'Maestros del agro': El Remanso, un ejemplo de ganadería lechera sostenible
PorCONtexto ganadero-11 de Octubre 2024
Cargando...
Por - 28 de Febrero 2023
A lo largo de las últimas décadas, la ganadería ha escuchado hablar acerca de las especies arbustivas y arbóreas y su aporte en la disminución de la producción de metano en los rumiantes. Conozca qué debe hacer para que esto suceda.
A lo largo de las últimas décadas, la ganadería ha escuchado hablar acerca de las especies arbustivas y arbóreas y su aporte en la disminución de la producción de metano en los rumiantes. Conozca qué debe hacer para que esto suceda.
La ganadería es una actividad de gran importancia económica y social en países de Latinoamérica. En Colombia, la producción a partir de rumiantes como bovinos, caprinos y ovinos, juega un papel fundamental en la generación de empleo y producción de carne, leche o lana. En el caso de los bovinos, estos están ubicados en toda la geografía nacional, mientras que para los ovinos y caprinos su producción es más segmentada. (Lea: La ganadería sí puede disminuir la afectación ambiental)
En América Latina, cerca del 70 % de los suelos en los sistemas ganaderos se encuentran degradados debido a prácticas de manejo inadecuadas, sumando a esto los eventos de cambio climático como fuertes sequías o intensas heladas conllevan a que el alimento base de los rumiantes, el forraje, se vea disminuido en cantidad y calidad.
Juan Leonardo Cardona, zootecnista e investigador de Agrosavia del Centro de Investigación Obonuco, indica que la alimentación de los rumiantes es fundamental, pues aspectos como el consumo de materia seca (CMS) y la ingestión de nutrientes son la base para mejorar la productividad animal. No obstante, en el país la escasa diversificación en el manejo de la alimentación, la cual se basa en gramíneas poco mejoradas bajo monocultivos, que conlleva a que los índices productivos no sean los más adecuados, teniendo por ejemplo indicadores de 0.5 animales /Ha, tasas de natalidad del 50 %, bajas ganancias de peso y lactancias de 800 litros o menos para trópico bajo.
Alimentación rumiantes
Además de ser el pilar fundamental para maximizar la producción de carne y leche, la alimentación es muy importante ya que tiene que ver en la intensidad de la emisión de gases efecto invernadero como el metano por parte de los rumiantes. El metano es un potente gas con potencial de calentamiento 23 veces mayor al dióxido de carbono, el cual ha aumentado su concentración en los últimos años.
“En Colombia un 26.4 % del metano producido en el sector agropecuario proviene de la fermentación entérica (producción de rumen) y hasta el momento no han sido eficientes las estrategias de mitigar su emisión”, explica Cardona.
Este además de ser el causante del calentamiento global, representa una pérdida energética para los rumiantes que equivale hasta el 12 % de la energía total contenida en la dieta, esta fracción de energía se sintetiza en metano y no en productos como la leche o la carne. El productor puede hacer cambios en sus sistemas de alimentación que conllevan al mejoramiento de la calidad nutricional de la dieta, favoreciendo la disminución en la producción de metano.
Especies arbustivas
Una estrategia de manejo para este caso consiste en incorporar el uso de especies forrajeras arbustivas perennes y arbóreas en diseños silvopastoriles (SSP), por lo que se ha demostrado que la adopción de SSP conlleva a la mejora de aspectos como la selectividad, el consumo de materia seca (CMS), el balance ruminal en donde toda la sinergia entre los animales y el componente arbustivo y arbóreo del sistema, lo que favorece el bienestar animal, la eficiencia productiva y la disminución de gases de efecto invernadero como el metano. (Lea: Deforestación: ¿La culpa es de la vaca?)
Cuando se incluyen arbustivas forrajeras y arbóreas para consumo animal como el botón de oro, sauco, morera, leucaena, guácimo, quiebrabarrigo, el matarratón, entre otros, por lo que se puede esperar una mejora en la calidad nutricional de la dieta, con aumento de parámetros como digestibilidad de la materia seca y aportes significativos de nutrientes como la proteína, carbohidratos solubles, minerales y de metabolitos secundarios como taninos y saponinas.
La mayor producción de metano en el rumen se produce cuando los animales son alimentados con forrajes de baja calidad, es decir cuando se presentan altos niveles de fibra y bajos carbohidratos solubles. En el rumen la fermentación de materiales fibrosos promueve la producción de acetato, un producto de la fermentación ruminal el cual libera al medio gran cantidad de hidrógenos que con captados por un grupo de bacterias del tipo Archea encargados de sintetizar metano a partir del hidrógeno.
“Cuando se les ofrece a los rumiantes pastos lignificados y de mala calidad se promueve la producción de metano, el cual será emitido sobretodo a través de eructos, por lo que un bovino adulto puede producir al día entre 300 y 600 litros de metano, dependiendo de su edad, peso, raza y tipo de alimentación”, explica Cardona.
Por el contrario cuando se alimentan los animales con dietas que promueven una mayor digestibilidad, es decir incorporando forrajes arbustivas, a nivel ruminal se tendrá una mejor fermentación debido a que el balance entre los carbohidratos solubles y la proteína que aportas estas especies, conducirá a que se produzcan en el rumen productos como propionato, el cual es un captador de hidrógenos, por lo que las bacterias metanogénicas tendrán menos sustrato para sintetizar metano.
Las especies forrajeras o arbustivas que aporten metabolitos secundarios como taninos o saponinas, al ser consumidos por animales, disminuye la población de bacterias metanogénicas.
“En estudios in vitro se reporta una disminución hasta del 50 % en la producción de metano al incluir especies como el botón de oro, leucaena o arbóreas como el jaboncillo o el orejero, y en estudios in vivo con bovinos, disminuciones entre el 15 % y el 35 %”, señala Cardona. (Lea: Los ganaderos no son los culpables del cambio climático)
La disminución en la producción de metano se debe a un mejor aporte de nutrientes a la dieta de los animales, como también al efecto de los metabolitos secundarios sobre las bacterias metanogénicas. El experto aclara que el éxito para establecer sistemas de alimentación con el uso de especies forrajeras arbustivas y arbóreas en la alimentación de rumiantes, depende del conocimiento que se tenga de las especies, su nivel de inclusión, edad de cosecha y forma de uso.
Finalmente, Cardona concluye que “una buena nutrición del ganado es fundamental para mejorar los parámetros productivos y económicos de la finca, pero de paso se contribuye a mitigar el cambio climático y sus efectos adversos sobre el sector agropecuario. La clave está en disminuir la huella de carbono, es decir, cuanto metano se produce por cada kilogramo de leche o carne producida en la finca”.
Noticias Relacionadas
PorCONtexto ganadero-11 de Octubre 2024
PorCONtexto ganadero-08 de Octubre 2024
PorCONtexto ganadero-07 de Octubre 2024
PorCONtexto ganadero-07 de Octubre 2024
PorCONtexto ganadero-07 de Octubre 2024
PorCONtexto ganadero-07 de Octubre 2024
PorCONtexto ganadero-07 de Octubre 2024
PorCONtexto ganadero-07 de Octubre 2024
PorCONtexto ganadero-07 de Octubre 2024
PorCONtexto ganadero-04 de Octubre 2024
PorCONtexto ganadero-04 de Octubre 2024
PorCONtexto ganadero-03 de Octubre 2024