fuentes hídricas en la ganadería
Foto: Pagina del ganadero.

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El consumo de agua por las praderas

Por - 24 de Febrero 2014


Un aspecto muy importante en la finca es la existencia de fuentes de agua natura- les, ya sean superficiales o subterráneas. Dentro de las superficiales se encuentran los ríos, acequias, arroyos, lagos, lagunas. etc. Las subterráneas más frecuentes son los nacimientos o nacederos, pozos, aljibes y las fuentes artesianas. No se descartan las fuentes de agua artificiales como canales, tuberías, reservorios, presas y embalses.

Es recomendable, por tanto, mantener las praderas en la finca de acuerdo al nivel de disponibilidad hídrica con que se cuenta, con el fin de no agotar las fuentes y poder regar adecuadamente las áreas que se tienen. Esto significa que así como el área de la finca es una limitante para el número de cabezas de ganado que se tengan, el volumen de agua disponible es una limitante a la hora de mantener un área de praderas.

Para lograr un equilibrio adecuado es necesario evaluar dichas fuentes. Esto se hace determinando los niveles de caudal que tiene la fuente de la finca, es decir midiendo cuánta agua pasa por ella en un tiempo determinado. Solo determinando el caudal se puede proyectar las obras de captación de dicha agua y saber para cuánta área alcanza. (Lea: El pago por Servicios Ambientales para los ganaderos es una realidad)

Existen varios métodos para la evaluación del caudal, dependiendo del tipo de fuentes con que se cuenta. Por ejemplo, para el caso de acequias, arroyos o ríos, se evalúa el área transversal mojada de la corriente (que denominare- mos como A) y se mide la velocidad del flujo del agua que pasa (que denominare- mos como V) con un correntómetro (es un aparato con una hélice que gira de acuerdo con la corriente).

Con base en dichos datos se calcula la cantidad de agua en metros cúbicos por segundo (que denominaremos como Q), así: Q (m3/seg) = V (m/seg) X A (m2/seg)

Para el caso de agua estática, como reservorios, presas, lagos, lagunas, se calcula la cantidad de agua (Q) midiendo sus dimensiones de largo (L), ancho (a) y profundidad (p) y multiplicarlo por un coeficiente de utilidad que es siempre inferior a uno (generalmente 0,8). Téngase que aquí solo se evalúa el volumen por lo cual hay que saber en cuanto tiempo se puede llenar el reservorio para evaluar el caudal con que se cuenta: Q (m3/seg) = L (m/seg) X a (m2/seg) X p (m) X 0,8

En cualquier caso es necesario tener en cuenta las condiciones específicas del sitio, pues no siempre es fácil aplicar las ecuaciones directamente. Por otro lado, es indispensable considerar el agua lluvia que cae en la finca y las posibilidades que se tienen no solo del beneficio directo en las praderas, sino de retener o acopiar dicha agua para futuros usos. (Lea: El cuidado del agua, vital para la ganadería en el mundo)

El consumo de agua por las praderas

Como ya se había mencionado, el nivel de consumo de agua en la finca se mide a través de la evapotranspiración (Evt) –lo contrario a la precipitación-, como la precipitación se mide en mm de lluvia, la Evt también se mide en mm. (Galería: ¿Cua?nta agua tiene su finca y co?mo la mide?)

El agua que se necesita para reponer el suelo y que es consumida por la planta se llama "Transpiración", y la que se evapora directamente del suelo se denomina "Evaporación".

La transpiración sumada a la evapo- ración conforma lo que se conoce como evapotranspiración del cultivo o evapo- transpiración real (Eta). Existen muchos métodos complejos para el cálculo de la Eta. Sin embargo, un método muy fácil es la medición de la fracción de evaporación de una superficie de agua estándar mediante un evaporímetro, que es un tanque que tiene unas medidas estándar: diámetro de 120,7 cm, y altura de 25 cm, el cual posee un pozo de estabilización en su interior en el que se hacen las lecturas de la lámina evaporada con un tornillo micro- métrico. Este tanque se encuentra ubicado en las estaciones agrometeorológicas pero también se puede emplazar en la finca.

Todos los cultivos tienen niveles de Eta diferentes y además dichos niveles varían de acuerdo al clima que se presenta en el lugar de ubicación del cultivo. La Eta varia también a través del ciclo vegetativo del cultivo y su variación se representa por medio de un coeficiente denominado Kc que describe los niveles de consumo del cultivo de acuerdo en la etapa que se encuentre. (Lea: Preservar el agua del planeta, el gran reto de la tecnología)

Para el caso de los pastos, la FAO ha recopilado información de algunas investigaciones realizadas, y presenta los Kc a través del ciclo vegetativo de su desarrollo con valores fluctuantes que varían desde 0.3 hasta 1.20 (Allen, R. FAO 56, 2006).

Diferentes valores de Kc que se han obtenido para algunos pastos y variedades forrajeras, los cuales pueden ser consulta- dos en la cartilla “Capacitación en manejo de agua en pradera en el trópico, Publicación de Fedegán - Fondo Nacional del Ganado y el Sena. 2013, que se encuen- tra en la web.fedegan.org.co. Es importante resaltar que la mayoría de las investigaciones sobre Kc han sido realizadas para regiones templadas y no para el trópico. Además las especies y variedades reportadas no consideran las más usadas en nuestro medio. 

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