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Foto: countrylife.co.uk

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Primer libro genealógico de bovinos cumple 200 años

Por - 02 de Junio 2022

Se trata del libro genealógico de registro de raza shorthorn de George Coates, que publicó en 1822 en Inglaterra con datos de 710 toros y 850 vacas. Esta es la historia de cómo se desarrolló el libro y cómo ha sido la evolución de la raza inglesa a lo largo de los últimos 2 siglos.


Se trata del libro genealógico de registro de raza shorthorn de George Coates, que publicó en 1822 en Inglaterra con datos de 710 toros y 850 vacas. Esta es la historia de cómo se desarrolló el libro y cómo ha sido la evolución de la raza inglesa a lo largo de los últimos 2 siglos.

En 1822, George Coates de Carlton, cerca de Pontefract, Yorkshire, publicó el libro y nació formalmente el shorthorn, posiblemente la raza de ganado más influyente a nivel mundial, de acuerdo con el relato del autor Jamie Blackett.

Según describió, diez años antes, un grupo de granjeros se reunió para idear un proyecto de registro de “raza mejorada de Durham”, quizá influenciados por el Libro Genealógico General de Pura Sangre en 1791, que estaba ejerciendo un gran efecto en la cría de caballos.

“Coates tardó una década en atravesar los valles para recopilar información. Se le observaba montando un caballo de hacienda en hacienda, asistiendo a subastas y ferias, armando árboles genealógicos de ganado rojo, blanco y roano (pelo mezclado de blanco, gris y bayo)”, anotó.

A medida que seleccionaba los mejores y rechazaba los que no cumplían con los estándares deseados, construyó su libro que formó la base de la raza y se extendió rápidamente. (Lea: Conozca el listado de algunas de las razas bovinas rojas más conocidas)

Por su parte, la Asociación Beef Shorthorn en Reino Unido precisó que fueron 4 volúmenes los que publicó Coates, que luego Henry Stafford reunió y publicó en un solo libro genealógico, que conservó el nombre de “Libro genealógico de Coate”.

Después de la formación de la Asociación Shorthorn de Gran Bretaña e Irlanda en 1874, esta adquirió los derechos de autor del libro genealógico del Sr. Stafford y han seguido recopilando y publicando el libro genealógico de Coates desde entonces.

Blackett aclaró que es la raza de ganado más influyente con varios ejemplos: a principios del siglo XX, se estimó que el 75 % de ganado argentino contenía genética de shorthorn. El oeste americano fue abierto por pioneros en carretas tiradas principalmente por toros shorthorn.

“Hoy en día, si compra una alfombra de cuero de vaca de Brasil, Botswana o Brisbane, es probable que esté moteada con el distintivo ruano shorthorn, incluso después de generaciones de cruces con ganado negro”, aseguró el autor.

También sostuvo que Coates proporcionó el modelo en el que otras razas de ganado basaron más tarde sus propios libros genealógicos y el sistema de asociaciones de ganaderos que emplea técnicos en campo para inspeccionar toros antes del registro.

Su libro genealógico facilitó los cruces entre parientes cercanos para asegurar los rasgos deseables, y evitó la endogamia al permitir con sensatez el cruzamiento con otro ganado, para que su descendencia pudiera alcanzar el estatus de puro en la cuarta generación.

“Los granjeros de hoy tienen dos siglos de dedicados ganaderos que agradecer por su diligencia en la selección de ganado dócil con el que es seguro trabajar”, manifestó Blackett. (Lea: Registros genealógicos, la base para la rentabilidad del negocio ganadero)

No obstante, la adaptabilidad genética la ha convertido en “víctima de su propio éxito”: declinó hasta el punto en que, durante algunos años, se le otorgó el estatus de raza rara por Rare Breeds Survival Trust, que calificó a dos tipos de shorthorn como prioritarios.

Finalmente, el autor resaltó que estos bovinos tienen las características adecuadas para las fincas donde aplican ganadería regenerativa, por su facilidad de manejo que le permite integrarse con los cultivos.