, el calostro de ese animal se desecha y se busca de otro que esté totalmente sano.

Cuando empezaron a trabajar hubo cabras que mostraban estas enfermedades y por eso empezaron a hacer sus propios experimentos y vieron que al darle pasteurizado el calostro y la leche se cortaban las enfermedades tal como lo demostraron los exámenes que se hicieron.

La artritis encefalitis caprina es una enfermedad que produce inflamaciones en las articulaciones, afectaciones en el sistema nervioso y hasta parálisis. Las cabras que las padecen llegan a una edad aproximada de siete años y es cuando empiezan a aparecer los síntomas. Estos animales dejan de producir leche y no se vuelven a preñar.

Cuando se habla de alta genética es cortar con esas y otras enfermedades que podrían aparecer después y que podrían ser transmitidas al mamar directamente de la mamá.

La estrategia de alimentación genera beneficios extras a la producción no solo en lo relacionado con el crecimiento del animal sino en la capacidad de interacción que tienen con los humanos facilitando el trabajo del personal de la finca. (Lea: Gobierno promueve exportaciones de carne de la cadena ovino-caprina)

Hay una pequeña ganancia de peso extra por cuanto los mantienen semi estabulados y comen a la misma hora todos los días lo cual contribuye a dicho propósito.

Con este sistema de crianza los cabritos reciben una alimentación completamente inocua, libre de microorganismos, bacterias y gérmenes. En fincas donde se ha ejecutado la misma estrategia pero con bovinos se ha comprobado que puede ser beneficioso, incluso en el ámbito reproductivo permitiendo que los animales lleguen a su primer parto en menos tiempo de lo habitual.