Reglamentación de jurisdicción agraria, a un paso de su aprobación total
PorCONtexto ganadero-11 de Diciembre 2024
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Por - 29 de Octubre 2021
La diarrea neonatal es un problema que se presenta en la mayoría de las especies como el vacuno, siendo una de las principales enfermedades que afectan al ternero durante sus primeros meses de vida y la principal causa de muerte durante la fase lactante.
La diarrea neonatal es un problema que se presenta en la mayoría de las especies como el vacuno, siendo una de las principales enfermedades que afectan al ternero durante sus primeros meses de vida y la principal causa de muerte durante la fase lactante.
Las bajas en los animales no solo se presentan por esta enfermedad, sino que el simple hecho de contagiarse de este tipo de patologías durante este periodo tiene, de por sí, gran impacto en el ternero, que a corto plazo tendrá un menor ritmo de crecimiento y un mayor riesgo de padecer otras enfermedades, especialmente neumonía, lo que a largo plazo puede afectar la producción y supervivencia del animal. (Lea: Conozca 5 de las implicaciones de la diarrea neonatal bovina en su hato)
Esta es la razón por la que la diarrea neonatal se convierte en un costo económico importante para la explotación ganadera, al mismo tiempo que impacta negativamente en el bienestar y el uso racional de antibióticos, por eso se deben tener planes de prevención.
Pero la pregunta que se deben estar haciendo los productores es ¿cómo saber si se tiene un problema de diarrea en su predio? Ante esta inquietud es importante plantearse otras preguntas que esclarecerán la situación.
Saber si una ternera tiene diarrea tiende a ser bastante subjetivo, pues si bien se puede creer que se tratan de terneras con heces más blancas de lo normal, la realidad es que se deben realizar tratamientos basados en la gravedad del padecimiento.
Existen algunas posibilidades que el productor debe evaluar. La primera opción es que se tienen heces con consistencia como flan. La segunda es que se tienen heces pastosas o semiformadas con consistencia de yogur; la tercera es que se tienen heces liquidas, pero con consistencia suficiente para quedar a la vista y cuarto se tienen heces acuosas.
Estas opciones son de gran ayuda para identificar la gravedad del problema al que se puede enfrentar el productor en su predio. Otra opción es evaluar la parte trasera de los terneros, lo que puede servir de guía especialmente en aquellos casos en los que sea difícil valorar las heces por distintas circunstancias.
De acuerdo a la revista Frisona, una ternera sana estará limpia, mientras que una ternera con diarrea puede presentar heces que manchan la cola, periné o las patas, o incluso pérdida de pelo en esas zonas cuando el proceso sucedió hace ya algún tiempo.
Quehacer diario
Uno de los problemas más frecuentes se llama la ‘ceguera en las granjas’, que es un síndrome que ocurre en las fincas y que afecta muy frecuentemente a esta enfermedad.
Esta consiste en asumir como normales cosas que ocurren en el día a día de una finca, cuando en realidad no lo son y no tendrían por qué ocurrir. En muchas explotaciones se subestima la importancia de la diarrea y se piensa que no se cuenta con ningún problema, cuando de verdad se está presentando en un alto porcentaje de terneros y hasta se tienen bajas.
Uno de los principales motivos es la falta de registros de tratamientos de los terneros, lo que dificulta que se pueda cuantificar objetivamente la enfermedad y se basen solo en impresiones subjetivas.
Existen muchas explotaciones que consideran un éxito que sus animales no enfermen gravemente durante sus primeros meses de vida, sin comprender que para conseguir bovinos adultos que puedan desarrollar todo su potencial productivo es fundamental que los terneros crezcan sanos en las primeras etapas de vida.
Existe la enfermedad, pero ¿qué la causó?
Por lo general se tiende a asumir que cuando en el predio se enfrentan a un problema de diarrea en los terneros jóvenes se piensa que la causa es infecciosa. Si bien es cierto que es la causa más frecuente, en ocasiones el origen es muy distinto, tratándose de diarreas de origen no infeccioso y que son principalmente nutricionales. Existen ocasiones en las que distintas causas pueden sumarse y actuar conjuntamente. (Lea: ¿Hay más incidencia de diarrea neonatal en ganaderías de carne o de leche?)
Es por esta razón que previo a establecer un plan de acción, el primer paso es establecer el origen del problema para tener claro las medidas a tomar.
Dentro de las causas infecciosas, la más frecuente es la que se conoce como diarrea neonatal indiferenciada, que puede ser causada por distintos patógenos como las bacterias E. coli o la Rotavirus, así como también por el Coronavirus y el parásito protozoo llamado Cryptosporidium.
También hay otras causas infecciosas de diarrea menos frecuentes, pero no por esto menos importantes como las debidas a clostridios o salmonellas.
Cómo prevenir una diarrea neonatal
En el caso de la diarrea neonatal indiferenciada, la base del plan de control no se haya tanto en combatir a los patógenos sino en maximizar la respuesta inmune del ternero frente a los mismos y reducir la presión de infección. (Lea: Aprenda los 5 pasos para la prevención y el control de la diarrea neonatal)
1.Maximizar la respuesta inmune de la ternera:
1.1 Vacunación vaca seca: La eficacia de la vacunación frente a rotavirus, cororonavirus y E. Coli está mas que demostrada al incrementar la inmunidad especifica en el calostro de las madres vacunadas, reduciendo tanto la morbilidad como la mortalidad por diarrea en los terneros bien encalostrados. Distintos estudios han demostrado que al vacunar se incrementan de forma significativa la concentración de anticuerpos protectores específicos frente a los tres patógenos incluidos en la vacuna.
1.2 Correcto encalostrado: Para esto es fundamental seguir las "4 C" del encalostrado que son: 1- Cuando que hace referencia a la primera toma y ordeño del calostro antes de las 4-6 horas después del parto. 2- Cuanto que es un 10 % del peso vivo en la primera toma. 3- Calidad, que se refiere que se debe seleccionar para la primera toma calostro de alta calidad y 4- Conservación, que es maximizar la higiene y minimizar el tiempo que se mantiene a temperatura ambiente antes de administrar para evitar que se multipliquen las bacterias.
1.3 Continuar dando calostro durante varios días: Aunque el paso de anticuerpos a la sangre de la ternera reduce a las primeras 24 horas de vida, en los días posteriores se debe continuar administrando calostro o leche de transición que proporciona una inmunidad local que continua con su papel de protección a nivel intestinal y favorece el desarrollo de las vellosidades intestinales.
2. Limitar el riesgo de infección tras el parto:
2.1 Parir: Al nacer, el primer contacto del animal es con frecuencia el suelo del pasillo del corral de las vacas secas o un espacio donde se han llevado a cabos los partos y que a veces presenta un mal mantenimiento, facilitando el contacto con los distintos patógenos.
2.2 Primeras horas de vida: En las fincas de leche, retirar el ternero lo antes posible de forma ideal en la primera hora de vida y la higiene durante todo el proceso serán claves.
3. Limitar la transición entre terneros:
3.1 Alojamiento: Maximizar la higiene por medio de la reducción de la carga patógena en contacto con el ternero será critico. En el caso de las fincas de leche, se recomienda el alojamiento individual durante las primeras semanas sin contacto directo entre terneros para que el proceso sea más eficaz.
3.2 Alimentación láctea durante las primeras semanas: Limitar la cantidad de leche, frecuentemente por el miedo a que los terneros enfermen de diarrea, tiene un efecto negativo sobre el crecimiento y funcionamiento del sistema inmune al no proporcionar suficiente energía, haciéndolas más susceptibles de enfermarse. Es vita administrar la leche de forma constante, caliente y limpia para evitar diarreas de origen nutricional.
3.3 Limpieza y desinfección diaria del equipo de alimentación: Es imprescindible instaurar protocolos diarios de limpieza y desinfección en todos los materiales empleados para la alimentación de los terneros y así evitar el crecimiento de bacterias y posterior contaminación durante la administración del alimento.
3.4 Manejos de los terneros: Medidas de biocontención como usar guantes al menos cuando se atienden a los terneros enfermos o el orden al manejar los animales de los más jóvenes a los mayores son algunas de las acciones que se deben tomar en los predios y ayudan a reducir el riesgo de transmisión de patógenos entre terneros.
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